El presidente electo Donald Trump sumó este viernes un nuevo tema a su lista de promesas a ejecutar a su llegada a la Casa Blanca, el próximo 20 de enero. En esta oportunidad, el político retomó una de sus luchas de 2019 y aseguró que trabajará por poner fin al horario de verano.
“El Partido Republicano hará todo lo posible para eliminar el horario de verano, que tiene un electorado pequeño pero fuerte, ¡aunque no debería!”, escribió en sus redes sociales. Se trata de una iniciativa “inconveniente y muy costosa” para el país, sumó.
No obstante, evitó dar precisiones de cómo haría esto ya que cualquier cambio oficial requeriría del aval del Congreso.
El horario de verano (Daylight Saving Time, en inglés) establece que, en dos momentos del año, los relojes ajustan sus horarios para sacar mejor provecho de la luz natural. Así, en el segundo domingo de marzo se adelanta una hora y, en el primero de noviembre, se retrasa para volver al horario estándar.
La norma rige en todo el país, con excepción de Hawaii y Arizona, donde no se implementa.
La idea se remonta a Benjamin Franklin, quien consideraba que esta hora extra de luz solar permitiría ahorrar en velas. Sin embargo, esta lógica ha ido modificándose con el correr de los años y la aparición de nuevas fuentes de energía, a la par que muchos estudios han advertido de que los patrones del sueño pueden verse alterados, provocando efectos sobre la salud y hasta muertes por accidentes de tránsito.
A raíz de ello, en 2019 Trump declaró que “¡hacer permanente el horario de verano está bien para mí!”, dando así inicio a su campaña en el tema, y desde entonces se ha hecho con varios apoyos dentro de su entorno.
El senador de Florida Marco Rubio es uno de los principales impulsores de hacer que el horario de verano sea permanente, sin cambios a lo largo del año. En 2022 presentó el proyecto de ley bipartidista Sunshine Protection Act, en el que describió estas las alteraciones como “estúpidas”.
La propuesta logró hacerse con el apoyo del Senado pero no consiguió el visto bueno de la Cámara de Representantes, por lo que nunca llegó a implementarse.
Otros críticos del tema son el empresario Vivek Ramaswamy y el multimillonario Elon Musk, ambos designados para liderar la cartera DOGE, la recientemente creada Comisión de Eficiencia Gubernamental.
“Parece que la gente quiere abolir los molestos cambios de horario”, apuntó semanas atrás el dueño de Tesla, mientras que su par aseguró que se trata de algo “ineficiente y fácil de cambiar”.
Esta tendencia estaría cobrando fuerza en Estados Unidos, donde una reciente encuesta realizada The Washington Post expuso que la mayoría de los consultados votó en favor de poner fin a la práctica.
Según el medio, la población ve la medida como obsoleta y cuestiona, en su lugar, las mañanas de cansancio, las citas perdidas y los estudios que vinculan el ajuste con problemas de salud pública, como los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares.
(Con información de EFE y Bloomberg)