El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, nominó este lunes como nuevo embajador ante Uruguay a Lou Rinaldi, un empresario al que definió como “amigo de toda la vida” y “gran golfista”.
“Lou es un gran golfista y estará en un país con algunos campos excelentes”, afirmó en un comunicado de su equipo de transición.
“Un exitoso empresario, emprendedor y amigo de toda la vida, Lou aporta una vida de experiencia y una perspectiva única a este importante papel”, añadió Trump.
Rinaldi se crió en Uruguay después de que su familia emigrara a ese país desde Italia. Ya adulto, emigró a Estados Unidos.
“Habiendo crecido en Uruguay, posee un profundo entendimiento de la cultura e historia del país”, dijo Trump.
El puesto de embajador tiene que ser confirmado por el Senado, cámara en la que los republicanos tendrán la mayoría a partir de enero.
El líder republicano también designó a Leah Francis Campos como embajadora en República Dominicana.
Con una trayectoria en seguridad nacional, Campos sirvió como Oficial de Casos de la CIA y posteriormente trabajó como Asesora Principal para el Hemisferio Occidental en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Trump resaltó que su experiencia aportará “compromiso con nuestra Seguridad Nacional y Prosperidad”.
“Leah llevará su amor por el país y su compromiso con nuestra Seguridad Nacional y Prosperidad a su puesto como embajadora de los Estados Unidos en la República Dominicana. ¡Felicitaciones Leah!”, añadió Trump.
Además de Rinaldi y Campos, Donald Trump anunció nominaciones para otras embajadas clave:
- George Edward Glass como embajador en Japón.
- Stacey Feinberg en Luxemburgo.
- Arthur Graham Fisher en Austria.
El presidente electo describió a sus candidatos como individuos con “experiencia única” y cualidades destacables que los hacen idóneos para representar los intereses de Estados Unidos en el extranjero.
Por otro lado, el líder republicano organizó una cena con los consejeros delegados de Pfizer y Eli Lilly en la que estuvo presente Robert F. Kennedy Jr., su candidato a secretario de Salud y conocido crítico del sector farmacéutico, para facilitar su nombramiento, según informaron este lunes medios estadounidenses.
Trump eligió uno de los exteriores ajardinados de Mar-a-Lago, su residencia de West Palm Beach, para reunir a los consejeros delegados de Pfizer, Albert Bourla, y de Eli Lilly, David Ricks, así como el jefe de la patronal de Fabricantes e Investigación Farmacéutica de EEUU (PhRMA), Steve Ubl.
El objetivo de la reunión fue disipar las dudas de la industria farmacéutica sobre la posibilidad de que RFK Jr. se convierta en secretario de Salud, quien ha mostrado su escepticismo sobre la efectividad de algunas vacunas y denomina a los grandes del sector farmacéutico como una “sociedad criminal”.
RFK Jr. mantendrá esta semana reuniones con senadores en el Capitolio para conseguir los apoyos necesarios que aseguren su confirmación en el Senado.
La reunión, de la que inicialmente informó Axios, se celebró el pasado 4 de diciembre.
Según fuentes citadas este lunes por el diario The Washington Post, Trump expresó en la reunión sus críticas por el coste de los fármacos en el país, algo de lo que los productores responsabilizan a los intermediarios.
Asimismo, ofreció ayuda para aumentar la producción de fármacos en plantas en Estados Unidos e indicó que la industria no tiene nada que temer sobre una posible prohibición de algunas vacunas.
Según el mismo diario, Kennedy dijo que sería necesario estudiar más las dosis idóneas en la vacunación de bebés y la posibilidad de que causen enfermedades crónicas, al tiempo que volvió a sugerir que las vacunas causan autismo, algo que múltiples estudios han desmentido.
(Con información de EFE)