Las estafas románticas se han convertido en una modalidad de fraude que afecta de manera creciente a personas mayores y vulnerables en Estados Unidos. Este tipo de delitos volvió a ocupar titulares tras la reciente condena de una mujer en el sur de Florida. Según informó CBS News, Cristine Petitfrere, de 30 años y residente de Miramar, fue sentenciada a 30 meses de prisión federal por participar en el lavado de más de 2,7 millones de dólares obtenidos a través de estas estafas.
El fallo fue emitido en el Distrito Sur de Florida y, además de la pena de prisión, incluye la confiscación de 203.815,59 dólares que Petitfrere obtuvo como parte de sus ganancias personales. De acuerdo con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, la acusada admitió haber conspirado para lavar dinero de víctimas engañadas por estafadores en línea que usaban identidades falsas para establecer relaciones y manipular emocionalmente a sus objetivos.
Petitfrere transfería la mayor parte de los fondos a cómplices en el extranjero, quedándose con una parte como pago por sus servicios. Según CBS News, este tipo de operaciones involucra a múltiples personas y redes internacionales, lo que dificulta su detección y frena las investigaciones.
El impacto de las estafas románticas en personas mayores
El caso de Petitfrere refleja el creciente impacto de las estafas románticas, un fenómeno que ha experimentado un aumento significativo en los últimos años. Según datos del Departamento de Justicia, la mayoría de las víctimas son personas mayores de 60 años, quienes son más susceptibles debido a su vulnerabilidad emocional y la falta de experiencia en el entorno digital.
Brian M. Boynton, Subprocurador General Principal de la División Civil del Departamento de Justicia, señaló que este tipo de fraude es una “amenaza creciente” y enfatizó que se seguirá actuando con firmeza contra quienes faciliten estos esquemas delictivos.
Las estafas suelen comenzar con interacciones en línea a través de redes sociales, aplicaciones de citas o correos electrónicos. Los estafadores construyen relaciones durante semanas o meses hasta que logran que la víctima confíe en ellos. Posteriormente, presentan situaciones de emergencia que requieren transferencias de dinero urgentes, utilizando pretextos como problemas médicos, gastos de viaje o supuestas oportunidades de inversión.
Redes internacionales de fraude y lavado de dinero
El caso de Petitfrere es un ejemplo de cómo las redes de estafas románticas operan a nivel internacional, con múltiples cómplices que se encargan de mover grandes sumas de dinero de manera ilícita. Las autoridades han señalado que estas redes suelen dividirse en células que actúan de forma independiente, lo que dificulta desmantelarlas por completo.
De acuerdo con CBS News, Petitfrere se declaró culpable en septiembre de 2024 por el cargo de conspiración para cometer lavado de dinero. Durante el juicio, se detalló que la acusada desempeñaba un papel clave en la transferencia de los fondos, recibiendo el dinero directamente de las víctimas y enviándolo posteriormente a cuentas controladas por sus cómplices fuera del país.
Las autoridades han advertido que este tipo de fraude no solo afecta a las víctimas directas, sino que también representa un desafío para la integridad del sistema financiero. El lavado de dinero a través de cuentas personales permite que grandes sumas de dinero ingresen al mercado legal, lo que complica la trazabilidad de los fondos.
Medidas de prevención y apoyo a las víctimas
Las víctimas de estafas románticas no solo sufren pérdidas económicas significativas, sino que también enfrentan consecuencias emocionales graves, como sentimientos de vergüenza y desconfianza. Este factor contribuye a que muchos casos no sean denunciados, lo que limita la capacidad de las autoridades para actuar de manera efectiva.
El Departamento de Justicia y otras agencias federales han desarrollado líneas de apoyo y recursos para asistir a las víctimas. Según CBS News, el gobierno recomienda que cualquier persona mayor de 60 años que haya sido víctima de fraude financiero se comunique con la Línea Directa Nacional de Fraude a Personas Mayores al 1-833-FRAUD-11 (1-833-372-8311).
Además, los expertos en ciberseguridad recomiendan a los usuarios tener precaución al interactuar con desconocidos en línea. Las señales de alerta incluyen solicitudes de dinero, evasión de videollamadas o encuentros presenciales, así como inconsistencias en las historias que presentan los estafadores.
El caso de Cristine Petitfrere ha servido para aumentar los esfuerzos del gobierno en la lucha contra este tipo de fraude. Las autoridades continúan investigando y persiguiendo a los implicados en estas redes con el objetivo de prevenir futuros delitos y proteger a las personas más vulnerables.