Una mujer de Florida fue arrestada por golpear a una empleada de Raising Cane’s que no le dio salsas extra

De acuerdo con las autoridades, la mujer comenzó su ataque con agresiones verbales que rápidamente se transformaron en golpes en contra de la gerente del restaurante

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Keeling, de 31 años, enfrenta
Keeling, de 31 años, enfrenta cargos por robo con violencia debido a la agresión contra la gerente de Raising Cane's. (Pinellas County Sheriff's Office)

McKenzie Keeling fue arrestada en Clearwater, Florida, en medio de un altercado que escaló por la falta de salsa en un pedido de comida rápida. Según reportes del Latin Times, Keeling, de 31 años, enfrentó cargos de robo con violencia tras una disputa en un restaurante Raising Cane’s, reconocido por sus “chicken fingers” y su icónica Cane’s sauce. Al parecer, Keeling recogió un pedido y al revisar, encontró que faltaban “ocho recipientes de salsa”, detalle que provocó su regreso al establecimiento, destaca el medio.

Al regresar al restaurante, la situación se salió de control. Según The Independent, “Keeling solicitó las salsas faltantes y, al recibirlas, exigió más como compensación por su ‘tiempo y gasolina’.” Esta demanda no fue bien recibida por la gerencia. Cuando la gerente del lugar, identificada como Tatyana Herbert por el Latin Times, rechazó la petición de Keeling, la clienta “se tornó verbal y físicamente hostil, causando un alboroto que perturbó a empleados y clientes”, informa The Independent.

El incidente no paró ahí. Según la declaración jurada revisada por The Independent, “la acusada golpeó a la gerente en el muslo derecho y luego trató de quitarle una identificación y llaves” que estaban sujetas a la cintura de la empleada mediante un cordón. Esta acción fue captada por cámaras de seguridad y presenciada por otros trabajadores, según constata la policía en el informe.

¿Qué cargos enfrenta McKenzie Keeling?

La televisora local WPLG informó que “Keeling fue arrestada por cargos de robo con violencia y fue ingresada en la cárcel del condado de Pinellas. Más tarde, salió bajo fianza de 2.500 dólares.” Además, este medio también detalló que Keeling fue vista como parte de un video de seguridad que corrobora los eventos. También se señala que no aparentaba estar bajo la influencia de sustancias ni padecer problemas de salud mental, lo cual queda documentado en el informe policial.

De acuerdo con la policía
De acuerdo con la policía local, el altercado sucedió luego de que el establecimiento le negara salsas extra. (Google Maps)

La ubicación del evento también es llamativa. Raising Cane’s se encuentra a unos 16 kilómetros de la residencia de Keeling, una casa frente al mar comprada por sus padres en 2020 por un valor de 1,2 millones de dólares, detalla Latin Times. Este factor podría subrayar la ironía detrás del incidente debido al costo relativamente bajo de una porción extra de salsa de 44 mililitros, valorada en 0,39 dólares, según el mismo medio.

Otros sucesos violentos por falta de salsas

Durante el altercado, la gerente del establecimiento narró el temor que vivió durante el incidente. “Tatyana informó sentirse temerosa por las agresiones que recibió por parte de Keeling”, revela el Latin Times. Este tipo de situaciones no son excepcionales; The Independent compara el caso con otro incidente violento en Nueva York relacionado con un pedido de salsa.

En 2022, un hombre de Nueva York fue acusado de asesinar a un repartidor de comida china en un incidente que comenzó por una aparente falta de salsa de pato en su pedido. Según las autoridades, el cliente, insatisfecho con la cantidad entregada, se enfrentó al repartidor en un conflicto que escaló rápidamente hasta culminar en un tiroteo fatal. La víctima, reconocida por su trato amable y dedicación al trabajo, se convirtió en un símbolo de la necesidad de mejores mecanismos para abordar conflictos entre empleados y clientes en la industria de servicios.

Mientras el caso sigue en curso, la agresora se ha declarado no culpable a través de su abogado. A pesar de múltiples intentos, tanto The Independent como Latin Times informaron que “Keeling no respondió a las solicitudes de comentarios”. Asimismo, la gerente del restaurante tampoco ha ofrecido comentarios adicionales al respecto.

Este incidente destaca las consecuencias potenciales de perder el control en situaciones cotidianas y sirve como recordatorio de que incluso los malentendidos más pequeños pueden escalar rápidamente. La historia de McKenzie Keeling es un ejemplo contundente de cómo la paciencia y la comunicación son esenciales en interacciones públicas.

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