Una pareja de Oregon City perdió los ahorros de su vida tras ser estafados en un concesionario de autos falso

Días después de la compra, las víctimas descubrieron que el vehículo había sido reportado como robado en Texas. Al menos a otras nueve personas también fueron víctimas de estafas similares en el área

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La camioneta GMC 2023 adquirida
La camioneta GMC 2023 adquirida por los Correa fue reportada como robada en Dallas, Texas, meses antes de la compra. (REUTERS/Andrew Kelly)

Una pareja de Oregon City, Oregón, perdió 45.000 dólares en efectivo después de descubrir que el concesionario donde compraron una camioneta GMC 2023 era falso y el vehículo estaba reportado como robado. La compra, que inicialmente parecía una gran oportunidad, terminó siendo una estafa que dejó a April y Jamie Correa sin su vehículo y sin sus ahorros.

Según informó KATV ABC News, los Correa llevaban tiempo buscando una camioneta que se ajustara a sus necesidades y presupuesto. Fue en Facebook Marketplace donde encontraron un anuncio que captó su atención: una GMC 2023 a un precio competitivo. Tras negociar con el vendedor, fueron dirigidos a lo que parecía ser un concesionario legítimo para finalizar la compra.

El proceso transcurrió de forma aparentemente normal. Al llegar al concesionario, los Correa fueron recibidos por un individuo que los guió durante la transacción. Se completaron los documentos, firmaron el papeleo correspondiente y, finalmente, les entregaron las llaves del vehículo. “Todo parecía estar en orden”, relató April Correa. “Habíamos estado en concesionarios antes, y este lugar no nos hizo dudar. Firmamos la documentación y salimos con la camioneta, felices con la compra”.

El supuesto concesionario desapareció días
El supuesto concesionario desapareció días después de que los Correa intentaran obtener el título del vehículo. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El concesionario, que estaba ubicado en un lote con apariencia profesional, contaba con otros vehículos estacionados y letreros que daban la impresión de ser un negocio real. Sin embargo, unos días después, cuando los Correa intentaron obtener el título del vehículo, comenzaron los problemas.

El primer indicio de fraude

Al necesitar el título para completar el registro de la camioneta, Jaime Correa intentó contactar al concesionario. Llamó varias veces, pero sus llamadas fueron dirigidas directamente al buzón de voz. Al no recibir respuesta, decidió acudir personalmente al lugar donde habían realizado la compra. Para su sorpresa, el concesionario estaba vacío. “No había nadie. El lote estaba cerrado y no había rastro del vendedor con el que habíamos tratado”, explicó Jaime.

Fue entonces cuando decidieron acudir a la policía de Oregon City. La investigación inicial arrojó resultados alarmantes: el número de identificación del vehículo (VIN) que figuraba en los documentos no correspondía con la camioneta que habían comprado. El VIN estaba vinculado a otro vehículo, mientras que la GMC 2023 que poseían había sido reportada como robada en Dallas, Texas, meses antes.

Al presentar la situación ante las autoridades, los Correa recibieron noticias que no esperaban. Las leyes locales estipulan que los vehículos robados deben ser devueltos a sus propietarios legales o aseguradoras, lo que significó que la pareja tuvo que entregar la camioneta a la policía.

April Correa describió la experiencia
April Correa describió la experiencia como devastadora, afirmando que perdieron todos sus ahorros en la estafa. (Imagen Ilustrativa Infobae)

April recordó el momento en que preguntó a los oficiales sobre el dinero que habían pagado. “¿Qué significa esto para nosotros?”, preguntó. “Acabamos de gastar 45.000 dólares. ¿Qué se supone que debemos hacer ahora?”. La respuesta fue desgarradora: no había forma de recuperar el dinero. “El oficial simplemente nos dijo que no había nada más que hacer, que nuestro dinero se había perdido”, relató April.

La pérdida de 45.000 dólares significó para los Correa la desaparición de todos sus ahorros. La pareja, que había trabajado arduamente para reunir esa cantidad, se vio devastada tanto emocional como financieramente. “No hay un final feliz para nosotros”, dijo April. “Es difícil aceptar que hemos sido estafados y que no hay forma de recuperar lo que perdimos. Es una situación muy difícil”.

Los Correa no son los únicos afectados. Según April, ha conocido al menos a otras nueve personas que también fueron víctimas de estafas similares en el área. La policía de Oregon City sigue investigando el caso, pero hasta el momento no hay sospechosos detenidos.

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