Un caso impactante de violencia racial en Massachusetts generó atención nacional, luego de que un adolescente blanco de 15 años, John Sheeran, se declarara culpable de intento de asesinato y agresión con un arma peligrosa en relación con un incidente ocurrido en Cape Cod en julio de 2023.
Según People, el joven fue acusado como “agresor juvenil” y podría enfrentar una sentencia como adulto, conforme señala la oficina del secretario del Tribunal Juvenil de Barnstable.
El caso de Sheeran
El hecho tuvo lugar el 19 de julio en el Goose Pond, en la localidad de Chatham, cuando Sheeran, acompañado de otro adolescente blanco cuya identidad no ha sido revelada, se encontró con la víctima, un menor afroamericano.
En su declaración, los fiscales explicaron que el joven agredido usó un chaleco salvavidas al ingresar al agua debido a que no sabía nadar. “Sheeran jaló del artículo de seguridad y empezó a sumergir a la víctima bajo el agua entre cuatro y cinco veces, causando dificultades respiratorias al joven”, se lee en un comunicado emitido por la Oficina del Fiscal de Distrito de Cape.
La agresión incluyó no solo forcejeos peligrosos, sino también burlas racistas. Según los fiscales, el cómplice de Sheeran, mientras reía, llamó a la víctima “George Floyd”, en referencia a su incapacidad para respirar, un comentario que añade una dimensión aún más inquietante al caso.
NBC10 añadió que la víctima pidió al atacante que no lo empujara ni lo salpicara debido a su miedo al agua. Un testigo presencial intervino para detener el altercado. “Cuando finalmente llegué a ellos, estaban sonriendo con desprecio”, señaló el espectador.
El 13 de diciembre de 2023, Sheeran se declaró culpable de los cargos, según confirmó el medio Cape Cod Times, y su sentencia será dictada el 5 de febrero de 2024. El adolescente fue descrito por los fiscales como un agresor cuyo acto estuvo claramente motivado por razones racistas.
Datos perturbadores de la agresión
Otros detalles del ataque agregan más horror al relato. Según el New York Post, Sheeran no solo sumergió reiteradamente al joven afroamericano mientras lo llamaba por insultos raciales, sino que también arrojó piedras a la víctima.
La acusación contra su cómplice incluye cargos de acoso en un tribunal juvenil, ya que supuestamente se rio y se burló del joven mientras este rogaba por su vida. Por su parte, el Boston Globe destacó que, de acuerdo con la acusación policial, Sheeran incluso nadó por debajo de la víctima en un intento de agarrar sus pies, intensificando la agresión.
El abogado de Sheeran, Kevin Reddington, sostuvo que el adolescente no tenía intención de asesinar a su amigo y que el incidente fue “un acto estúpido que se salió de control”. Afirmó que su “cliente no tuvo absolutamente ninguna intención de matar al joven”, en una entrevista con WCVB.
La denuncia no fue presentada de inmediato, ya que la víctima reportó el incidente dos días después de ocurrido, según un informe de investigación citado por NBC News. Este retraso no ha disminuido la seriedad del caso, y tanto los fiscales como los defensores de derechos civiles han hecho énfasis en la importancia de abordar tales actos de odio racial desde una perspectiva educativa y judicial que pueda prevenir futuros incidentes similares.
El caso recuerda la constante problemática de la violencia racial en los Estados Unidos, particularmente en entornos juveniles y escolares. El uso del nombre de George Floyd, víctima de la violencia sistémica contra los afroamericanos, durante una situación tan peligrosa, ha amplificado las indignaciones públicas e incentivado llamados a medidas legales más estrictas contra agresiones motivadas por motivos raciales.