El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo que nombró a Mauricio Claver-Carone como Enviado Especial del Departamento de Estado para América Latina.
“Me complace anunciar a Mauricio Claver-Carone como Enviado Especial del Departamento de Estado para América Latina”, escribió el magnate republicano en su red social Truth Social. “Mauricio ha desempeñado muchas funciones importantes, incluso en la Casa Blanca, como mi Director Principal para Asuntos del Hemisferio Occidental”.
Claver-Carone también fue presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) entre 2020 y 2022, tras una candidatura impulsada por Trump durante su primer gobierno.
“En los últimos cuatro años, el caos y la anarquía se han apoderado de nuestras fronteras. Es hora de restablecer el orden en nuestro propio hemisferio. Mauricio conoce la región y sabe cómo anteponer los intereses de Estados Unidos”, señaló Trump.
Y agregó: “También conoce las graves amenazas a las que nos enfrentamos por la inmigración masiva ilegal y el fentanilo. Como Enviado Especial del Departamento de Estado, Mauricio trabajará incansablemente para proteger al pueblo estadounidense”.
Claver-Carone es considerado cercano al senador Marco Rubio, de Florida, a quien Trump eligió como próximo secretario de Estado norteamericano.
Rubio, un cubano conservador, considerado un ‘halcón’ en política exterior, tendrá a su cargo -una vez conseguida la aprobación del Senado- el liderazgo de cuestiones como la guerra entre Rusia y Ucrania -que el republicano prometió terminar “en 24 horas”-, el conflicto entre Israel y los grupos terroristas proiraníes, el nuevo Gobierno en Siria, la enemistad con China, el crecimiento del programa nuclear de Teherán, el narcotráfico y la migración desde México, y las dictaduras latinoamericanas como Venezuela, Cuba y Nicaragua, entre otras cuestiones.
De todo ello, sin embargo, lo que se espera que predomine en su agenda es el trabajo regional, que durante años fue denominado despectivamente “el patio trasero” de Washington, inclusive con la creciente presencia de estos adversarios extracontinentales en la zona y sus estratégicas alianzas.
Quién es Mauricio Claver-Carone
Claver-Carone, de 49 años, es conocido por su línea dura hacia Cuba y el régimen de Venezuela.
De hecho, antes de ser el principal asesor de Trump para Latinoamérica, este abogado de origen cubano nacido en Miami era conocido por su blog Capitol Hill Cubans, donde criticaba fuertemente la apertura del anterior Gobierno de Barack Obama con La Habana.
Se desempeñó en varios cargos en el Departamento del Tesoro y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Además, fue el fundador y presentador del programa bilingüe de política exterior From Washington Al Mundo, que contaba con la dirección de la periodista cubana Cristina Saralegui.
En 2003 Claver-Carone fundó un grupo de acción política para promover un cambio de Gobierno en Cuba, US-Cuba Democracy PAC, que ha donado fondos a las campañas de Rubio y la legisladora republicana Mario Díaz-Balart.
En 2016, en tanto, fue nombrado miembro del equipo de transición de Trump. Y desde septiembre de 2018 ocupó el cargo de Asistente Especial del Presidente y Director Principal de la dirección de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
En septiembre de 2020, fue elegido como el primer presidente estadounidense del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cargo que mantuvo hasta septiembre de 2022.
El nombramiento de Claver-Carone es el más reciente anunciado por Trump en el marco de una reorganización más amplia de la acción exterior estadounidense. Solo este fin de semana, el presidente electo indicó la designación de Brian Burch, líder del grupo de defensa política conservador CatholicVote, como embajador de EEUU, del empresario multimillonario Tilman Fertitta como embajador de Estados Unidos en Italia y de Mark Burnett como enviado especial en el Reino Unido.
El pasado mes de noviembre, Claver-Carone sugirió aplicar el arancel del 60% sobre bienes chinos en Estados Unidos a todos aquellos productos que pasen por el nuevo puerto de Chancay, en Perú.
El flamante enviado especial del Departamento de Estado para América Latina sostuvo que esta tasa debería aplicarse sobre productos provenientes tanto de China como de países de Sudamérica, siempre y cuando se valgan de la nueva infraestructura impulsada por el régimen de Beijing en la región, con la que sigue aumentando su presencia y dominio.
“Cualquier producto que pase por Chancay o cualquier puerto de propiedad o controlado por China en la región debería estar sujeto a un arancel del 60%, como si el producto fuera de China”, dijo en una entrevista a Bloomberg.
La principal razón por la que Claver-Carone impulsa esta iniciativa, según explicó, es para evitar el transbordo, es decir, el ingreso de mercancías de terceros países en un territorio para, luego, ser reexportadas hacia el mercado en su destino final -en este caso, Estados Unidos-, con aranceles más bajos que los que se cobrarían si se tratara de envíos directos.
La medida también desalentaría a países latinoamericanos de acercarse al régimen de China y permitir que construyan infraestructuras en sus territorios, una tendencia en aumento, según quedó al descubierto en un informe de la ONU, que expuso que el gigante asiático domina las inversiones y el comercio en la región, por gran ventaja sobre otros actores.