Estos son los requisitos clave para obtener una visa de trabajo en Estados Unidos en 2025

El proceso para obtener una visa de trabajo en Estados Unidos en 2025 sigue las directrices establecidas por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) y el Departamento de Trabajo de Estados Unidos (DOL). Las visas de empleo están diseñadas para permitir que trabajadores calificados, inversionistas y otros profesionales obtengan residencia temporal o permanente en el país, dependiendo de la categoría de visa solicitada.

Con la creciente demanda de trabajadores especializados y la necesidad de cubrir sectores que enfrentan escasez de mano de obra, el sistema de visas de trabajo de Estados Unidos desempeña un papel fundamental. A lo largo de los años, el país ha ajustado y ampliado las opciones de visas de trabajo para facilitar la entrada de profesionales con habilidades específicas. Estas visas no solo benefician a los trabajadores extranjeros, sino que también contribuyen al crecimiento económico de Estados Unidos.

Comprender los diferentes tipos de visas y sus requisitos es esencial para aquellos que buscan oportunidades laborales en el país. Las categorías de visas EB (Employment-Based) y H ofrecen diferentes vías dependiendo de las calificaciones y experiencia del solicitante.

Existen cinco categorías principales de visas de trabajo permanente, conocidas como EB (Employment-Based), cada una con requisitos específicos. La visa EB-1 está destinada a personas con habilidades extraordinarias en ciencias, artes, educación, negocios o deportes. También incluye a profesores o investigadores destacados y ejecutivos de multinacionales. Según USCIS, este tipo de visa no requiere una oferta de trabajo en la mayoría de los casos, pero el solicitante debe demostrar logros significativos en su campo.

La visa EB-2 está dirigida a profesionales con títulos avanzados o personas con habilidades excepcionales. Generalmente, requiere que el solicitante tenga una oferta de empleo de un empleador estadounidense, además de una certificación laboral emitida por el Departamento de Trabajo. No obstante, algunas excepciones permiten solicitar una exención por interés nacional. La certificación laboral tiene como objetivo garantizar que no existen trabajadores estadounidenses calificados para ocupar el puesto.

Por otro lado, la visa EB-3 está abierta a profesionales con títulos universitarios, trabajadores especializados y trabajadores no calificados. Esta categoría también exige una oferta de trabajo y una certificación laboral. De acuerdo con el Departamento de Trabajo, la certificación es un paso obligatorio para garantizar que los trabajadores estadounidenses no están siendo desplazados por trabajadores extranjeros.

La visa EB-4 está reservada para inmigrantes especiales, un grupo que incluye trabajadores religiosos, empleados de organizaciones internacionales, traductores de los ejércitos de EE.UU. y otros casos específicos. El USCIS señala que esta categoría no siempre requiere una oferta de empleo, dependiendo de la subcategoría correspondiente.

La visa EB-5 está dirigida a inversionistas extranjeros que invierten en nuevas empresas comerciales en Estados Unidos y generan al menos diez empleos a tiempo completo para trabajadores estadounidenses. Este tipo de visa no requiere una oferta de trabajo, pero exige una inversión mínima que varía dependiendo de la región donde se realice el proyecto. La EB-5 permite al inversionista y su familia obtener residencia permanente.

El proceso general para obtener una visa de trabajo permanente comienza con una oferta de empleo en la mayoría de los casos. El empleador debe presentar una petición de inmigrante para trabajador extranjero (Formulario I-140) ante el USCIS. Para las visas que requieren certificación laboral, el empleador debe obtenerla del Departamento de Trabajo antes de enviar la petición. Este documento certifica que no hay ciudadanos estadounidenses disponibles para el puesto y que la contratación de un trabajador extranjero no afectará negativamente los salarios y condiciones laborales de los trabajadores locales.

Tras la aprobación de la petición y la disponibilidad de la visa, el trabajador puede solicitar la visa en el consulado de Estados Unidos en su país de origen o, si se encuentra en territorio estadounidense, solicitar un ajuste de estatus para convertirse en residente permanente mediante el Formulario I-485. Este procedimiento también incluye una entrevista y exámenes médicos.

Además de las visas de trabajo permanente, Estados Unidos ofrece varias categorías de visas temporales, entre ellas la visa H-1B, que está destinada a trabajadores en ocupaciones especializadas. La H-1B requiere una oferta de empleo de un empleador estadounidense y está limitada por un cupo anual. Según el USCIS, esta visa permite a los trabajadores permanecer en el país hasta seis años, con posibilidad de solicitar una extensión o cambio de estatus.

Otra visa temporal es la H-2B, que permite a los empleadores contratar trabajadores extranjeros para empleos temporales no agrícolas. El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS) publica cada año un número limitado de visas H-2B, priorizando a industrias que enfrentan escasez de mano de obra estacional.

El proceso para obtener cualquier visa de trabajo implica costos asociados, que varían según la categoría de visa y el tipo de solicitud. Las tarifas incluyen el procesamiento de la petición, exámenes médicos y costos consulares. La obtención de una visa de trabajo no garantiza automáticamente la residencia permanente, pero en el caso de las visas EB, los solicitantes pueden solicitar la Tarjeta de Residente Permanente, conocida como “Green Card”, una vez completados los requisitos establecidos por USCIS.