Un hombre de California, identificado como Alexander Paffendorf, ofreció disculpas por su conexión con un trágico tiroteo ocurrido el pasado 16 de diciembre en la Abundant Life Christian School, una escuela religiosa en Madison, Wisconsin, donde una adolescente de quince años mató a una profesora y a una estudiante antes de acabar con su propia vida.
Sin embargo, Paffendorf no brindó detalles sobre su papel específico en el incidente. Según informó CBS News, afirmó estar “listo para asumir las consecuencias de sus acciones” durante una audiencia judicial realizada el viernes pasado. El joven agregó que aceptaba que sus armas y municiones seguirían confiscadas hasta el 4 de abril, siguiendo una orden del tribunal emitida tras el tiroteo.
Las autoridades han señalado que el hombre, de 20 años en el momento de los hechos, le manifestó a agentes del FBI haber mantenido conversaciones con la autora del ataque, Natalie Rupnow, también conocida como Samantha, sobre la posibilidad de atacar un edificio gubernamental con armas de fuego y explosivos.
Según precisó la policía de Madison, la joven era estudiante de esa institución y llevó a cabo el ataque contra sus compañeros y maestros durante una jornada escolar. New York Post también informó que Paffendorf “no elaboró en su breve declaración” pero que estaba vinculado a planes de violencia en sus interacciones con Rupnow.
El ataque en la escuela y su impacto
El incidente violento dejó un saldo fatal de tres muertos, incluidas la tiradora y sus víctimas directas: Rubi Patricia Vergara, una estudiante de 14 años, y una profesora de 42 años identificada como Erin Michelle West. Además, seis personas resultaron heridas, con lesiones que iban desde leves a gravemente amenazantes para la vida, según confirmaron las autoridades locales.
La policía de Madison no ha revelado aún el motivo detrás del ataque, y este sigue siendo objeto de investigación activa. CBS News destacó que hasta el momento no se ha especificado si hubo indicios previos que vinculen las acciones de la joven con objetivos religiosos o personales.
Restricciones judiciales contra Paffendorf
Un día después de los eventos en Wisconsin, un juez en California implementó una orden de restricción basada en la Ley de Bandera Roja del estado, que obligó a Paffendorf a entregar sus armas y municiones a las autoridades. A pesar de esta medida, el joven no ha sido acusado formalmente de ningún delito hasta la fecha.
Durante la audiencia del viernes, Paffendorf apareció de manera virtual usando camisa y corbata e indicó al tribunal que estaba preparado para discutir la continuidad de la orden de restricción. Sin embargo, la jueza Devon Lomayesva, del Tribunal Superior de San Diego, decidió posponer la consideración del caso, luego de que un abogado de la ciudad de Carlsbad mencionara que Paffendorf estaba bajo investigación criminal.
La jueza estimó prudente este aplazamiento porque el joven no contaba con representación legal en ese momento y podría ponerse en riesgo al ofrecer declaraciones que afectaran su situación, explicó CBS News.
Por otro lado, un detective que compareció en la misma audiencia informó que el FBI espera concluir su investigación sobre el caso en un periodo de dos a tres meses. Este lapso determinará si Paffendorf enfrentará eventuales cargos o si la pesquisa únicamente se limitará al seguimiento de sus interacciones con la joven involucrada en los hechos.
Interacciones previas con la tiradora
Las conversaciones entre Paffendorf y Natalie Rupnow habrían incluido discusiones sobre preparar y ejecutar una especie de atentado masivo, aunque no está claro hasta qué punto estos supuestos planes fueron llevados a cabo o qué papel desempeñó Paffendorf en influir a la tiradora. La orden de restricción, según informes de “CBS News”, “solo menciona que estaba tramando un tiroteo masivo con Rupnow, pero no proporciona más detalles específicos”. A nivel judicial, este elemento seguirá bajo escrutinio para determinar si existió una guía directa o una mera conexión tangencial entre ambos.
Por su parte, las autoridades de Madison aseguraron que, pese a la gravedad del ataque, la prioridad sigue siendo apoyar a los sobrevivientes heridos y reconstruir las dinámicas sociales y educativas dentro de la escuela afectada. La comunidad escolar ha estado recibiendo apoyo psicológico desde la tragedia.