La policía de Miami Beach arrestó el sábado 14 de diciembre a Luca DiMichele, un hombre de 31 años, tras ser sorprendido presuntamente grabando en secreto a una mujer de 39 años y a su hija de 10 años en el área de vestidores de una tienda Forever 21 ubicada en Lincoln Road, una de las zonas comerciales más concurridas de la ciudad.
Según las autoridades, el acusado enfrenta cargos de voyeurismo, un delito grave que implica la invasión de la privacidad mediante la grabación no autorizada.
De acuerdo con el informe policial, citado por CBS News, el incidente ocurrió alrededor de las 03:10 de la tarde. La madre había acudido a la tienda junto a su hija y su hijo menor, de 6 años, para realizar compras. Mientras recorrían el establecimiento, la madre y la niña decidieron probarse ropa y entraron juntas en un vestidor de la tienda para cambiarse.
Mientras ambas se probaban pantalones, la niña observó un teléfono móvil colocado en el suelo, con la cámara apuntando hacia arriba, situado entre su vestidor y el contiguo.
Según relataron las víctimas a los oficiales, inicialmente la madre pensó que el teléfono había sido colocado accidentalmente por otra persona que se estaba cambiando en el cubículo vecino. Sin embargo, su percepción cambió de inmediato cuando vio que una mano recogía el dispositivo y lo retiraba de la vista.
Instantes después, mientras se agachaba para vestirse, la mujer notó que el mismo teléfono reaparecía, esta vez colocado sobre un montón de ropa y empujado nuevamente hacia su dirección. Fue en ese momento cuando comprendió que ella y su hija estaban siendo grabadas de manera intencional.
Confrontación y búsqueda de ayuda
En un acto de valentía, la madre tomó el teléfono del suelo y verificó que efectivamente estaba en modo de grabación. Al salir del vestidor con su hija, se encontró con el sospechoso, a quien identificó como DiMichele. Según el informe del arresto, la mujer y su hija confrontaron al hombre, señalándolo como responsable de haber intentado grabarlas sin su consentimiento.
DiMichele negó las acusaciones y exigió que le devolvieran el teléfono, afirmando que todo era un malentendido. Sin embargo, la madre no accedió a su petición. En cambio, mantuvo el teléfono en su poder mientras buscaba al gerente de la tienda para denunciar lo ocurrido.
Una vez que localizó al gerente, la mujer relató los hechos y entregó el dispositivo como evidencia. En ese momento, detuvo la grabación y aguardó la llegada de los agentes de la policía, quienes fueron llamados al lugar por el personal del establecimiento.
Cuando los oficiales de la Policía de Miami Beach llegaron al Forever 21 de Lincoln Road, la madre proporcionó una descripción del sospechoso y del dispositivo móvil que había utilizado. Acto seguido, los agentes se acercaron a DiMichele, quien todavía se encontraba en la tienda, y procedieron a interrogarlo.
Luego de leerle sus derechos Miranda, los oficiales determinaron que había evidencia suficiente para proceder con su arresto. DiMichele fue trasladado al Centro Correccional Turner Guilford Knight, ubicado en West Miami-Dade, donde permaneció bajo custodia hasta que pagó una fianza de 2.500 dólares el domingo por la mañana.
A pesar de las acusaciones, DiMichele intentó evadir a los medios de comunicación tras salir en libertad. Según un reporte de 7News, el sospechoso fue captado por las cámaras al abandonar el centro correccional, donde negó ser la persona mencionada en los reportes y evitó responder preguntas.
DiMichele enfrenta cargos de voyeurismo, un delito considerado grave en Florida, que se castiga con penas de prisión y multas dependiendo de las circunstancias del caso y los antecedentes del acusado.
Según las autoridades, el delito de voyeurismo implica grabar, observar o capturar imágenes de una persona sin su consentimiento mientras se encuentra en una situación en la que tiene una expectativa razonable de privacidad, como vestidores, baños o habitaciones privadas.
En un esfuerzo por avanzar en la investigación, la policía de Miami Beach ha solicitado a la comunidad que, si alguien tiene información sobre este caso o ha sido víctima de incidentes similares, se comunique con Crime Stoppers del Condado de Miami-Dade al número 305-471-8477.