Cómo proteger a las mascotas en los días de frío extremo

Durante el invierno, el bienestar de las mascotas puede verse comprometido por las bajas temperaturas, lo que genera preocupación entre los dueños sobre cómo proteger a sus animales del frío extremo. Veterinarios y expertos en comportamiento animal advierten que el frío severo puede representar riesgos significativos para las mascotas, comparables a los peligros del calor intenso.

La Dra. Deborah Mandell, directora del servicio de emergencia en el Hospital Veterinario Matthew J. Ryan de la Universidad de Pensilvania, explicó a The New York Times, que el frío extremo puede causar hipotermia y congelación en los animales.

Además, las mascotas corren el riesgo de resbalar en superficies heladas o sufrir lesiones en las patas debido al contacto con hielo o nieve. Para minimizar estos riesgos, los veterinarios recomiendan adoptar precauciones simples que pueden marcar la diferencia en la seguridad y comodidad de los animales durante los meses más fríos del año.

Una de las primeras recomendaciones es limitar el tiempo que las mascotas pasan al aire libre cuando las temperaturas están cerca o por debajo del punto de congelación. La Dra. Mandell señaló que, en términos generales, no se recomienda que las mascotas permanezcan afuera durante más de 10 a 15 minutos en estas condiciones. Según explicó, un buen parámetro es permitir que las mascotas salgan al exterior únicamente para hacer sus necesidades y regresar de inmediato a un lugar cálido, similar a lo que se recomienda durante las olas de calor.

Para evaluar si una mascota está pasando frío, la Dra. Rebecca Ruch-Gallie, profesora asociada en el Hospital de Enseñanza Veterinaria de la Universidad Estatal de Colorado, sugiere que los dueños se pregunten si ellos mismos se sienten incómodos con la temperatura exterior. Si la respuesta es afirmativa, es probable que la mascota también esté sufriendo.

Ruch-Gallie enfatizó que la sensación térmica puede variar dependiendo de otros factores, como la presencia de viento, humedad o nieve. Un día frío pero soleado puede ser más llevadero que una jornada nublada y ventosa, por lo que se debe tener en cuenta el contexto climático completo al decidir si una mascota puede permanecer al aire libre por períodos más prolongados.

Por otro lado, la mayoría de las mascotas que permanecen dentro de casa están seguras durante las olas de frío, incluso si las viviendas no se mantienen particularmente cálidas. Fadl comentó que es común que los animales busquen fuentes de calor adicional, pero esto no suele ser motivo de alarma. La experta relató que sus propios gatos tienden a acurrucarse juntos con mayor frecuencia durante el invierno, lo que refleja una respuesta natural a la disminución de la temperatura.

Para garantizar su comodidad, los veterinarios aconsejan proporcionar a las mascotas camas acolchadas, mantas y refugios pequeños donde puedan resguardarse del frío. No obstante, Fadl advirtió que es necesario tener precaución con el uso de calentadores portátiles, ya que las mascotas pueden volcar estos dispositivos accidentalmente o quemarse si se acercan demasiado.

Además de estas medidas, los veterinarios recomiendan utilizar suéteres o chaquetas para proteger a las mascotasdurante los paseos en días de frío extremo. Las botas para perros también pueden ser útiles, especialmente cuando se camina sobre superficies cubiertas de sal o productos químicos que se utilizan para derretir el hielo.

Estos productos pueden dañar las almohadillas de las patas y, en algunos casos, resultar tóxicos si el animal las ingiere al lamerse. Si la mascota no tolera el uso de botas, Fadl sugiere aplicar bálsamos protectores en las almohadillas para prevenir grietas y lesiones.

El recorte del exceso de pelo entre los dedos de las patas puede reducir la formación de bolas de hielo, pero la Dra. Ruch-Gallie advirtió que no se debe exagerar con el aseo durante los meses fríos. El pelaje de las mascotas actúa como una barrera natural que regula su temperatura, y una eliminación excesiva de pelo podría comprometer esta función, aumentando el riesgo de hipotermia.

El nivel de tolerancia al frío de cada mascota depende de varios factores, incluidos su edad, estado de salud general y características físicas. La Dra. Ruch-Gallie destacó que razas como los galgos, que tienen poca grasa subcutánea y un pelaje corto, tienden a ser más susceptibles al frío que aquellas con un pelaje más denso y de doble capa.

La Asociación Médica Veterinaria de Estados Unidos (AVMA) también advierte que las mascotas con patas cortas, como los dachshunds o los corgis, pueden enfriarse más rápido que aquellas con extremidades más largas, ya que sus cuerpos están más cerca del suelo helado.

Las mascotas jóvenes, así como las de edad avanzada, también pueden enfrentar mayores dificultades para regular su temperatura corporal, lo que aumenta su vulnerabilidad al frío. Las condiciones de salud preexistentes, como la artritis, pueden agravar el malestar que sienten algunos animales durante el invierno. Según explicó Ruch-Gallie, aunque ciertas mascotas encuentran alivio en el clima frío, en la mayoría de los casos el frío intensifica el dolor articular y reduce la movilidad, haciendo que sea esencial vigilar su comportamiento durante esta época del año.

Es crucial que los dueños aprendan a identificar los signos de que su mascota está sintiendo frío. La Dra. Gabrielle Fadl, directora de calidad médica y operaciones en Bond Vet, Nueva York, indicó que si un animal tiembla, se resiste a caminar o levanta repetidamente sus patas mientras está al aire libre, son señales claras de que el frío está afectando su bienestar.

Fadl recomendó revisar las patas de los perros después de los paseos para asegurarse de que no haya bolas de nieve o hielo atrapadas entre los dedos. Además, es importante comprobar que no haya grietas o sangrado en las almohadillas, ya que estas lesiones pueden agravarse si no se tratan a tiempo.