Dejó su trabajo en Wall Street y ahora gana mil dólares por hora como tutor

En 2009, recién salido de la universidad y con grandes expectativas, Steve Menking inició su carrera en Wall Street como operador de valores en SMB Capital, un camino que muchos considerarían el epítome del éxito profesional. Con poco más de 20 años, estaba inmerso en el mundo de las finanzas, rodeado de colegas que, como él, trabajaban incansablemente en busca de prestigio y fortuna.

Sin embargo, a medida que pasaban los años, el joven comenzó a notar un descontento creciente. La rutina de las largas jornadas laborales, que muchas veces se extendían hasta la madrugada, se volvió difícil de conciliar con sus objetivos personales. A los 25 años, enfrentó lo que él llama su “crisis de un cuarto de vida”: un punto de inflexión en el que se dio cuenta de que el mundo financiero, pese a ser lucrativo, no le proporcionaba la realización que buscaba. Ver a otros jóvenes prosperar en esa misma dinámica lo llevó a reflexionar profundamente sobre su propio futuro.

Fue en ese momento de incertidumbre que Menking empezó a cuestionarse qué tipo de trabajo realmente lo haría feliz. La respuesta, sorprendentemente, no tenía nada que ver con las finanzas ni con la bolsa de valores. Al mirar atrás en su vida, recordó el tiempo que había pasado como asistente de enseñanza y tutor durante su etapa universitaria, un rol que, según él, le había permitido conectar con una versión más paciente y con propósito de sí mismo.

En 2014, con la certeza de que su lugar no estaba en los mercados financieros, Steve, de entonces 25 años, dio un paso audaz y poco convencional: dejó atrás su carrera en Wall Street para dedicarse al mundo de la enseñanza. Esta decisión no solo marcó un cambio profesional, sino también personal, al buscar un equilibrio entre sus objetivos laborales y su deseo de contribuir de manera significativa a la vida de otras personas.

Menking sabía que su vocación estaba en la enseñanza, pero no quería invertir varios años en obtener una segunda licenciatura que le permitiera convertirse en maestro. En lugar de eso, decidió dedicarse a la tutoría privada, que le ofrecía una forma más directa e inmediata de incursionar en el ámbito educativo.

La tutoría le permitió aplicar las habilidades analíticas que había desarrollado en su paso por Wall Street de una manera que le resultaba más satisfactoria y cercana. Al principio, su enfoque no era exclusivamente financiero: buscaba ofrecer apoyo en diversas áreas académicas, siempre motivado por su interés en ayudar a otros a superar barreras intelectuales y educativas.

Con esa nueva meta en mente, Menking comenzó a enviar su currículum a decenas de agencias de tutoría en Nueva York y creó un perfil en Wyzant, una plataforma en línea que conecta a estudiantes con tutores. De forma estratégica, aprovechó su experiencia en el mundo de las finanzas para destacar en un nicho especializado: ayudar a estudiantes de secundaria y universidad en asignaturas como matemáticas, finanzas y contabilidad. Aunque el inicio fue modesto, Steve pronto descubrió que su enfoque único y su dedicación comenzaban a generar resultados positivos.

Menking fijó su tarifa inicial en menos de 100 dólares por hora, un precio competitivo para atraer a sus primeros clientes mientras se daba a conocer en el mercado. Con el tiempo, el hombre comenzó a ganar reputación gracias a las recomendaciones de estudiantes satisfechos y a su capacidad para hacer comprensibles materias complejas como las matemáticas avanzadas, la contabilidad y las finanzas. Estas áreas, tradicionalmente desafiantes, le permitieron diferenciarse y especializarse en un nicho que requería conocimientos técnicos y experiencia práctica.

En 2017, tras varios años de consolidar su carrera, Menking recibió una invitación que transformaría sus ingresos y alcance profesional. Thomas Howell, fundador de Forum Education, le ofreció unirse a su agencia de tutoría.

Forum Education, con su amplia red de estudiantes, familias y escuelas, abrió nuevas puertas para Menking, permitiéndole trabajar con un grupo más diverso de alumnos. Ese año, sus ingresos anuales se dispararon de aproximadamente 95.000 a 200.000 dólares, marcando un punto de inflexión en su carrera.

Además de colaborar con dicha agencia, Menking continuó aumentando su tarifa por hora en Wyzant a medida que su reputación crecía. Para 2017, cobraba alrededor de 150 dólares por hora, y hoy en día su tarifa ha alcanzado los 1.000 dólares por hora. Su clientela incluye principalmente estudiantes de secundaria y universidad, muchos de ellos inscritos en instituciones prestigiosas como Princeton y Yale, quienes buscan su apoyo para dominar conceptos complejos, prepararse para exámenes o destacarse en entrevistas de pasantías.

En 2020, Menking decidió diversificar aún más sus ingresos al lanzar su propia empresa, Menking Tutoring LLC. Este proyecto no solo le permitió ofrecer tutorías personalizadas, sino también diseñar cursos de preparación para exámenes y entrenamientos corporativos dirigidos a jóvenes profesionales que recién ingresan al sector financiero. Con estas iniciativas, Steve consolidó dos fuentes principales de ingresos: su colaboración con Forum Education y los servicios ofrecidos a través de su propio negocio.

A casi una década de haber iniciado este camino, Menking ha logrado construir una carrera que combina su amor por la enseñanza con un nivel de ingresos excepcional. En 2023, superó los 500.000 dólares anuales, una cifra que espera igualar o incluso superar en 2024. Este éxito, fruto de años de esfuerzo y adaptación, demuestra cómo un cambio de dirección profesional puede llevar no solo a la satisfacción personal, sino también a una estabilidad financiera notable.

Una de las mayores ventajas que Steve Menking ha encontrado en su carrera como tutor privado es la flexibilidad para organizar su tiempo. Aunque sus horarios varían según la temporada —trabajando entre 8 y 10 horas semanales en verano, y hasta 40 horas en épocas de exámenes—, Menking prioriza pasar tiempo con su familia. Vive en Connecticut junto a su esposa y sus tres hijos, y reserva varias noches a la semana para cenar con ellos y jugar con los pequeños.

Aunque a veces enfrenta semanas intensas, con solicitudes de última hora o correos de estudiantes preocupados, Menking asegura que su trabajo le permite mantener un “extraordinario balance entre el trabajo y la vida personal”, algo que no encontró durante sus años en Wall Street.