El incendio forestal que azota el barrio de Pacific Palisades en Los Ángeles ha obligado a la evacuación de aproximadamente 30.000 residentes y amenaza a más de 13.000 estructuras, según informaron las autoridades la tarde de este martes. El fuego, avivado por intensas ráfagas de los vientos de Santa Ana, ha consumido más de 510 hectáreas y continúa expandiéndose, mientras los bomberos trabajan para contener su avance.
Kristin Crowley, jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD), explicó que la rápida propagación del fuego ha dificultado las labores de contención. “Nos enfrentamos a condiciones extremadamente peligrosas debido a los fuertes vientos y la sequedad del terreno”, señaló durante una conferencia de prensa.
El gobernador de California, Gavin Newsom, visitó la zona afectada y declaró que había presenciado la destrucción de múltiples estructuras. “He visto muchas casas y edificios ya destruidos”, afirmó, aunque no se proporcionaron cifras exactas. Además, Newsom advirtió que las condiciones podrían empeorar durante la noche, con ráfagas de viento que podrían alcanzar velocidades de hasta 160 kilómetros por hora en zonas montañosas y colinas, según CBS News.
Despliegue de recursos y evacuaciones masivas
Ante la magnitud del incendio, Newsom anunció la movilización de 110 camiones de bomberos y otros equipos de emergencia hacia el sur de California para reforzar las labores de extinción. Asimismo, el gobierno estatal ha obtenido apoyo financiero del gobierno federal. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) aprobó una subvención de Asistencia para el Manejo de Incendios que cubrirá el 75 % de los costos elegibles relacionados con la lucha contra el fuego, según informó NBC News.
Mientras tanto, el fuego ha alterado significativamente la movilidad en la región. Las autoridades ordenaron el cierre de importantes vías como la Pacific Coast Highway (PCH) y tramos de la Interstate 10, impidiendo el paso de vehículos no esenciales para facilitar la evacuación de los residentes.
El caos se apoderó de algunas áreas, donde las carreteras se vieron bloqueadas por el tráfico y los escombros. Kelsey Trainor, residente de Pacific Palisades, describió la angustia de los evacuados. “Estábamos atrapados. La gente salió de sus autos con bebés y mascotas, sin saber qué hacer mientras las cenizas caían sobre nosotros”, relató Trainor a NBC News.
En varios puntos, las llamas cruzaron las carreteras, obligando a algunos conductores a abandonar sus vehículos. El actor Steve Guttenberg, residente del área, instó a los automovilistas a dejar las llaves de sus coches para que los bomberos pudieran moverlos y abrir paso a los equipos de emergencia.
Por su parte, el actor James Woods compartió en redes sociales imágenes del fuego aproximándose a su propiedad. “Estoy de pie en la entrada de mi casa, listo para evacuar”, escribió Woods en un breve video publicado en X.
El incendio también ha forzado el cierre y reubicación temporal de varias escuelas en el área. El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles trasladó a los estudiantes de Palisades Elementary School y Marquez Elementary School a Brentwood Elementary Science Magnet, mientras que los alumnos de Paul Revere Middle School fueron enviados a University High School Charter.
Las autoridades habilitaron el Westwood Recreation Center como refugio temporal para los evacuados y sus mascotas. Por su parte, el presidente Joe Biden canceló un viaje previsto a Riverside County para anunciar la creación de dos nuevos monumentos nacionales y, en su lugar, pronunciará su discurso en Los Ángeles, según informó The Associated Press.
Condiciones climáticas y riesgo continuo
Los meteorólogos han advertido que las condiciones climáticas podrían empeorar en las próximas horas, con vientos que podrían persistir hasta el jueves. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha emitido una advertencia de Bandera Roja para gran parte del sur de California, advirtiendo que la situación podría derivar en incendios adicionales.
Daniel Swain, climatólogo de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), explicó que los vientos de Santa Ana actúan como “secadores atmosféricos” que deshidratan la vegetación y facilitan la rápida propagación del fuego. “Este año, venimos de una temporada de lluvias abundantes seguida de una sequía extrema, lo que genera condiciones ideales para incendios catastróficos”, afirmó Swain.
Las condiciones de sequía moderada en la región, con precipitaciones menores a 0,25 centímetros desde mayo, agravan aún más la situación, según el Monitor de Sequía de Estados Unidos.
El incendio en Pacific Palisades se suma a otros recientes en el sur de California. El mes pasado, el Franklin Fire destruyó 48 estructuras en la vecina ciudad de Malibú, reavivando temores de que esta temporada de incendios pueda ser una de las más devastadoras en años.
Las autoridades han instado a los residentes a permanecer alerta y seguir las instrucciones de evacuación. “No estamos fuera de peligro. Las próximas horas serán críticas”, advirtió Newsom. La comunidad de Pacific Palisades, ubicada a unos 32 kilómetros al oeste del centro de Los Ángeles, alberga lujosas residencias y está rodeada por las montañas de Santa Mónica, una zona históricamente propensa a incendios forestales.