Las bajas temperaturas, nieve y hielo acarreado por las tormentas invernales que afectan a gran parte de Estados Unidos esta semana han puesto en alerta a millones de personas, especialmente en regiones que hasta ahora habían experimentado una época tranquila.
Según informó The Associated Press (AP), nevadas de moderadas a intensas se extienden desde Kansas City hasta Washington, mientras que el aire frío se desplaza hacia el sur, alcanzando incluso estados como Georgia. Este clima extremo no solo trae consigo paisajes cubiertos de nieve, sino también una serie de peligros que pueden amenazar la seguridad y la salud de las personas que van desde resbaladizas capas de hielo sobre las carreteras más importantes del país hasta amenazas dentro de la comodidad de los hogares.
Entre los riesgos más destacados se encuentra la intoxicación por monóxido de carbono, un gas incoloro e inodoro que puede ser letal. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), este compuesto químico se cobra la vida de cientos de personas al año, debido a que muchos artículos, incluidos hornos que queman gas o petróleo, generadores portátiles y parrillas de carbón lo producen.
Cómo protegerte del frío y las condiciones climáticas severas
Tal peligro aumenta cuando los sistemas de calefacción funcionan durante largos periodos o cuando se utilizan generadores portátiles y automóviles en espacios cerrados, como garajes, para calentar hogares o cargar dispositivos electrónicos. El Dr. Alex Harding, profesor adjunto de medicina de urgencias en el Baylor College of Medicine en Houston, explicó que los síntomas de esta intoxicación pueden ser difíciles de detectar.
“(Los síntomas) puede ir desde un simple dolor de cabeza o un poco de náuseas hasta la pérdida de la conciencia y convulsiones”, señaló Harding, subrayando el peligro del monóxido de carbono.
Además, las temperaturas extremadamente bajas representan un riesgo significativo de hipotermia, una condición que ocurre cuando el cuerpo pierde calor más rápido de lo que puede generarlo. Según el meteorólogo Jon Palmer, del Servicio Meteorológico Nacional en Gray, Maine, el efecto combinado de las bajas temperaturas y los fuertes vientos puede acelerar la aparición de esta condición, especialmente en personas expuestas al aire libre sin la ropa adecuada. Palmer advirtió que incluso en regiones del sur, donde el invierno suele ser más benigno, el frío extremo podría sorprender a los residentes.
El Dr. Harding destacó que la hipotermia es particularmente preocupante en situaciones donde se producen fallas en el suministro eléctrico, dejando a las personas sin acceso a calefacción. Las poblaciones más vulnerables, como las personas sin hogar o aquellas con discapacidades, enfrentan mayores dificultades para encontrar refugios cálidos y seguros. “Si tienen un lugar seguro y cálido donde puedan refugiarse, con acceso a agua y alimentos, eso limitará su exposición a estos riesgos”, afirmó Harding.
Problemas en el hogar y automóvil
Otro problema recurrente durante las tormentas invernales es el de las tuberías congeladas, que pueden reventar y causar daños significativos en los hogares. Este problema es especialmente común en el sur del país, donde las tuberías suelen estar ubicadas fuera de las estructuras y, por lo tanto, son más vulnerables al frío.
José Parra, maestro plomero de Abacus Plumbing, Air Conditioning & Electrical en Houston, recomendó a los propietarios tomar medidas preventivas, como aislar las tuberías expuestas, drenar los sistemas de rociadores y dejar que los grifos goteen ligeramente durante las temperaturas bajo cero.
“Mucho de lo que estamos arreglando, diría que entre el 80% y el 90%, se podría haber evitado con un poco de trabajo previo”, afirmó el plomero.
Las tuberías, así como la hipotermia e intoxicaciones con monóxido de carbono no son los únicos riesgos que enfrentan las personas durante esta época de frío invernal, puesto que las condiciones climáticas también pueden causar problemas en los vehículos eléctricos.
Los iones de litio fluyen a través de un electrolito líquido al interior de las baterías utilizadas por los automóviles. Cuando hace frío, se desplazan más lentamente y no liberan la misma cantidad de energía, lo que reduce la autonomía y puede agotar la batería en menos tiempo, según información de AP.