El próximo jueves 9 de enero se adelantará un día de luto nacional en honor al expresidente Jimmy Carter, quien falleció el pasado 29 de diciembre a los 100 años, convirtiéndose en el primer exmandatario centenario en la historia de Estados Unidos.
El presidente Joe Biden proclamó el día de luto tras la muerte de Carter, elogiando su legado como “un hombre de carácter, coraje y compasión”. En el comunicado oficial, Biden hizo un llamado al pueblo estadounidense a reunirse en sus respectivos lugares de culto para rendir homenaje a Carter, a quien describió como un servidor público dedicado y una figura que trascendió generaciones. “Invito a las personas del mundo que comparten nuestro pesar a unirse a nosotros en esta solemne conmemoración”, señaló el presidente.
El día de luto coincidirá con el funeral de Carter, que tendrá lugar en la Catedral Nacional de Washington, un lugar emblemático para ceremonias de Estado en honor a líderes nacionales. Joe Biden ofrecerá una elegía durante el servicio, al que se espera que asistan altos funcionarios del gobierno, exmandatarios y dignatarios internacionales. Una elegía escrita por el expresidente Gerald R. Ford, fallecido en 2006, será leída por su hijo, Steven Ford, durante la ceremonia, según informó The New York Times.
Banderas a media asta y homenajes públicos
Como parte de los homenajes, el presidente Biden ordenó que las banderas de Estados Unidos ondeen a media asta durante 30 días en la Casa Blanca, edificios públicos, bases militares, barcos de la Armada y embajadas de Estados Unidos en todo el mundo. Este gesto es una tradición establecida para honrar a expresidentes y figuras de gran relevancia nacional.
Los tributos a Carter no se limitarán a Washington D.C., ya que se espera que en distintos estados del país se realicen ceremonias locales, donde líderes comunitarios y ciudadanos rendirán homenaje a la memoria del expresidente. Carter, conocido por sus iniciativas humanitarias y su papel en organizaciones como Habitat for Humanity, dejó una huella significativa más allá de su mandato presidencial.
Jimmy Carter, quien gobernó entre 1977 y 1981, será recordado no solo por su mandato, sino también por su extenso trabajo humanitario tras dejar la presidencia. Carter dedicó décadas a promover la paz mundial, erradicar enfermedades y construir viviendas para familias de bajos ingresos. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 2002 por sus esfuerzos para encontrar soluciones pacíficas a conflictos internacionales y fomentar la democracia y los derechos humanos.
Cierres y suspensión de actividades federales
El 30 de diciembre, Biden firmó una orden ejecutiva en la que se estableció que todos los departamentos y agencias ejecutivas del gobierno federal permanecerán cerrados el 9 de enero, a excepción de aquellas operaciones esenciales relacionadas con la seguridad nacional, defensa o necesidades públicas críticas. Los empleados federales recibirán su salario a pesar del cierre.
El Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) también suspenderá sus operaciones regulares, lo que significa que no habrá entrega de correo ni atención en las oficinas postales. No obstante, un portavoz del USPS aclaró que se mantendrán servicios limitados de entrega de paquetes, especialmente aquellos que sean de carácter urgente.
Asimismo, tanto la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE) como el Nasdaq suspenderán sus operaciones bursátiles durante toda la jornada. La Corte Suprema de Estados Unidos, los tribunales federales y la Biblioteca del Congreso cerrarán sus puertas, siguiendo el precedente de días de luto anteriores.
Precedentes históricos de días de luto nacional
El fallecimiento de un expresidente ha sido, históricamente, motivo de días de luto nacional en Estados Unidos. El caso más reciente ocurrió en diciembre de 2018, cuando se decretó un día de luto tras la muerte de George H.W. Bush, quien fue presidente entre 1989 y 1993.
El antecedente más antiguo de esta práctica se remonta al 1 de junio de 1865, seis semanas después del asesinato de Abraham Lincoln. En aquella ocasión, el gobierno decretó un día de “humillación y luto” en todo el país. Los ciudadanos fueron llamados a congregarse en sus lugares de culto para recordar al presidente asesinado. Bancos, compañías de seguros y oficinas de gobierno cerraron durante la jornada, aunque el Servicio Postal solo suspendió sus operaciones durante medio día.
A lo largo de la historia, varios presidentes que fallecieron durante su mandato también fueron honrados con días de luto, incluidos James Garfield (1881), William McKinley (1901), Warren G. Harding (1923) y Franklin D. Roosevelt (1945).
El asesinato de John F. Kennedy en 1963 llevó al presidente Lyndon B. Johnson a proclamar el primer día de luto de su administración, tres días después del magnicidio. Desde entonces, los días de luto por expresidentes se han convertido en una tradición que refleja el respeto institucional hacia los líderes fallecidos.
Entre los expresidentes que recibieron este honor tras dejar el cargo destacan Dwight D. Eisenhower (1969), Harry S. Truman (1972), Lyndon B. Johnson (1973) y Richard Nixon (1994). Más recientemente, Ronald Reagan fue conmemorado en 2004 y Gerald Ford en 2007.
El día de luto nacional no se ha limitado exclusivamente a los presidentes de Estados Unidos. Otras figuras prominentes también han sido recordadas de esta manera. En 1968, tras los asesinatos de Martin Luther King Jr. y Robert F. Kennedy, se proclamaron días de luto nacional para honrar sus vidas y legados.