Imágenes del hogar de Shamsud-Din Jabbar revelan un escenario de caos antes del atentado en Nueva Orleans

La vivienda, ubicada en un parque para casas móviles y que tenía animales sueltos y condiciones precarias, ofrece pistas sobre su estado mental y personal antes del ataque

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El atacante tenía una vida
El atacante tenía una vida sumida en la pobreza, luego del fracaso de su empresa. (REUTERS-FBI Nueva Orleans)

El 1 de enero, Shamsud-Din Jabbar, un veterano militar estadounidense de 42 años, condujo una camioneta Ford F-150 con una bandera del ISIS y arrolló a 15 personas en Bourbon Street, Nueva Orleans, causando uno de los atentados más mortales en Año Nuevo.

Jabbar, nacido en Houston, Texas, había atravesado una serie de problemas financieros y personales en los últimos años. Las autoridades indagaron sobre su pasado para entender su accionar y el daño que causó a varias familias.

El hogar de Shamsud-Din Jabbar

Jabbar residía en un parque
Jabbar residía en un parque de casas rodantes en Houston, donde era descrito como reservado por sus vecinos. (Captura de video KHOU 11)

El atacante vivía en un parque de casas móviles (trailer park) en las afueras de Houston, en una zona habitada mayormente por inmigrantes musulmanes. Su hogar reflejaba el deterioro económico y personal que había experimentado en los últimos años. Ovejas, gansos y gallinas vagaban libremente por su jardín, y la vivienda mostraba señales evidentes de abandono.

El vecindario estaba a poca distancia de la mezquita local, Masjid Bilal, aunque no se ha confirmado si Jabbar era un asistente regular. Vecinos como Francois Venegas lo describieron como una persona reservada que apenas interactuaba, limitándose a saludos breves como “Hola” o “Hello”.

Carrera militar y transición a la vida civil

Jabbar sirvió en el Ejército de los Estados Unidos durante más de una década, alcanzando el rango de sargento. Fue desplegado en Afganistán entre febrero de 2009 y enero de 2010, desempeñándose como especialista en tecnologías de la información.

Se retiró del servicio activo en enero de 2015 y permaneció como reservista hasta julio de 2020. Durante ese tiempo, mantuvo una imagen pública de profesionalismo, promoviendo su negocio inmobiliario a través de vídeos en YouTube. En uno de ellos, Jabbar afirmó que sus años en el ejército le enseñaron “el significado del gran servicio”.

Problemas financieros y personales

El hogar del exmilitar, rodeado
El hogar del exmilitar, rodeado de abandono y pobreza, refleja el declive personal que marcó su radicalización antes del atentado. (Captura de video New York Post)

A pesar de su carrera militar, el sujeto enfrentó una serie de dificultades económicas y legales. En 2012, su primera esposa, Nakedra Jabbar, lo demandó por manutención infantil. Su segundo matrimonio también terminó en divorcio en 2022, lo que agudizó sus problemas financieros.

En un correo electrónico dirigido al abogado de su exesposa, el atacante declaró que había acumulado más de 16.000 dólares en deudas de tarjetas de crédito y que su negocio inmobiliario había perdido 28.000 dólares en 2021. Afirmó no poder seguir pagando su vivienda, lo que lo obligó a mudarse al parque de casas rodantes.

Radicalización y preparación para el ataque

En los meses previos al atentado, Jabbar comenzó a mostrar signos de radicalización. Las autoridades encontraron videos en los que hacía referencias al Corán. En 2024, realizó un viaje de 10 días a Egipto, lo que intensificó las sospechas sobre su posible vinculación con grupos extremistas.

El día del ataque, Jabbar ató una bandera del ISIS a la camioneta Ford F-150 que alquiló para llevar a cabo el atentado. No se ha determinado, hasta la fecha, si Jabbar actuó solo o si mantenía conexiones directas con células terroristas.

El ataque y la respuesta de las autoridades

Las autoridades llegaron a la
Las autoridades llegaron a la zona y cercaron el paso para investigar la vivienda.(REUTERS/Adrees Latif)

Tras el ataque, agentes federales y locales irrumpieron en el parque de casas rodantes donde vivía Jabbar, evacuaron a los residentes y desplegaron vehículos blindados en el área. Las autoridades ordenaron a varias familias que “tomaran a sus hijos y se fueran”, mientras otras personas fueron instruidas a “levantar las manos”.

Los periodistas que intentaban cubrir el operativo fueron expulsados del lugar mientras los agentes inspeccionaban la vivienda de Jabbar. Vecinos del área, sorprendidos por la magnitud de la operación, declararon que apenas conocían a Jabbar y que lo consideraban alguien tranquilo que mantenía un perfil bajo.

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