El alcalde de Nueva York buscó colaboración federal en caso de migrante acusado de quemar a una mujer viva

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha solicitado al gobierno federal que presente cargos de incendio premeditado contra Sebastián Zapeta Calil, un migrante guatemalteco que se encuentra indocumentado en Estados Unidos. Zapeta Calil está acusado de quemar viva a una mujer en un vagón del metro, en un caso que ha causado conmoción en la ciudad por la extrema crueldad del crimen, según informó Associated Press.

Kayla Mamelak, portavoz del Ayuntamiento, calificó el incidente como “atroz” y subrayó el horror del acto. “Encender a un ser humano y verlo arder vivo refleja un nivel de maldad que no puede ser tolerado”, declaró a AP. Aunque Zapeta Calil enfrenta actualmente cargos estatales de asesinato e incendio premeditado, Adams ha instruido al Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) para que trabaje en coordinación con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y explore la aplicación del estatuto federal en este caso.

El caso ha generado una disputa entre las jurisdicciones locales y federales. La fiscalía del distrito de Brooklyn ha señalado que, bajo la ley estatal, se puede buscar una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, una pena supuestamente más severa que la contemplada en los cargos federales por incendio premeditado. Aún así, el movimiento de Adams podría ser un intento estratégico de posicionarse políticamente en medio de la crisis migratoria, así como una indirecta disposición de colaboración con la futura administración de Donald Trump, según analistas.

El analista político Hank Sheinkopf comentó a AP que la declaración de Adams podría interpretarse como un gesto hacia la línea política de Trump, que ha abogado históricamente por soportar las políticas migratorias en Estados Unidos. “Es un gesto para cooperar con la propuesta de Trump de arrestar, procesar y deportar a los migrantes criminales”, aseguró Sheinkopf, destacando que este movimiento también podría ser percibido como una respuesta a los sectores progresistas del concejo municipal que históricamente han defendido el carácter santuario de la ciudad.

El alcalde, que se encuentra bajo escrutinio por otros temas, ya se ha reunido con el designado “zar de la frontera” de Trump, Tom Homan. Según un informe de AP, ambas partes expresan optimismo respecto a futuras colaboraciones en áreas de seguridad pública y control migratorio. En un giro inesperado, Trump incluso ha insinuado la posibilidad de otorgar un indulto a Adams, quien enfrenta cargos federales de soborno, una estrategia que podría beneficiar a ambas partes en términos de agenda política.

En paralelo, Adams está considerando la emisión de órdenes ejecutivas que modificarían el estatus de Nueva York como ciudad santuario, una posición que históricamente ha generado divisiones políticas desde el gobierno de Trump. Esto podría suponer un cambio de enfoque en la política migratoria local, en un contexto marcado por tensiones y desafíos en el manejo de la crisis migratoria.

El brutal asesinato ocurrió en un tren de la línea F en Coney Island el pasado domingo. La víctima, que al parecer estaba durmiendo en el vagón, sufrió quemaduras tan severas que las autoridades han enfrentado dificultades para identificarla, informó AP. Mientras tanto, Zapeta Calil permanece detenido y enfrenta múltiples cargos por este crimen calificado como “de extrema crueldad”.

De acuerdo con el reporte, se ha confirmado que Sebastián fue deportado previamente a Guatemala tras haber ingresado al país por la frontera de Arizona en 2018. Sin embargo, volvió a infiltrarse en Estados Unidos de manera ilegal en una fecha posterior. Su situación migratoria ha intensificado el análisis político del caso, vinculándolo a debates nacionales sobre el control fronterizo y la posible aplicación de sanciones más severas para quienes reinciden en ingresar al país de manera irregular.

El estatuto federal que Adams busca que se implemente establece una condena de entre 25 años y cadena perpetua en casos de incendio premeditado con resultado de muerte. Según el informe, las penas podrían variar si el delito incluye el uso de una propiedad vinculada al comercio interestatal, con una condena máxima de hasta 40 años en dicha circunstancia.

Más allá del debate jurídico, la decisión del alcalde ha generado reacciones encontradas en los círculos políticos y entre la población de Nueva York. Por un lado, sectores conservadores han aplaudido el enfoque pragmático de Adams, viéndolo como un paso hacia una cooperación más estrecha con las políticas migratorias federales. Sin embargo, líderes progresistas han expresado su preocupación de que el movimiento representa un debilitamiento del estatus de ciudad santuario que Nueva York ha mantenido durante años.

En palabras del analista Sheinkopf, la intención de Adams puede ser percibida como un “golpe maestro” para abordar múltiples crisis: la de seguridad pública, el control migratorio y la tensión política interna. Sin embargo, aún queda por ver si este movimiento tendrá el impacto deseado tanto en el ámbito legal como en el político.

Mientras tanto, el brutal homicidio que ha puesto a Zapeta Calil en el centro del debate continúa siendo investigado. Entre tanto, organizaciones de derechos humanos y activistas han advertido sobre el riesgo de que este caso se utilice como ejemplo para justificar políticas más estrictas que puedan repercutir en la comunidad migrante en general.