El Departamento de Estado estadounidense anunció este jueves la imposición de restricciones de visado contra una veintena de personas, incluyendo ministros, parlamentarios, miembros de las fuerzas de seguridad y civiles, acusados de estar involucrados en actividades que buscan “socavar la democracia” en Georgia, en el marco de la represión de las recientes protestas antigubernamentales.
“Estados Unidos condena enérgicamente la violencia brutal e injustificada que el partido Sueño Georgiano ejerce contra los ciudadanos, incluidos manifestantes, periodistas, activistas de derechos humanos y figuras de la oposición”, expresó el Departamento de Estado en un comunicado.
La nota subraya que el partido gobernante se alejó del “futuro euroatlántico” deseado por la mayoría de los georgianos y previsto en la Constitución del país.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, destacó que estas restricciones de visado son parte de un compromiso por responsabilizar a los funcionarios y cómplices de socavar la democracia en Georgia.
Asimismo, anunció que el gobierno estadounidense está preparando “acciones adicionales, incluidas sanciones”, para garantizar que quienes participen en la represión sean obligados a rendir cuentas.
“Nuestras acciones de hoy demuestran la determinación de Estados Unidos de apoyar al pueblo de Georgia en su aspiración de construir un país fuerte, próspero y democrático integrado en la comunidad euroatlántica”, señaló Miller.
Además, recordó que estas medidas se suman a las sanciones previas contra más de un centenar de personas afiliadas al partido gobernante Sueño Georgiano y sus familiares.
Las tensiones en Georgia se intensificaron a finales de noviembre, tras el anuncio del primer ministro, Irakli Kobajidze, de retrasar las negociaciones con la Unión Europea.
Aunque Kobajidze aseguró que la adhesión al bloque sigue siendo una “prioridad”, argumentó que las decisiones deben basarse en los principios de soberanía. Este retraso generó un fuerte descontento popular y críticas tanto de la oposición interna como de la comunidad internacional.
Las protestas también están marcadas por las acusaciones de fraude en las elecciones parlamentarias del pasado 26 de octubre, lo que puso al gobierno bajo la lupa internacional.
La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, le pidió la comunidad internacional que actúe de manera “urgente” para evitar que el país caiga en el “abismo”.
Insistió en la necesidad de volver a celebrar elecciones, considerando que los comicios de octubre no fueron transparentes.
Uso excesivo de la fuerza
El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó este jueves el uso “desproporcionado y en ocasiones innecesario” de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad georgianas durante las protestas antigubernamentales.
En un comunicado, Türk instó a las autoridades de Georgia a garantizar el derecho de los manifestantes a expresarse y reunirse pacíficamente, luego de que los enfrentamientos entre policías y participantes dejaran decenas de heridos, incluidos periodistas que cubrían las movilizaciones.
“Todos los georgianos, cualquiera que sea su ideología, deberían poder expresar sus puntos de vista sobre el futuro del país de forma libre y pacífica”, afirmó el alto comisionado.
Según el informe de la ONU, la policía utilizó cañones de agua y químicos irritantes contra los manifestantes. Además, se reportaron casos en los que participantes fueron perseguidos y golpeados por individuos no identificados.
Türk recalcó que “todo uso de la fuerza por parte del personal de seguridad debe ser excepcional y cumplir con los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad, precaución y no-discriminación”.
Al mismo tiempo, el alto comisionado pidió a los manifestantes ejercer su derecho a la protesta de forma pacífica, luego de que se denunciara que algunos grupos lanzaron piedras, botellas y fuegos artificiales contra las fuerzas de seguridad, causando más de 100 heridos entre los efectivos policiales, según cifras del Ministerio del Interior de Georgia.
Türk instó a las autoridades a implementar mecanismos para identificar a los miembros de los cuerpos de seguridad involucrados en posibles abusos, sugiriendo que los uniformes incluyan etiquetas con nombres o números de serie visibles.
También expresó preocupación por los más de 200 detenidos durante las protestas, incluidos presuntamente menores de edad, y pidió que se respeten los derechos de los arrestados, incluyendo el debido proceso, la presunción de inocencia, el acceso a representación legal y atención médica adecuada.
Además, el alto comisionado exigió la liberación inmediata e incondicional de aquellas personas detenidas únicamente por ejercer su derecho a la libre expresión o a la reunión pacífica.
(Con información de Europa Press y EFE)