Elon Musk lanzó su propia escuela: así es Ad Astra, su proyecto educativo en Texas

Con un modelo basado en el aprendizaje práctico y la resolución de problemas, el CEO de Tesla busca integrar la ciencia, la tecnología y la innovación en la formación de niños

La escuela Ad Astra se construye en un terreno de 16 hectáreas en Bastrop, Texas. (Reuters)

Elon Musk, conocido por liderar proyectos innovadores como Tesla y SpaceX, dio un paso en el ámbito educativo con la creación de Ad Astra, una escuela privada inspirada en la metodología Montessori. Ubicado en Bastrop, Texas, Bloomberg señaló que, el empresario busca replantear la educación en Estados Unidos.

Con esta iniciativa, Musk busca ampliar su influencia hacia el sistema educativo y propone una visión futurista para la formación de las próximas generaciones.

Cómo es Ad Astra, la escuela de Musk

Ad Astra se enfocará en áreas como Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, buscando fomentar en los estudiantes las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos del mundo tecnológico, una visión marcada del CEO de Tesla.

La escuela se construye sobre un terreno de 16 hectáreas en Bastrop, donde una casa de 1.219 metros cuadrados ha sido remodelada para albergar la escuela. Este espacio sitúa a la institución cerca de otros proyectos clave de Musk, como SpaceX y The Boring Company, que tienen operaciones en la misma zona.

La ubicación estratégica de Ad Astra, en un área que está creciendo como un núcleo de actividades relacionadas con las empresas del magnate, sugiere un enfoque integrado. Además de ser un centro educativo, podría estar vinculado a las necesidades de las familias de los empleados que trabajan en estos proyectos tecnológicos de vanguardia.

La escuela de Musk dará clases a niños entre 3 y 9 años. (Ad Astra)

Quiénes pueden estudiar en Ad Astra

La enseñanza abarca un rango de edades con grupos divididos en dos categorías: de 3 a 6 años y de 6 a 9. Este enfoque personalizado permite que cada niño avance a su propio ritmo mientras desarrolla habilidades esenciales como la lectura, escritura y matemáticas.

Además, el currículo secuenciado y basado en actividades busca cultivar en los estudiantes capacidades de resolución de problemas desde edades tempranas.

Ad Astra, en su etapa inicial, tiene capacidad para atender hasta 21 estudiantes, según los permisos emitidos por las autoridades estatales de Texas. Sin embargo, la información en su página web sugiere que la escuela planea atender a un total de 48 estudiantes.

El acceso al colegio es abierto a todos los niños dentro de los rangos de edad especificados, ofreciendo una oportunidad única para quienes buscan una alternativa educativa innovadora en la región. Aunque en sus primeras fases aún no se han registrado estudiantes o maestros, Musk confía en volverse un referente en la educación privada.

Cuánto costará estudiar en la escuela de Musk

Uno de los aspectos destacados de Ad Astra es su enfoque hacia la accesibilidad financiera en las primeras etapas de su operación. Según su página web, la matrícula será inicialmente subsidiada, lo que permitirá a más familias beneficiarse de esta propuesta educativa. Sin embargo, el plan a largo plazo establece que el costo de la matrícula se equiparará con el de otras escuelas privadas locales que ofrezcan programas educativos ampliados.

La decisión de adaptar los costos a estándares locales asegura que el proyecto de Musk se mantenga competitiva en el sector privado, mientras conserva su visión y compromiso con la innovación educativa.

Musk ya ha invertido en otra institución educativa innovadora en Austin.(REUTERS/David Swanson)

Magnates y educación

El proyecto Ad Astra de Musk se enmarca en un contexto más amplio de interés por parte de líderes tecnológicos en transformar la educación. El multimillonario ya había manifestado anteriormente su interés en la creación de instituciones educativas innovadoras, destinando recursos significativos para este propósito, como su plan de construir una escuela primaria y secundaria tecnológica en Austin.

Este esfuerzo no es único entre las figuras influyentes del sector tecnológico. Líderes como Mark Zuckerberg, Jeff Bezos y Bill Gates han financiado proyectos educativos con enfoques particulares, desde personalizar el aprendizaje hasta promover la educación temprana. Ad Astra se suma a esta tendencia, destacándose por integrar elementos Montessori y STEM en un modelo que podría ser un puente entre la educación tradicional y los desafíos del futuro tecnológico.