Este martes, el Colegio Electoral de Estados Unidos se reunirá para formalizar el resultado de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 6 de noviembre. En este proceso, los 538 delegados seleccionados en los estados emitirán sus votos, confirmando oficialmente la victoria de Donald Trump como presidente electo del país. Esta reunión marca un hito en el complejo sistema electoral estadounidense, cuya estructura federalista y tradición histórica han generado tanto elogios como críticas.
La ceremonia, que tiene lugar en las capitales de cada estado y el Distrito de Columbia, es el último paso antes de la certificación final por parte del Congreso el 6 de enero. Durante este encuentro, los electores emitirán votos para presidente y vicepresidente, siguiendo el mandato del voto popular en sus respectivos territorios. Este sistema, que prioriza la representación estatal sobre el voto popular nacional, ha sido objeto de controversia, especialmente en elecciones como las de 2016 y 2000, cuando los ganadores del Colegio Electoral no obtuvieron la mayoría del voto ciudadano.
Aunque el proceso de certificación suele pasar desapercibido, es un paso importante del proceso. Mañana se espera una jornada tranquila, consolidando a Donald Trump como presidente electo hasta su toma de posesión oficial el 20 de enero. Trump se llevó las elecciones al reunir 312 electores frente a los 226 que reunió la demócrata Kamala Harris.
Por qué existe el Colegio Electoral de Estados Unidos
El Colegio Electoral es el sistema singular mediante el cual se elige al presidente y vicepresidente de Estados Unidos. Este mecanismo, establecido en la Constitución, está compuesto por 538 electores, cuyo número refleja la representación de cada estado en el Congreso: los senadores (2 por estado) y los representantes en la Cámara, más tres electores asignados al Distrito de Columbia. Para ser elegido presidente, un candidato debe obtener al menos 270 votos electorales, lo que constituye una mayoría simple.
El proceso fue diseñado por los Padres Fundadores como una solución intermedia entre dos modelos: la elección directa por voto popular y la decisión por parte del Congreso. Este compromiso buscaba garantizar que los estados tuvieran un papel clave en la elección del líder nacional, respetando las diferencias entre grandes y pequeños territorios, y evitando la concentración de poder en áreas densamente pobladas.
El Colegio Electoral también reflejó los desafíos de su época. Un ejemplo es cómo el Sur aprovechó este sistema incluyendo a los esclavos como parte de la base poblacional bajo la regla de los “tres quintos”, asegurando mayor representación política a pesar de que los esclavos no tenían derecho al voto. Este diseño no solo muestra la complejidad histórica del sistema, sino también su adaptación a las tensiones políticas de una nación en formación.
Si bien el Colegio Electoral sigue siendo central en la estructura política de Estados Unidos, su existencia y funcionamiento han generado críticas y debates constantes a lo largo de la historia. En particular, se cuestiona su capacidad para reflejar la voluntad popular y su impacto en las estrategias de campaña presidencial, que suelen concentrarse en un puñado de estados clave conocidos como “estados pendulares”.
¿Cómo funciona el Colegio Electoral?
El proceso del Colegio Electoral se desarrolla en varias etapas cuidadosamente estructuradas para garantizar la elección del presidente y vicepresidente de Estados Unidos. Tras las elecciones generales de noviembre, los electores designados en cada estado se reúnen en las capitales estatales. Allí, emiten sus votos para oficializar el resultado del estado, seleccionando al presidente y vicepresidente según lo determinado por el voto popular en esa región.
Posteriormente, cada estado certifica los resultados y envía su certificado de votos al Congreso y a los Archivos Nacionales. Estos certificados son contados y verificados en una sesión conjunta del Congreso, presidida por el vicepresidente en ejercicio, el 6 de enero. Es en este momento cuando se declaran oficialmente los resultados y se certifica al ganador de la contienda electoral. Finalmente, el 20 de enero, el presidente electo asume el cargo en la ceremonia de inauguración.
Controversias y críticas: las tensiones del Colegio Electoral
A pesar de su intención de equilibrar el poder entre los estados, el Colegio Electoral ha sido objeto de críticas significativas, especialmente por los resultados de algunas elecciones que han puesto en entredicho su legitimidad. En casos como los de 2000 y 2016, los presidentes electos (George W. Bush y Donald Trump, respectivamente) lograron la mayoría de los votos electorales a pesar de haber perdido el voto popular. Estas situaciones generan frustración entre quienes consideran que el sistema no refleja la voluntad de la mayoría.
Además, el diseño del Colegio Electoral incentiva a los candidatos a concentrar sus campañas en un puñado de estados clave, ignorando en gran medida a aquellos que son considerados bastiones seguros de uno u otro partido. Este fenómeno deja a millones de votantes en estados menos competitivos sin una influencia significativa en el resultado final.
El sistema también ha enfrentado cuestionamientos éticos y legales en momentos de crisis. Las elecciones de 2020 ejemplificaron cómo las disputas sobre la validez de los resultados estatales pueden escalar a nivel nacional. Las presiones ejercidas sobre funcionarios locales evidenciaron las vulnerabilidades de un sistema que, aunque establecido en la Constitución, no es inmune a intentos de manipulación.
El Colegio Electoral ha sido objeto de críticas durante décadas, pero su eliminación o reforma enfrenta barreras políticas significativas. Según una encuesta del Centro Pew, un 63% de los estadounidenses apoya la idea de abolir el sistema, prefiriendo una elección directa por voto popular. Sin embargo, implementar este cambio requeriría una enmienda constitucional, un proceso que exige el respaldo de dos tercios de ambas cámaras del Congreso y la ratificación por tres cuartas partes de los estados.
Históricamente, los intentos de reformar el Colegio Electoral han fracasado debido a la falta de consenso político. Los estados más pequeños, que obtienen una representación desproporcionada gracias al sistema actual, tienen poco interés en ceder ese poder. Además, las divisiones partidistas también influyen, ya que algunos consideran que el sistema favorece a ciertos partidos, como los republicanos, quienes han ganado la presidencia en dos ocasiones recientes sin obtener la mayoría del voto popular.
Fechas clave
17 de diciembre
- El Colegio Electoral se reúne para oficializar el resultado de las elecciones presidenciales.
6 de enero
- El Congreso celebra una sesión conjunta para certificar los votos del Colegio Electoral.
- La certificación del Congreso es el paso final antes de la investidura del presidente electo.
20 de enero
- Es el día de la investidura presidencial, que marca el inicio oficial del mandato del presidente electo.
- Durante la ceremonia, el presidente electo jura el cargo frente al Congreso y la Corte Suprema.
- El acto incluye un discurso inaugural, centrado en la unidad y objetivos del nuevo gobierno.