En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Tampa Bay, un médico especializado en cuidados paliativos, Stephen Andrew Leedy, de 59 años, ha sido acusado de graves delitos relacionados con la explotación sexual infantil y la incitación al suicidio de una menor. Según documentos judiciales y un comunicado de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Medio de Florida, Leedy habría utilizado plataformas en línea para manipular a al menos diez menores, instruyéndolos para que produjeran material sexual explícito y se autolesionaran. Entre las víctimas, se encuentra una niña de 13 años que fue hallada muerta en noviembre de 2022 tras ahorcarse, presuntamente siguiendo las instrucciones del acusado.
De acuerdo con la acusación formal, Leedy enfrenta tres cargos por la producción de material de abuso sexual infantil y dos cargos por coerción o incitación a menores para participar en actividades sexuales. Si es declarado culpable, podría enfrentar una pena máxima de cadena perpetua en prisión federal. El caso ha sido investigado por el FBI y el Departamento del Sheriff de Pasco, con la colaboración de otras agencias locales y estatales.
Detalles del caso y modus operandi
Según informó People, las investigaciones comenzaron tras el trágico fallecimiento de una menor identificada como “Víctima Menor 1″. La niña fue encontrada colgada en el baño de su casa, con un collar de perro alrededor del cuello y su teléfono móvil frente a ella. Una revisión del dispositivo reveló conversaciones con un usuario identificado como “maximumuncle#9112″, quien posteriormente fue rastreado y vinculado a Leedy. En los mensajes, el acusado habría instruido a la menor para que realizara actos de asfixia y produjera material sexual explícito.
El Tampa Bay Times detalló que Leedy utilizaba una pantalla negra durante las videollamadas para ocultar su identidad y nunca revelaba su verdadero nombre a las víctimas. Las autoridades descubrieron que este comportamiento no era un incidente aislado, ya que el acusado habría mantenido conversaciones similares con al menos otros nueve menores en diferentes partes del país. En estas interacciones, Leedy supuestamente les pedía que se autolesionaran, se asfixiaran y se mutilaran, sin mostrar preocupación alguna por su bienestar físico o mental.
Los fiscales describieron las acciones de Leedy como “depredadoras” y señalaron que su conducta era “física y mentalmente perjudicial” para las víctimas. Según los documentos judiciales, el acusado era plenamente consciente de que estaba interactuando con menores de edad, lo que agrava aún más la gravedad de los cargos en su contra.
Reacciones y medidas legales
El arresto de Leedy tuvo lugar el 19 de diciembre en el condado de Cherokee, Georgia, cuando fue detenido por la policía de Holly Springs. En el momento de su detención, el médico viajaba acompañado de su esposa y su suegra. Según el Tampa Bay Times, Leedy expresó sorpresa al ser arrestado, afirmando que desconocía la existencia de una orden en su contra. Durante el procedimiento, los agentes confiscaron su teléfono móvil, aunque inicialmente el acusado intentó proporcionar un código de acceso incorrecto antes de facilitar el correcto.
Tras su arresto, el Cirujano General de Florida, Joseph Ladapo, emitió una orden de emergencia para suspender la licencia médica de Leedy, impidiéndole ejercer en el estado. La orden también fue registrada en el sistema nacional de licencias médicas, lo que dificulta que el acusado pueda solicitar permisos para practicar en otras jurisdicciones. En el documento oficial, Ladapo calificó las acciones de Leedy como “viles, despreciables y sádicas”, subrayando que su comportamiento demuestra una falta total de juicio y carácter moral para ejercer la medicina.
Impacto en la comunidad y vínculos profesionales
Leedy trabajó durante años como médico de cuidados paliativos en varias instituciones de Florida, incluidas Gulfside Healthcare Services y Tidewell Hospice. Aunque su historial médico no presentaba antecedentes disciplinarios, las organizaciones donde estuvo empleado han expresado su consternación ante las acusaciones. Gulfside Healthcare Services confirmó que Leedy ocupó un puesto administrativo y no tuvo contacto directo con pacientes, mientras que Lakeland Regional Health aclaró que el acusado solo tenía privilegios limitados como consultor externo y nunca formó parte de su personal activo.
Por su parte, la esposa de Leedy, Lynda Leedy, quien ocupa un alto cargo en la Junta de Bienestar Juvenil del Condado de Pinellas, también se ha visto afectada por el caso. En un comunicado, la organización expresó su apoyo a Lynda, destacando su integridad profesional y su compromiso con la seguridad y el bienestar de los niños en la comunidad. La junta subrayó que Lynda no trabaja directamente con menores y que ha superado rigurosos controles de antecedentes como parte de los requisitos de su empleo.
Los abogados defensores de Leedy, Bjorn Brunvand y Lucas Fleming, han declarado que su cliente niega categóricamente las acusaciones y que planean presentar una declaración de no culpabilidad. En un comunicado, los abogados enfatizaron la importancia de la presunción de inocencia y aseguraron que defenderán vigorosamente a Leedy en los tribunales.
Mientras tanto, el acusado permanece bajo custodia federal en Atlanta, a la espera de su juicio. Si es declarado culpable de todos los cargos, podría enfrentar una sentencia de por vida en prisión, lo que marcaría un desenlace contundente en un caso que ha generado indignación en la comunidad de Tampa Bay.