La relación laboral entre Amazon y sus trabajadores enfrenta un nuevo capítulo de tensiones con la huelga iniciada este jueves, organizada por el sindicato conocido como Hermandad Internacional de Camioneros (Teamsters). Este movimiento busca presionar a la empresa para alcanzar un acuerdo laboral durante un período crítico para las ventas: la temporada alta de compras de Navidad.
La huelga afecta a trabajadores de siete instalaciones de Amazon, incluyendo almacenes y estaciones de entrega. El sindicato, que previamente había autorizado estas huelgas, acusa a la empresa de comercio digital de ignorar el plazo establecido para negociar un contrato colectivo. El movimiento se enmarca en un contexto de crecientes demandas por mejores condiciones laborales y el reconocimiento pleno de los derechos sindicales en un sector que emplea a más de un millón y medio de personas globalmente, de acuerdo con reportes de The Associated Press (AP).
El sindicato fijó previamente como plazo el domingo para que los directivos del gigante del comercio digital accediera a discutir un acuerdo, pero la empresa no respondió. Según los Teamsters, esta falta de compromiso llevó a los trabajadores a declararse en huelga, en lo que califican como el mayor movimiento organizado contra la compañía en Estados Unidos.
Un golpe para Amazon antes de Navidad
La huelga tiene como epicentros un almacén en San Francisco, California, y seis estaciones de entrega en diferentes ciudades como Nueva York, Atlanta (Georgia), Skokie (Illinois) y el sur de California. Según los Teamsters, otros trabajadores de diferentes instalaciones están “preparados para unirse” al movimiento, en un esfuerzo por escalar la presión hacia Amazon.
El sindicato representa a un aproximado de 10.000 empleados en 10 instalaciones de Amazon, una cifra modesta si se compara con la fuerza laboral global de la empresa. En Staten Island, Nueva York, miles de trabajadores sindicalizados desde 2022 han reforzado su afiliación a los Teamsters, consolidando su representación. En otras instalaciones, incluidos muchos conductores de reparto, el sindicato asegura contar con el apoyo mayoritario de los trabajadores.
Sean M. O’Brien, presidente general de los Teamsters, acusó en un comunicado citado por AP a Amazon de presionar a sus trabajadores a irse a huelga debido a la falta de respeto por sus derechos. En respuesta, la portavoz de la empresa, Kelly Nantel, desestimó las acusaciones, afirmando que los conductores organizados por el sindicato no son empleados directos de la compañía, sino trabajadores de terceros bajo el modelo de socios de servicio de entrega (Delivery Service Partners).
“Desde hace más de un año, los miembros del sindicato han seguido engañando intencionadamente al público, afirmando que representan a ‘miles de empleados y conductores de Amazon’. No es así, y este es otro intento de difundir una narrativa falsa”, enfatizó Nantel.
Las tensiones entre la compañía de Jeff Bezos los sindicatos también incluyen disputas legales. Amazon busca impugnar ante los tribunales la constitucionalidad de la NLRB, organismo que supervisó las elecciones sindicales en Staten Island.
A pesar de la postura de la empresa, algunos reguladores laborales estadounidenses han respaldado a los miembros del sindicato en su argumento de que Amazon ejerce un control significativo sobre las actividades de los conductores, lo que justificaría su clasificación como empleados directos.
Mientras los trabajadores continúan en huelga y más empleados evalúan unirse al movimiento, la situación pone de relieve los desafíos estructurales en la relación laboral de Amazon. Los resultados de este enfrentamiento tendrán implicaciones significativas para la estrategia sindical en Estados Unidos y la reputación de la empresa como empleador en un sector altamente competitivo, mientras que las acciones del gigante del comercio digital subieron más del 1% antes de la apertura del mercado este jueves 19 de diciembre, según AP.