El estado de Missouri ejecutará a Christopher Collings, de 49 años, el martes 2 de diciembre a las 6:00 p.m. hora local, en la prisión estatal de Bonne Terre. Collings fue condenado por el secuestro, abuso sexual y asesinato de Rowan Ford, una niña de nueve años que lo llamaba “Tío Chris”, en un caso que conmocionó a la comunidad de Stella, un pequeño pueblo en el suroeste del estado, hace 17 años.
De acuerdo con The Associated Press, la ejecución se realizará mediante la inyección de una dosis única de pentobarbital, un sedante utilizado comúnmente en la eutanasia animal. Esta será la cuarta ejecución realizada en Missouri este año y la vigésima tercera en todo Estados Unidos en 2024, ubicando al estado detrás de Alabama y Texas en número de ejecuciones.
El gobernador de Missouri, Mike Parson, negó el lunes la petición de clemencia presentada por los abogados de Collings, según CBS News. Parson, un republicano y exsheriff que ha supervisado 12 ejecuciones durante su mandato, expresó en un comunicado: “el señor Collings ha recibido cada protección que ofrecen las constituciones de Missouri y de los Estados Unidos, y su condena y sentencia permanecen intactas por su horrendo y cruel crimen”.
El crimen que estremeció a Missouri
La tragedia ocurrió en la noche del 2 de noviembre de 2007. Según los registros judiciales, obtenidos por el diario The Guardian, Collings estaba bebiendo y consumiendo marihuana en casa de su amigo David Spears, padrastro de Rowan, mientras la niña dormía en su habitación. La madre de la niña, Colleen Spears, trabajaba en el turno nocturno en Walmart, dejando a Rowan sola con su padrastro.
En algún momento de la noche, los hombres se trasladaron al remolque de Collings en Wheaton, un pueblo cercano, dejando a Rowan sola en casa. Cuando Spears regresó más tarde, según su testimonio, dijo a su esposa que la niña estaba en casa de una amiga. Sin embargo, al no regresar a la escuela al día siguiente, Colleen Spears denunció su desaparición, desatando una intensa búsqueda.
Collings confesó posteriormente que esa noche regresó a la casa de los Spears, secuestró a Rowan mientras dormía y la llevó a su remolque. Allí, la agredió sexualmente. En su confesión, Collings afirmó que no tenía intención de matarla, pero que entró en pánico cuando la niña lo reconoció. “La llevé fuera del remolque, de espaldas a mí, para que no pudiera verme”, declaró. En ese momento, usó una cuerda que encontró en un camión cercano para estrangularla.
Tras cometer el asesinato, Collings trasladó el cuerpo de Rowan a un sumidero en las afueras de Stella. Luego quemó la cuerda, su ropa y el colchón manchado de sangre en un intento de eliminar evidencia. El cuerpo de la niña fue encontrado seis días después, marcando el trágico desenlace de una búsqueda que involucró a cientos de personas de la comunidad.
El caso tomó un giro complejo cuando el padrastro de Rowan, David Spears, también fue implicado en el crimen. Spears confesó haber estrangulado a la niña tras recibir la cuerda de Collings, según registros judiciales. Sin embargo, Collings siempre negó la participación de Spears en el asesinato.
A pesar de las confesiones contradictorias, Spears llegó a un acuerdo con los fiscales, declarándose culpable de cargos menores. Cumplió poco más de siete años en prisión antes de ser liberado en 2015. Hasta la fecha, no está claro por qué se le permitió a Spears evitar una condena más severa. Los fiscales del caso original no respondieron a solicitudes de comentarios al respecto.
Argumentos para la clemencia
En su solicitud de clemencia, los abogados de Collings argumentaron que sufría de una anomalía cerebral que afectaba su capacidad de juicio, deliberación y regulación emocional. La petición describió su infancia como traumática, marcada por abusos físicos y sexuales constantes. “El resultado fue un ser humano dañado, sin orientación sobre cómo convertirse en un adulto funcional”, se lee en el documento.
Además, la defensa cuestionó la credibilidad de un testigo clave, un jefe policial de un pueblo vecino, quien tenía antecedentes de ausencias no autorizadas durante su servicio militar. Los abogados argumentaron que la falta de transparencia sobre ese historial violó el derecho de Collings al debido proceso. Jeremy Weis, su abogado, afirmó: “La credibilidad de este testigo era fundamental para todo el caso contra el señor Collings”.
A pesar de estos argumentos, tanto el gobernador Parson como la Corte Suprema de Estados Unidos rechazaron las apelaciones. “En cada caso de redención, el gobernador ha ignorado la evidencia y buscado venganza”, criticó Weis en un comunicado.
La ejecución de Collings sería la número 23 en Estados Unidos este año y la cuarta en Missouri: Brian Dorsey fue ejecutado el 9 de abril, David Hosier el 11 de junio y Marcellus Williams el 24 de septiembre. Solo Alabama, con seis, y Texas, con cinco, han realizado más ejecuciones en 2024.