Un juez en el condado de Clark, Nevada, condenó a Christopher McDonnell, un hombre de 32 años oriundo de Tyler, Texas, a 100 años de prisión por su participación en un tiroteo masivo que sembró el pánico en el estado el Día de Acción de Gracias de 2020. La jornada violenta, que comenzó con disparos indiscriminados desde un vehículo en movimiento, dejó un saldo trágico de un muerto y varios heridos, y es recordada como uno de los sucesos más impactantes en la región en los últimos años.
El crimen, que las autoridades describieron como un “tiroteo móvil masivo”, inició en la madrugada del 26 de noviembre de 2020 en las afueras de Las Vegas. A lo largo de 11 horas, McDonnell y sus dos acompañantes abrieron fuego al azar contra conductores y peatones en una serie de ataques que se extendieron desde Nevada hasta Arizona.
Una ruta llena de violencia
El recorrido fatal de McDonnell llegó a su momento más violento en una tienda 7-Eleven en Henderson, cerca al sureste de Las Vegas. Allí, Kevin Mendiola Jr., un joven de 22 años, fue asesinado a tiros mientras intentaba proteger a su novia, Jayde Libby, quien resultó lastimada. En el lugar también fueron alcanzados por las balas otros cuatro civiles, dejando un saldo de múltiples heridos.
Tras el ataque en Henderson, el trío continuó su recorrido violento hacia el estado de Arizona, disparando desde su vehículo a otros conductores. La cacería culminó cerca de Bouse, Arizona, luego de un enfrentamiento con las fuerzas policiales. La persecución finalizó cuando el vehículo de los sospechosos, con placas de Texas, sufrió un accidente y se estrelló, obligando a los ocupantes a rendirse. Durante el enfrentamiento, un acompañante de McDonnell resultó herido por disparos de los agentes.
A lo largo del recorrido de violencia, los tres acusados dejaron tras de sí casi una docena de escenas del crimen, en las que numerosos automóviles fueron alcanzados por las balas. Aunque en varios casos los disparos dañaron los vehículos, afortunadamente los ocupantes no resultaron heridos. La combinación de la aleatoriedad de los ataques y la duración del evento sembró el pánico en las comunidades afectadas, generando una respuesta policial masiva que involucró a agencias de Nevada y Arizona.
Consecuencias legales
El proceso judicial contra Christopher McDonnell estuvo marcado por complejidades legales debido a la naturaleza del caso y al estado mental del acusado. En octubre de 2023, McDonnell se declaró culpable, pero mentalmente enfermo de casi dos docenas de cargos graves presentados en el estado de Nevada. Entre ellos destacan:
- Asesinato en primer grado
- Múltiples cargos de intento de asesinato
- Conspiración para cometer asesinato
- Disparos a vehículos ocupados
- Posesión ilegal de armas de fuego
La declaración de culpabilidad por parte del acusado surgió tras un proceso judicial prolongado. En 2021, un juez determinó que el acusado no era mentalmente competente para ser juzgado y ordenó su tratamiento. Sin embargo, un año después, McDonnell fue reevaluado y declarado apto para enfrentar el juicio, lo que permitió que el caso avanzara.
Durante la audiencia de sentencia en Clark County, el sujeto, con el rostro tatuado para asemejar un cráneo, tomó la palabra para dirigirse al tribunal con una breve declaración: “Asumo toda la responsabilidad por mis actos y agradezco a la corte por administrar justicia.”
La jueza del caso, Tierra Jones, condenó a McDonnell a un mínimo de 100 años de prisión, con opción a libertad condicional únicamente en el año 2120, cuando el acusado tendría más de 120 años de edad. La sentencia refleja la gravedad de los delitos y el impacto duradero del ataque en las víctimas y la comunidad.
Por otro lado, el proceso judicial de los otros dos acusados, Shawn McDonnell (hermano del sentenciado) y Kayleigh Lewis, su entonces esposa, aún está pendiente. Según las autoridades, Lewis conducía el vehículo desde el cual los hermanos disparaban indiscriminadamente a los automovilistas. En el 2023, la mujer solicitó el divorcio, lo que añadió otra dimensión al caso.
Ninguno de los abogados defensores de Shawn McDonnell ni de Kayleigh Lewis ha emitido declaraciones públicas sobre el estado de los procesos judiciales, y ambos enfrentan cargos similares a los de Christopher.