El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su apoyo al sindicato de trabajadores portuarios, International Longshoremen’s Association (ILA), durante una reunión celebrada el jueves con sus líderes, el presidente Harold Daggett y su hijo, el vicepresidente ejecutivo Dennis Daggett. La ILA, que representa a los trabajadores portuarios de la Costa Este y la Costa del Golfo, protagonizó una huelga en octubre y amenaza con un nuevo paro laboral en enero, tras un conflicto con los empleadores sobre la automatización en las terminales marítimas.
“He estudiado la automatización y sé casi todo lo que hay que saber al respecto. El dinero que se ahorra no se compara con el daño y el sufrimiento que causa a los trabajadores estadounidenses”, declaró Trump en una publicación en redes sociales tras el encuentro.
La disputa se centra en el uso de grúas semiautomatizadas y otras tecnologías en los puertos. Durante las negociaciones, la ILA acordó en octubre regresar al trabajo después de una huelga de tres días que paralizó los principales puertos desde Boston hasta Miami y Houston, a cambio de un aumento salarial del 61,5% durante los próximos seis años. Este acuerdo temporal, negociado bajo la presión de la administración del presidente Joe Biden, dejó pendiente el tema de la automatización, que ahora amenaza con un nuevo paro cuando expire la extensión del contrato el 15 de enero, cinco días antes de la investidura de Trump.
Las conversaciones entre el sindicato y la US Maritime Alliance (USMX), el grupo que representa a las compañías navieras y operadores de terminales, se estancaron tras dos días de negociaciones en noviembre. Ambas partes han emitido declaraciones con un tono cada vez más confrontativo en las últimas semanas.
Trump criticó la automatización y enfatizó su compromiso con los trabajadores estadounidenses. “Por el gran privilegio de acceder a nuestros mercados, estas empresas extranjeras deberían contratar a nuestros increíbles trabajadores estadounidenses, en lugar de despedirlos y enviar esas ganancias a otros países”, dijo Trump, quien también subrayó que los equipos automatizados son costosos y necesitan reemplazos constantes.
Por su parte, la USMX defendió la necesidad de modernizar las operaciones portuarias. En un comunicado, destacó que la tecnología semiautomatizada no afecta negativamente el empleo de los trabajadores portuarios y es esencial para mantener la competitividad de los puertos estadounidenses. “Necesitamos tecnología moderna que esté comprobada para mejorar la seguridad de los trabajadores, aumentar la eficiencia portuaria, incrementar la capacidad de los puertos y fortalecer nuestras cadenas de suministro”, afirmó la USMX.
La actual disputa se produce en un momento crítico para la economía y el comercio marítimo de Estados Unidos, ya que los puertos desempeñan un papel central en el movimiento de mercancías a nivel nacional e internacional. Los próximos días serán decisivos para determinar si ambas partes logran un acuerdo que evite un nuevo paro laboral que podría tener un impacto significativo en las cadenas de suministro del país.