El presidente electo Donald Trump solicitó públicamente a la administración del presidente Joe Biden que detenga la venta de materiales destinados a la construcción de su polémico muro fronterizo con México. Los paneles de acero, diseñados como parte de la controvertida barrera impulsada durante el primer mandato de Trump, se han vendido como excedente desde abril de 2023 en la plataforma de subastas GovPlanet, lo que ha desatado críticas entre los republicanos, quienes califican el acto como un “desperdicio de recursos de seguridad nacional”.
Trump expresó su rechazo el lunes 16 de diciembre en una conferencia desde su residencia en Mar-a-Lago, Florida. “Es un acto casi criminal”, dijo. Además, advirtió que estos materiales serían necesarios para continuar con la construcción del muro una vez que asuma su segundo mandato el próximo 20 de enero. El presidente electo acusó a la administración Biden de vender los paneles “por cinco centavos de dólar” respecto a su costo original.
La construcción del muro fronterizo fue una de las promesas clave del gobierno de Trump. Durante su primer mandato (2017-2021), se erigieron 79 kilómetros de nuevos muros primarios y se reforzaron 482 kilómetros adicionales de barreras existentes. Trump afirmó que su administración había ordenado la fabricación de materiales para expandir el muro en 320 kilómetros más, pero la llegada de Biden a la presidencia en 2021 detuvo el proyecto. Desde entonces, los paneles han permanecido almacenados en diversas ubicaciones a lo largo de la frontera, acumulando óxido y deterioro.
Venta de excedentes: cómo y por qué sucede
Los materiales excedentes, valorados en 300 millones de dólares, comenzaron a ser subastados en cumplimiento del National Defense Authorization Act (NDAA), aprobado por el Congreso de Estados Unidos. Esta legislación, introducida por legisladores republicanos, exigía al Departamento de Defensa (DOD) desarrollar un plan para utilizar, transferir o donar los materiales adquiridos para la construcción de barreras fronterizas entre 2017 y 2022.
El DOD transfirió aproximadamente el 60% de los materiales a entidades autorizadas como la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y a estados fronterizos como Texas, Arizona, California y Nuevo México. El 40% restante fue vendido a través de contratos competitivos en GovPlanet, una plataforma especializada en la venta de excedentes gubernamentales.
La controversia radica en que algunos republicanos consideran que los materiales aún podrían usarse para reforzar la seguridad fronteriza. Según The Daily Wire, un medio de comunicación conservador, citado por The Washington Post, agentes de la Patrulla Fronteriza informaron que los paneles están siendo transportados desde al menos tres puntos de la frontera en Arizona, con el objetivo de retirarlos antes de la Navidad.
Los lotes iniciales en las subastas comenzaron con precios tan bajos como cinco dólares por panel, alcanzando una recaudación inicial de 2 millones de dólares por 94 lotes vendidos en abril de 2023. Cada panel fue adquirido en promedio por 212 dólares, muy por debajo de su costo original.
Sin embargo, el DOD ha defendido la subasta, asegurando que el gobierno ya no es propietario de los paneles y que no tiene autoridad legal para detener las ventas. En un comunicado publicado en el periódico Arizona Republic, un portavoz del DOD afirmó que las ventas cumplen con la ley y están diseñadas para reducir costos asociados con el almacenamiento y mantenimiento de estos materiales.
La respuesta de los republicanos
El rechazo de Trump no ha sido la única voz republicana que se ha alzado contra las subastas. Dan Patrick, vicegobernador de Texas, calificó la venta como un ataque tanto al expresidente como al pueblo estadounidense. En declaraciones para Fox News, Patrick aseguró que Texas está evaluando la posibilidad de comprar algunos de los paneles para reforzar sus propias barreras fronterizas. Sin embargo, admitió que gran parte del material está en malas condiciones, cubierto de concreto y óxido, y que los costos de transporte desde Arizona a Texas serían elevados.
“El gobierno de Biden está tratando nuestra seguridad nacional como si fuera una venta de garaje”, afirmó Patrick. Además, publicó en X que discutió el tema con el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien pidió al Texas Facilities Commission investigar qué materiales podrían ser útiles. Patrick indicó que algunas piezas podrían ser rescatadas para futuros usos, pero cuestionó si el esfuerzo valdría la pena.
Por su parte, el exgobernador republicano de Arizona, Doug Ducey, calificó las subastas como un intento deliberado de la administración Biden por “mantener las fronteras abiertas”. Ducey, quien enfrentó críticas durante su mandato por el uso de contenedores como barreras provisionales en la frontera, destacó que estos materiales podrían haber sido utilizados para completar las secciones faltantes del muro.
El senador republicano por Arkansas, Tom Cotton, también ha presionado al DOD para que preserve todos los registros relacionados con la venta de estos materiales. En una carta dirigida al secretario de Defensa, Lloyd Austin, Cottonexigió una rendición de cuentas completa y un listado detallado de las empresas que adquirieron los paneles. “Este despilfarro flagrante del dinero de los contribuyentes y el desprecio por las preocupaciones de seguridad nacionalterminarán el 20 de enero de 2025, cuando Trump asuma nuevamente el cargo”, afirmó Cotton.
El National Defense Authorization Act exige que el Departamento de Defensa reduzca los costos asociados al almacenamiento de materiales no utilizados, una medida que recibió apoyo bipartidista en el Congreso. Sin embargo, algunos legisladores republicanos intentaron en agosto de 2023 introducir una enmienda que hubiera condicionado la venta de estos materiales. La propuesta buscaba que los paneles se donaran únicamente si los estados receptores los usaban para construir barreras físicas permanentes contra el tráfico humano ilegal.
Trump y sus aliados consideran que las acciones del gobierno de Biden están diseñadas para complicar los esfuerzos del próximo gobierno republicano por retomar la construcción del muro. El presidente electo aseguró que el costo de reponer los materiales vendidos será significativamente mayor, lo que podría superar los “cientos de millones de dólares”.