El director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, desmintió los rumores sobre la construcción de un búnker subterráneo en su extensa propiedad en la isla de Kauai, Hawái. Las especulaciones surgieron tras una investigación publicada en diciembre por Wired, que detallaba la existencia de una estructura subterránea de más de 464 metros cuadrados (5 mil pies cuadrados) dentro del complejo de Zuckerberg, el cual abarca aproximadamente 566 hectáreas (1,400 acres). A pesar de las características del proyecto, el empresario calificó la estructura como un simple sótano y rechazó la idea de que se trate de una instalación apocalíptica.
En una entrevista reciente con Bloomberg, la periodista Emily Chang cuestionó a Zuckerberg sobre la naturaleza del espacio subterráneo. El fundador de Facebook respondió: “No, creo que eso es solo como un pequeño refugio. Es como un sótano”, según recogió Fortune. La declaración buscó minimizar la percepción de que se tratara de un “búnker del fin del mundo”, desestimando así las teorías de que el proyecto tenga fines de supervivencia extrema.
Pese a la negativa de Zuckerberg, los informes de Wired continúan generando controversia. El medio indicó que la estructura subterránea cuenta con características que van más allá de un simple sótano, como una puerta reforzada contra explosiones, sistemas independientes de energía y alimentos, y una escotilla de escape conectada a una escalera. Fuentes anónimas consultadas por Wired sugirieron que el proyecto podría ser “algún tipo de búnker posapocalíptico” o incluso “una ciudad subterránea”, alimentando las especulaciones.
Características del proyecto subterráneo en Kauai
El costo estimado del complejo ronda los 270 millones de dólares y se ha desarrollado bajo estrictos acuerdos de confidencialidad. Wired señaló que todos los trabajadores involucrados, desde pintores hasta electricistas y carpinteros, firmaron contratos legales que les prohíben divulgar cualquier detalle del proyecto. Además, se implementó una estrategia en la que diferentes cuadrillas trabajan por separado, sin comunicarse entre sí, lo que refuerza el secretismo que rodea la construcción.
Según Fortune, este tipo de prácticas no es inusual entre los multimillonarios. Bill Gates y Elon Musk han sido mencionados en el pasado por sus supuestas inversiones en estructuras subterráneas. Se ha informado que Gates posee instalaciones similares bajo sus propiedades, mientras que Musk habría desarrollado túneles y otras construcciones pensadas para resistir situaciones extremas. El New York Post subraya que algunas de estas instalaciones están diseñadas específicamente para afrontar eventos catastróficos a nivel global.
A pesar de las comparaciones, Zuckerberg ha insistido en distanciarse de la noción de estar preparando un búnker. Sin embargo, el tamaño del proyecto y los sistemas independientes descritos por Wired siguen alimentando las conjeturas de que podría ser una infraestructura orientada a la autosuficiencia y seguridad a largo plazo.
Privacidad y secretismo en las construcciones de la élite tecnológica
El secretismo en torno a las construcciones de multimillonarios no es exclusivo de Zuckerberg. En años recientes, ha surgido un creciente interés por instalaciones que permiten a la élite tecnológica mantener altos niveles de privacidad y autonomía. Las teorías sobre la existencia de búnkeres subterráneos a menudo se ven reforzadas por el clima de incertidumbre global y las preocupaciones sobre posibles desastres naturales, pandemias o crisis geopolíticas.
Wired sugiere que, más allá de prepararse para escenarios apocalípticos, estas estructuras pueden representar inversiones destinadas a garantizar una mayor privacidad en el día a día. Las fuentes citadas indicaron que las instalaciones subterráneas de Zuckerberg podrían responder a la necesidad de tener un espacio seguro y autosuficiente en caso de cualquier contingencia.
Mientras tanto, Meta no ha emitido declaraciones oficiales respecto al proyecto en Kauai. Fortune informó que la empresa no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre las obras.
Las construcciones subterráneas de magnates tecnológicos continúan siendo objeto de atención mediática y debate público, reflejando el creciente interés en la manera en que los líderes de la industria buscan protegerse de futuros imprevistos.