Aunque los hombres dominan los tiroteos, el caso de Wisconsin reabrió el análisis de las atacantes femeninas

Una adolescente de 15 años abrió fuego en una escuela cristiana de Madison; la baja incidencia de mujeres en tiroteos masivos genera un nuevo análisis

El ataque en Wisconsin, perpetrado por una adolescente, reabre el debate sobre la participación femenina en tiroteos y sus motivaciones. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En un trágico incidente registrado en la escuela Abundant Life Christian de Madison, Wisconsin, una adolescente de 15 años abrió fuego el pasado lunes, dejando un saldo de dos muertos y seis heridos antes de fallecer a causa de una herida autoinfligida, según las primeras hipótesis de las autoridades policiales. Este suceso se suma a los más de 320 tiroteos en zonas escolares reportados en lo que va del año en Estados Unidos, según datos de la K-12 School Shooting Database, que evidencian una preocupante tendencia en aumento.

De acuerdo con los informes preliminares, el ataque comenzó poco después del inicio de las clases matutinas, cuando la atacante ingresó armada al edificio principal de la escuela. Testigos presenciales relataron momentos de pánico y confusión entre estudiantes y personal docente, que intentaron refugiarse en aulas y pasillos para evitar ser alcanzados por los disparos. Equipos de emergencia acudieron al lugar en cuestión de minutos, evacuando a los heridos y asegurando las instalaciones en medio de un operativo que duró varias horas.

Sin embargo, lo que distingue este caso de otros tiroteos es la identidad de la atacante. La participación femenina en este tipo de hechos es extraordinariamente baja, lo que ha generado un análisis más profundo de las motivaciones y el contexto detrás del ataque.

El ataque en Wisconsin, uno de los pocos casos de tiroteos protagonizados por mujeres, ha generado interrogantes sobre sus motivaciones. (Credito: Abundant Life Christian School Foundation)

La baja incidencia femenina en los tiroteos escolares

Históricamente, los tiroteos masivos y escolares han sido perpetrados en su mayoría por hombres. De acuerdo con un análisis de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) sobre tiradores activos entre 2000 y 2019, de un total de 345 atacantes, 332 fueron hombres y 13 mujeres.

Una tendencia similar se observa en los tiroteos masivos, definidos por el FBI como ataques con al menos cuatro víctimas fatales. Entre 1966 y 2019, 97,7% de los responsables de estos actos fueron hombres.

La criminóloga Jillian Peterson, cofundadora del Proyecto de Prevención de la Violencia, explica que muchos tiradores masculinos suelen seguir patrones de imitación, inspirándose en ataques previos como los perpetrados en Columbine o Virginia Tech. En contraste, las mujeres rara vez replican estos comportamientos ni buscan inspiración en tragedias anteriores.

Un precedente histórico: el caso de Brenda Spencer

Aunque son extremadamente raros, existen antecedentes de ataques realizados por mujeres jóvenes. Uno de los casos más recordados es el de Brenda Spencer, ocurrido en San Diego, California, en 1979. A la edad de 16 años, Spencer disparó desde la ventana de su casa hacia una escuela primaria cercana, matando a dos adultos e hiriendo a nueve niños.

Cuando se le preguntó por sus motivos, Brenda ofreció una respuesta que conmocionó a la opinión pública: “Porque no me gustan los lunes. ¿Te gustan los lunes?”.

Esta frase inspiró la conocida canción “I Don’t Like Mondays” de la banda Boomtown Rats. Brenda Spencer fue sentenciada a cadena perpetua y será elegible para libertad condicional en 2025.

Si bien este caso marcó un hito en la historia de la violencia escolar, ha seguido siendo una anomalía estadística. No obstante, demuestra que, aunque infrecuentes, los ataques protagonizados por mujeres pueden ocurrir y suelen responder a motivaciones distintas a las observadas en atacantes masculinos.

El caso de Brenda Spencer en 1979 sigue siendo un referente histórico por ser uno de los primeros tiroteos escolares cometidos por una mujer. (AP)

Otros casos recientes y los estudios sobre violencia femenina

En décadas recientes, otros incidentes aislados han involucrado a atacantes femeninas. Algunos ejemplos incluyen:

  • 2006: Una ex empleada del Servicio Postal de Estados Unidos asesinó a seis personas en un ataque en su lugar de trabajo.
  • 2018: Se registraron ataques en San Bruno, California, y en Aberdeen, Maryland, también perpetrados por mujeres.

De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Mass Violence Research, realizado por los expertos Jason Silva y Margaret Schmuhl, las motivaciones de las mujeres en tiroteos tienden a diferir significativamente de las de los hombres. Mientras que los hombres suelen actuar en busca de notoriedad o por resentimientos personales, los ataques cometidos por mujeres se dirigen con mayor frecuencia a lugares de trabajo o responden a motivaciones ideológicas.

El mismo estudio también identificó que, entre 1999 y 2024, el Proyecto de Prevención de la Violencia registró un total de 200 tiroteos masivos en Estados Unidos. De estos:

  • Cuatro fueron perpetrados por mujeres.
  • Uno involucró a una persona transgénero, en referencia al ataque ocurrido en una escuela cristiana de Nashville, Tennessee, en 2023.

Estos datos subrayan la escasa representación femenina en actos de violencia extrema, aunque también destacan la necesidad de no ignorar ningún perfil de riesgo.

El tiroteo en Madison, perpetrado por una adolescente, rompe las estadísticas dominadas por atacantes masculinos. (REUTERS/Cullen Granzen)

Un llamado urgente a investigar las motivaciones detrás del ataque

El caso de la adolescente en Madison resalta la urgencia de analizar de manera específica las dinámicas de género en los actos de violencia escolar y masiva. Los expertos coinciden en la necesidad de investigar no solo las motivaciones particulares de las atacantes femeninas, sino también los posibles factores desencadenantes que llevan a estas jóvenes a perpetrar hechos violentos.

Las tragedias recientes, como la de Madison, indican que las mujeres no son inmunes a los factores de riesgo asociados con los tiroteos, aunque sus motivaciones puedan diferir. Estos incidentes también ponen en evidencia la importancia de:

  • Analizar el rol de la salud mental en jóvenes involucrados en ataques violentos.
  • Desarrollar estrategias preventivas que consideren tanto a hombres como a mujeres en los estudios de violencia extrema.

El incidente en la escuela Abundant Life Christian no solo dejó una profunda cicatriz en la comunidad educativa, sino que también ha reabierto el debate sobre la violencia armada en Estados Unidos y la necesidad de abordar los factores estructurales y sociales que impulsan estos hechos. Mientras los investigadores continúan analizando el perfil y las motivaciones de la atacante, las autoridades y expertos en seguridad subrayan la importancia de implementar medidas preventivas efectivas para evitar futuras tragedias.