La economía de Estados Unidos creció el 0,8% en el tercer trimestre de 2024, una décima más de lo estimado (0,7%), según los datos definitivos de la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA) publicados este jueves.
La BEA también revisó al alza el ritmo anual de crecimiento entre julio y septiembre, que fue del 3,1%, tres décimas más de lo anteriormente proyectado (2,8 %).
Esta es la segunda de las dos revisiones que hace la oficina sobre los datos de crecimiento del país, tras ofrecer en octubre un dato estimado inicial y una primera revisión en noviembre.
Las cifras son levemente superiores a las del segundo trimestre, cuando el PBI de Estados Unidos creció un 0,7% en comparación con el trimestre anterior y un 3% interanual.
El aumento del PBI real reflejó principalmente aumentos en el gasto de consumo, las exportaciones, el gasto del Gobierno federal y la inversión fija no residencial. Las importaciones, que son una resta en el cálculo del PBI, aumentaron.
El gasto de los consumidores, en particular, ha sido un factor clave del crecimiento, incluso cuando los estadounidenses se han resentido del aumento del coste de la vida, gracias a la buena salud del mercado laboral.
“En comparación con el segundo trimestre, la aceleración del PBI real en el tercer trimestre reflejó principalmente la aceleración de las exportaciones, el gasto de los consumidores y el gasto del Gobierno federal”, declaró el jueves el Departamento de Comercio.
Los datos confirman la fortaleza de la economía estadounidense y se dieron a conocer un día después de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) bajara por tercera vez consecutiva las tasas de interés.
En concreto, el banco central aplicó un recorte de un punto, hasta un rango del 4,25 al 4,5% y su presidente, Jerome Powell, anticipó un ritmo de bajadas más lento de cara a 2025.
La tasa de inflación volvió a subir en noviembre, por segundo mes consecutivo, y se elevó una décima hasta el 2,7%.
El recorte de tipos fue la última decisión de la Fed bajo el mandato del demócrata Joe Biden, dado que en la próxima reunión, prevista para los días 28 y 29 de enero, estará ya en el poder el republicano Donald Trump.
“La composición de las revisiones refuerza nuestra convicción de que la economía se asienta sobre bases sólidas y de que 2025 será otro buen año“, declaró Ryan Sweet, economista jefe para EE.UU. de Oxford Economics.
A pesar del impulso del gasto de los consumidores, Sweet advirtió de variaciones en función de los ingresos de los hogares. Los hogares con rentas altas “están cosechando los beneficios de un mercado laboral ajustado, el aumento de la vivienda y la riqueza bursátil”, mientras que los hogares con rentas más bajas siguen bajo presión financiera, dijo, y añadió que es poco probable que esto cambie el año que viene.
También advirtió de que los inventarios y las exportaciones netas serán volátiles, sobre todo en el primer semestre del próximo año, en medio de la amenaza de aranceles del presidente electo Donald Trump.
Es probable que las empresas adelanten algunas importaciones ante los posibles aranceles.
(Con información de EFE y AFP)