Abuelita que buscaba a su gato podría haber caído a un socavón de nueve metros

La mujer estaba cuidando a su nieta de cinco años, quien estuvo cerca de 10 horas sola antes de ser encontrada por las autoridades

Los equipos de rescate rastrean incansablemente un socavón inesperado buscando indicios de la desaparecida Pollard. (Policía Estatal de Pensilvania)

La apacible localidad de Marguerite, en el estado de Pennsylvania, enfrenta días de incertidumbre tras la desaparición de Elizabeth Pollard, una mujer de 64 años que el pasado lunes salió de su hogar en busca de su gato, Pepper, y no regresó. El caso ha desatado una intensa búsqueda y especulaciones que apuntan a un fenómeno geológico: un socavón que habría emergido de manera repentina.

Pollard fue vista por última vez cerca del restaurante Monday’s Union, a unos 65 kilómetros al este de Pittsburgh. Su automóvil permaneció estacionado en ese lugar, y dentro de él se halló a su nieta de cinco años, quien estuvo sola durante cerca de 10 horas hasta ser rescatada por las autoridades. Aunque la pequeña fue encontrada ilesa, el paradero de Pollard sigue siendo desconocido, intensificando la preocupación de los residentes y las autoridades.

El desarrollo de la investigación dio un giro cuando cerca del vehículo de Pollard se descubrió un agujero del tamaño de un alcantarillado y con una profundidad de 9 metros. Este hallazgo ha llevado a las autoridades a considerar que la mujer podría haber caído en un sumidero. Según el medio local WTAJ, este hoyo no había sido reportado anteriormente por los residentes, cazadores ni trabajadores del área, lo que sugiere que su formación pudo haber sido repentina.

La región de Marguerite cuenta con un largo historial de subsidencia minera, un proceso geológico común en zonas con actividad minera previa. La mina Marguerite, clausurada en 1952, es una de las responsables de los vacíos subterráneos que podrían haber provocado el colapso del terreno. Expertos del Departamento de Protección Ambiental de Pennsylvania han señalado que este tipo de eventos suele ocurrir en terrenos debilitados por la explotación de recursos minerales en décadas pasadas.

Los equipos de rescate rastrean incansablemente un socavón inesperado buscando indicios de la desaparecida Pollard. (Policía Estatal de Pensilvania)

Búsqueda contrarreloj: las operaciones y desafíos

La búsqueda de Elizabeth Pollard ha movilizado a más de 100 personas, incluyendo efectivos de la policía estatal, bomberos y voluntarios locales. Las temperaturas bajo cero (32°F o 0°C) y las condiciones del terreno han dificultado los esfuerzos, que incluyen el uso de maquinaria pesada y cámaras de alta tecnología para explorar áreas subterráneas.

En una inspección inicial, los equipos no encontraron indicios de vida, pero en una segunda revisión con cámaras especializadas se identificó un objeto que podría ser un zapato, a unos 9 metros de profundidad. Este hallazgo ha renovado las esperanzas de encontrar pistas sobre el paradero de Pollard.

El portavoz de la policía estatal, Steve Limani, comentó sobre la rapidez del fenómeno: “Casi parece que el sumidero se abrió con ella parada sobre él”, comentó a AP. Por su parte, el jefe de los bomberos locales, John Bacha, afirmó que los equipos están concentrados en la zona correcta, lo que podría acelerar el hallazgo de respuestas.

El impacto en Marguerite y las implicaciones geológicas

La desaparición de Pollard ha conmovido profundamente a los habitantes de Marguerite, donde era reconocida por su participación activa en la comunidad. Este evento ha puesto en evidencia los riesgos latentes en terrenos con antecedentes de actividad minera, generando preocupación sobre la seguridad en otras áreas similares de Pennsylvania.

El Departamento de Protección Ambiental y la Oficina de Reclamación de Minas Abandonadas han anunciado investigaciones para determinar si la subsidencia minera fue la causa principal del sumidero. Estas pesquisas podrían tener implicaciones significativas para las políticas de monitoreo y prevención de riesgos en regiones afectadas por la minería.

Además de su impacto personal y local, este suceso ha abierto un debate más amplio sobre la necesidad de reforzar los sistemas de alerta y realizar estudios geológicos periódicos en áreas vulnerables. El caso de Elizabeth Pollard ha trascendido la dimensión de una tragedia personal, convirtiéndose en un llamado de atención sobre los peligros ocultos del subsuelo en regiones con pasado minero. La comunidad de Marguerite continúa a la espera de noticias sobre Pollard, mientras el operativo de búsqueda se mantiene activo.