Sebastián Zapeta, el migrante acusado de quemar viva a una mujer en el metro de NY, compareció ante un tribunal

Autoridades de inmigración confirmaron que el hombre fue deportado en 2018, pero reingresó ilegalmente a Estados Unidos más tarde

Sebastian Zapeta compareció ante un tribunal luego de prenderle fuego a una mujer. (AP foto/Curtis Means via Pool)

Un silencio inquietante envolvía la estación Coney Island del metro de la ciudad de Nueva York el domingo por la mañana, cuando los gritos de auxilio rompieron la rutina habitual. En el interior de un vagón detenido, una mujer ardía en llamas mientras algunos pasajeros miraban atónitos desde la plataforma. El atacante, Sebastián Zapeta, de 33 años, se había sentado en un banco cercano para observar cómo el fuego consumía a su víctima, según detalló el fiscal adjunto Ari Rottenberg durante la lectura de cargos este martes 24 de diciembre.

Zapeta, un ciudadano guatemalteco que según funcionarios de inmigración ingresó ilegalmente a Estados Unidos tras haber sido deportado en 2018, ahora enfrenta dos cargos de asesinato y uno de incendio provocado. La gravedad de las acusaciones podría llevarlo a enfrentar cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, de acuerdo con reportes de The Associated Press (AP).

El crimen, descrito como un “acto de violencia espantoso y sin sentido” por el fiscal de distrito de Brooklyn, Eric González, ocurrió aparentemente sin provocación. La víctima, cuya identidad aún no ha sido revelada, podría haber estado dormida cuando Zapeta la atacó, encendiendo su ropa con un encendedor y avivando las llamas con su propia camisa.

Cargos por asesinato e incendio provocado

El sospechoso compareció portando un traje blanco similar al que utilizó el 23 de diciembre. (WABC-TV vía AP)

El fiscal Rottenberg relató ante el tribunal que después de iniciar el fuego, Zapeta se mantuvo en la escena, observando con calma mientras el cuerpo de la mujer ardía. Imágenes de video obtenidas por la policía muestran a oficiales llegando minutos después, algunos en busca de extintores mientras otros permanecían cerca del vagón. Sin embargo, cuando finalmente lograron extinguir el fuego, la mujer ya había fallecido.

“Los agentes que patrullaban en el nivel superior de esa estación percibieron y olieron humo y gueron a investigar. Lo que vieron fue a una persona parada dentro del vagón del tren completamente envuelta en llamas”, explicó la comisaria de policía Jessica Tisch.

El arresto de Zapeta se produjo horas después del incidente, cuando fue identificado por un grupo de adolescentes que reconocieron su imagen en las alertas policiales difundidas en redes sociales.

Durante su audiencia en el tribunal penal de Brooklyn, Zapeta compareció vestido con un uniforme blanco, cubierto por una sudadera negra. Andrew Friedman, su abogado defensor, no solicitó fianza y se abstuvo de hacer comentarios ante los medios, tal y como reportó AP. El acusado permanecerá detenido en el complejo penitenciario de Rikers Island hasta su próxima comparecencia programada para el viernes.

Oficiales de policía divulgaron la dirección de Zapeta, misma que coincide con la de un refugio que, de acuerdo con AP, ofrece alojamiento y apoyo para el abuso de sustancias.

Fue deportado y reingresó de manera ilegal años después

La policía de Nueva York buscó a Zapeta luego de que cometiera el crimen. (NYPD)

El ahora acusado de haber asesinado a una mujer prendiéndole fuego fue deportado hace seis años, en 2018, sin embargo, reingresó ilegalmente a Estados Unidos, tal y como reportó la agencia de noticias.

Videos del ataque rápidamente se viralizaron en redes sociales, mostrando a pasajeros desconcertados y, en algunos casos, a oficiales de policía caminando cerca del vagón sin intervenir de inmediato. La imagen de la mujer envuelta en llamas ha dejado una profunda huella en la ciudad.

El jefe de tránsito de la policía, Joseph Gulotta, defendió la actuación de los oficiales, explicando que la prioridad fue asegurar la escena y buscar ayuda inmediata. Sin embargo, la respuesta ha generado críticas entre los usuarios del metro, quienes cuestionan si las medidas de seguridad actuales son suficientes para prevenir crímenes de esta magnitud.