El presidente estadounidense Joe Biden condenó el ataque de este miércoles de Rusia sobre Ucrania en el marco de la Navidad y lo describió como “indignante”.
“El objetivo de este indignante ataque era cortar el acceso del pueblo ucraniano a la calefacción y la electricidad durante el invierno y poner en peligro la protección de su red”, apuntó el mandatario saliente que aseguró que, tras conocer esta noticia, ordenó al Pentágono aumentar los envíos de armamento al país, con el objetivo de fortalecer su capacidad de defensa.
Si bien en los últimos meses Washington ha estado suministrando importantes sistemas a Kiev, desde el triunfo de Donald Trump el demócrata ha estado agilizando estos envíos ante el temor de un cese de esta política por parte de su sucesor. Sumando a esta realidad el reciente ataque, para el futuro próximo el Pentágono recibió la orden de preparar “cientos de misiles de defensa antiaérea” para las tropas de Volodimir Zelensky, que se sumarán a “la oleada de entregas de armamento” ya previstas.
“Permítanme ser claro: el pueblo ucraniano merece vivir en paz y seguridad, y Estados Unidos y la comunidad internacional deben seguir al lado de Ucrania hasta que triunfe sobre la agresión de Rusia”, cerró Biden en un comunicado.
Por su parte, desde el entorno de la Administración entrante también se refirieron a este ataque, aunque en su caso sin cargar de manera explícita contra el Kremlin.
El envido especial designado por Trump para Rusia y Ucrania, el general Keith Kellogg, manifestó su profundo rechazo a las “brutales” imágenes que se conocieron durante la mañana y sostuvo que “la Navidad debería ser un tiempo de paz”.
“Ucrania ha sido brutalmente atacada. Lanzar ataques con misiles y aviones no tripulados a gran escala el día del nacimiento del Señor es un error”, apuntó en sus redes sociales antes de instar a la comunidad internacional a seguir “de cerca las acciones de ambos lados” y de ratificar que junto al republicano “está más decidido que nunca a llevar la paz a la región”.
Durante la mañana de este miércoles, más de 170 misiles y drones rusos impactaron en varias regiones de Ucrania, dejando al menos un muerto, tres heridos, apagones y daños severos en las instalaciones eléctricas del país, uno de los principales objetivos de las ofensivas del Kremlin.
Según informó el Ejército, en zonas como Kharkiv se registró un ataque masivo con misiles de crucero modelo Kalibr provenientes del mar Negro, mientras que en otras como Dnipropetrovsk, Vinnitsia, Poltava, Kirovogrado y Cherkasi se advirtió de la presencia de misiles balísticos y aviones no tripulados.
“El enemigo está intentando destruir el sistema energético de la región”, denunció el gobernador de una de las regiones, Segiy Lysak.
Zelensky condenó esta ofensiva en plena celebración, la decimotercera a gran escala en lo que va del año, y la consideró “inhumana”. “Putin eligió deliberadamente la Navidad para atacar. ¿Qué puede ser más inhumano? Más de 70 misiles, incluidos misiles balísticos y más de un centenar de drones de ataque. El objetivo es nuestro sistema energético", dijo.
Otras voces que repudiaron lo ocurrido fueron la del ministro de Asuntos Exteriores, quien denunció que la maniobra fue parte de una estrategia de “terror navideño” ideada por Vladimir Putin, y la jefa de la región de Ivano-Frankivsk, que lamentó que “la mañana de Navidad ha demostrado una vez más que nada es sagrado para el país agresor”.
(Con información de Europa Press)