Durante Miami Art Week 2024 la casa abierta del arte contemporáneo en la ciudad, el Instituto de Arte Contemporáneo, o ICA Miami, suma cinco muestras a la oferta cultural alrededor de Art Basel Miami Beach. Con la misión de promover la experimentación continua y ampliar el acceso del público a la experiencia del arte —por lo cual tiene entrada gratuita todo el año—, además de una colección permanente en la que conviven Louise Bourgeois, James Turrell, Gabriel Orozco, Chris Ofili, Guillermo Kuitca, Mark Handforth, Raymond Pettibon, Hernan Bas, Jim Hodges y Gisela McDaniel, entre otros, organizó cinco exposiciones de perfiles muy diferentes para la ocasión.
Janus, de Ding Shilun; The Garden of Forking Paths, de Lucy Bull y \*sk\*/ey-, de Marguerite Humeau, abrieron el 3 de diciembre para sumarse a Memory Collage, de Keiichi Tanaami, y Crossroads, de Rubem Valentim. Todas se pueden ver en el reconocido edificio del ICA Miami, con sus tres niveles, sus amplias galerías y su jardín de esculturas, más allá de la Semana del Arte: hasta el 30 de marzo de 2025.
“Janus”, de Ding Shilun
Ding Shilun, un artista chino emergente nacido en Guangzhou y residente en Londres, presenta su primera exposición individual en un museo de Estados Unidos. Con una colección de pinturas comisionadas especialmente para la muestra, además de una instalación específica en el espacio del ICA Miami, despliega un universo creativo cargado de simbolismo, donde lo mitológico y lo cotidiano convergen en narrativas visuales únicas.
La exposición toma su título de Jano, el dios romano de los comienzos y finales, una figura que encarna dualidades y paradojas, elementos centrales en el arte de Shilun. Cada pintura se presenta como una viñeta autónoma, con escenas ambiguas y emotivas que eluden las narrativas tradicionales. El artista define su práctica artística como la creación de “fábulas personales”, historias visuales que exploran emociones humanas, tensiones culturales y momentos de su vida diaria, protagonizadas por “proyecciones y encarnaciones” de sí mismo. Esos avatares reflejan su experiencia de vida en culturas dispares.
Su obra se sitúa en la intersección de lo mitológico, lo histórico y lo cotidiano, y al fusionar estos elementos construye mundos imaginarios ricos en simbolismo, con escenas que combinan lo absurdo y lo conmovedor, lo familiar con lo surreal. Desde referencias a la cultura popular como el cine y el manga japonés, hasta alusiones a tradiciones chinas como el feng shui o la ópera Nuo, las obras de Shilun son un crisol de influencias transculturales.
Sus técnicas son igual de complejas. Inspirado por el uso de pigmentos acuosos en la pintura gongbi tradicional china, Shilun aplica múltiples capas finas de pintura al óleo diluida. Este método, que describe como “estresante” debido a su precisión y la dificultad para corregir errores, le permite crear superficies translúcidas y texturas detalladas. Entre sus influencias artísticas ha destacado las estampas satíricas de Francisco de Goya, la exuberancia decorativa de Gustav Klimt, y el simbolismo espiritual de textos clásicos chinos como In Search of the Supernatural, una colección de leyendas del siglo IV. Estas conexiones permiten que sus obras evoquen una atmósfera que trasciende épocas y geografías.
Con tan solo 25 años, Ding Shilun ha logrado consolidarse como una figura emergente en el panorama artístico global. Sus obras forman parte de prestigiosas colecciones públicas, como el ICA Miami, el High Museum of Art en Atlanta, y el Albertina Museum en Viena, entre otras. Además, ha participado en exposiciones individuales en instituciones de renombre, como la Zabludowicz Collection en Londres y el Guangdong Museum en China.
“The Garden of Forking Paths”, de Lucy Bull
Otra primera exposición individual en un museo de Estados Unidos, esta toma su título del cuento del escritor argentino Jorge Luis Borges “El jardín de los senderos que se bifurcan”, una exploración de las nociones de multiplicidad y simultaneidad. Publicado en 1941 en el libro Ficciones, el relato presenta la idea de un libro-laberinto en el que cada decisión posible da lugar a un nuevo universo. Este concepto sirve como metáfora central para las pinturas de Lucy Bull, artista nacida en Nueva York y residente en Los Ángeles, que también se desarrollan en constante transformación de formas.
En las palabras de la presentación del ICA Miami, las obras de Bull “se sitúan al borde del lenguaje”, en un espacio donde las asociaciones y las emociones fluctúan. Lo reconocible y lo indeterminado, lo macroscópico y lo microscópico intercambian lugares en estas pinturas que pueden ser paisajes vastos como espacios psíquicos.
The Garden of Forking Paths reúne 16 pinturas creadas entre 2019 y 2024, que reflejan sus exploraciones pictóricas más recientes. Se destacan las obras horizontales de gran escala, algunas de más de tres metros de ancho, una novedad para la artista. La muestra también incluye un conjunto de pinturas verticales que marcan la continuidad de la investigación de Bull durante la última década: formas esquivas en colorido detalle, que se cristalizan en un segundo de la percepción para continuar su destino de dinámica abstracta. Según el ICA Miami, las pinturas generan “una sobrecarga óptica y una disonancia disruptiva” en el espectador.
Bull dialoga continuo con las tradiciones de la pintura abstracta, movimientos como el surrealismo, el expresionismo abstracto y el arte cinético. Pero su proceso creativo está integrado a su vida cotidiana. En su hogar-estudio de dos niveles en el este de Los Ángeles, las pinturas en las que trabaja están por doquier: desde las paredes de su estudio hasta la cocina y el dormitorio. Según dijo a The Art Newspaper, este entorno caótico le permite alternar constantemente entre sus obras y brindarles “miradas frescas”.
A sus 34 años, Lucy Bull es reconocida en el ámbito artístico global como una de las figuras emergentes más influyentes en la pintura abstracta contemporánea. Sus obras forman parte de colecciones como el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden en Washington D.C., y el Long Museum West Bund en Shanghái, además del ICA Miami.
“\*sk\*/ey-”, de Marguerite Humeau
El título —la primera presentación institucional a gran escala de la artista francesa en los Estados Unidos— proviene de la raíz proto-indoeuropea “sk-ey,” que significa “desprender” o “dividir,” y sirve como metáfora de un proceso de mutación en la Tierra: un escenario en el que la transformación es inevitable. Esta muestra combina esculturas y video en una instalación inmersiva y abstracta.
La obra de Marguerite Humeau se basa en preocupaciones contemporáneas como el cambio climático: imagina futuros donde la humanidad ha evolucionado para sobrevivir en condiciones extremas, y se ha vuelto un conjunto de nómadas que habitan el aire en constante movimiento, adaptándose a un entorno hostil. Las esculturas y el video de la exposición evocan esta transición de lo terrestre a lo aéreo y cuestionan las tensiones ecológicas actuales.
Humeau se destaca por sus materiales y sus técnicas innovadoras. Emplea elementos como nogal tallado de 150 años, vidrio soplado, seda translúcida y lana cruda, tras someterlos a procesos como la oxidación, el teñido y la fundición. Sus piezas evocan formas que oscilan entre lo biológico y lo mineral. Algunas esculturas parecen haber surgido del suelo, mientras que otras, de contornos similares a figuras matriarcales con alas, parecen estar a punto de volar.
El video que abre la exposición establece una cosmología ficticia en la que un sol eterno creado por humanos ilumina un mundo en metamorfosis. La narrativa visual presenta una gran migración y la transformación de formas de vida terrestres en habitantes nómadas del cielo. Su banda sonora, que alterna melodías evocadoras y ruidos rítmicos viscerales, refuerza la sensación de un paisaje en perpetuo cambio.
Humeau ha exhibido su obra en algunas de las instituciones más prestigiosas del mundo, como Tate Britain en Londres, el New Museum en Nueva York y el Palais de Tokyo en París. Ha participado en la Bienal de Venecia en 2022 y la Bienal de Gwangju en 2024, y entre ambos eventos realizó Orisons, una obra de land art ubicada en el valle de San Luis, Colorado.
“Memory Collage”, de Keiichi Tanaami
Una muestra póstuma de Keiichi Tanaami es también la primera exhibición individual en un museo de Estados Unidos de este pionero del arte pop japonés. Memory Collage reúne obras creadas entre 1965 y 2024 en un recorrido exhaustivo por la carrera de un creador que exploró, mediante el collage, la animación y la pintura, los vínculos entre la cultura japonesa y estadounidense en la posguerra.
Tanaami (1936-2024, Tokio) vivió los horrores de la Segunda Guerra Mundial de niño, y en su obra hay motivos como aviones, luces de búsqueda y multitudes en fuga. Graduado de la Universidad de Arte de Musashino en 1960, comenzó su carrera como diseñador gráfico en revistas como Playboy Japón y en la creación de portadas de discos para bandas como Jefferson Airplane y The Monkees. Estos primeros pasos le permitieron introducir la cultura psicodélica en Japón y desarrollar una mirada crítica de la comercialización del deseo y la violencia.
La exposición destaca el uso del collage como una herramienta esencial en la práctica de Tanaami, especialmente durante la década de 1960. Sus composiciones densas, hechas a partir de recortes de revistas internacionales, fusionan noticias, cultura pop y publicidad comercial tanto de Japón como de Occidente. El resultado, entre el surrealismo y la psicodelia, documenta el flujo visual de la cultura global de posguerra, un tema que Tanaami expandió en animaciones y pinturas de gran escala.
Tanaami fusionó su estética experimental con referencias a la historia del arte, incluyendo el ukiyo-e japonés y el Renacimiento. La serie Pleasure of Picasso es un ejemplo de su capacidad para deconstruir la historia visual mediante la apropiación y la repetición. La muestra en el ICA también incluye sus trabajos finales, que emplean tecnologías de impresión digital para amplificar sus visiones caleidoscópicas y abordan la saturación mediática en la sociedad.
“Crossroads”, de Rubem Valentim
Esta primera exhibición en un museo estadounidense del pintor afrobrasileño Rubem Valentim (1922-1991), organizada por Gean Moreno, director del Art + Research Center del ICA, se centra en las obras creadas durante los años 60. En este periodo, que resultó clave en la historia del artista, se lo ve transformar su lenguaje al integrar la abstracción geométrica con símbolos espirituales afrobrasileños.
Valentim dividió aquella década entre un Brasil en plena industrialización y crisis política y Europa, donde se conectó con el arte africano y el pensamiento político del Tercer Mundo. En este periodo produjo obras caracterizadas por composiciones claras y racionales, inspiradas en la modernidad brasileña representada por artistas como Waldemar Cordeiro y Geraldo de Barros.
Durante el tiempo que pasó en Roma (1963-1966), Valentim presentó su primera exposición fuera de Brasil y visitó Londres, donde el encuentro con esculturas africanas transformó su aproximación formal. Sus pinturas comenzaron a incorporar signos y formas alusivas a templos, objetos rituales y símbolos asociados a los orixás, las deidades de las religiones afrobrasileñas. Este viaje culminó con su participación en el Primer Festival Mundial de Artes Negras en Dakar, Senegal, en 1966.
A su regreso a Brasilia, en 1967, Valentim inició su serie Emblems, caracterizada por relieves superficiales que eliminan cualquier ilusión pictórica. Estas obras, a menudo monocromáticas sobre fondos blancos, profundizan su exploración de las prácticas religiosas afrobrasileñas y proponen un lenguaje visual ideográfico en el cual los signos trascienden la representación convencional. Su enfoque, minimalista y simbólico, replanteó la pintura para el artista: la convirtió en una herramienta para interpretar significados cosmológicos y mezclar la modernidad con la tradición.
El legado de Valentim se encuentra importantes instituciones como el MoMA de Nueva York, la Pinacoteca do Estado de São Paulo y el Museu Afro Brasil. Su trabajo ha sido exhibido en la Bienal de Venecia y la Bienal de São Paulo, y en 2019 fue objeto de una retrospectiva en el MASP, Rubem Valentim: Afro-Atlantic Constructions. Con Crossroads, el ICA Miami se suma a la celebración de la relevancia histórica de este artista que articuló un diálogo entre la abstracción geométrica y las raíces africanas de la cultura brasileña.
ICA Miami
Dónde: 61 NE 41st St., Miami, FL 33137
Cuándo: de miércoles a domingo de 11 am a 6 pm
Cuánto:
Entrada general: gratuita (con reserva online)
Tour guiado: gratuito, disponible diariamente a las 12 pm