Un puente que conecta Stockyards City Main Street con Oklahoma City, sobre el río Oklahoma, fue el escenario de un rescate extraordinario que pudo haber terminado en tragedia. La mañana del pasado 10 de noviembre, alrededor de las 9:00 a.m., un hombre, que vestía una sudadera roja y jeans, fue encontrado recostado sobre una estrecha barandilla de concreto bajo el intenso sol. Lo que parecía una simple escena de descanso se convirtió en cuestión de segundos en un momento crítico que puso su vida en peligro.
El video capturado por la cámara corporal del oficial Reyes, del Departamento de Policía de la Ciudad de Oklahoma, muestra la llegada del agente al lugar para inspeccionar la situación. Apenas unos segundos después, mientras Reyes se aproximaba al hombre, este movió sus piernas y, de manera inesperada, resbaló de la barandilla, quedando suspendido sobre el vacío.
El momento en que el hombre resbaló de la barandilla y quedó colgando sobre el río Oklahoma fue captado íntegramente por la cámara corporal del oficial Reyes. La rápida reacción del policía marcó la diferencia entre la vida y la muerte. Sin dudarlo, Reyes corrió hacia el hombre y logró sujetarlo por la sudadera roja que llevaba puesta, mientras sus pies ya colgaban peligrosamente sobre las aguas frías que se encontraban entre 9 y 12 metros por debajo.
Un segundo marcó la diferencia
En medio del caos, un corredor que se encontraba pasando por la zona se detuvo para prestar ayuda. Ambos trabajaron juntos en un esfuerzo coordinado para rescatar al hombre. Mientras Reyes sostenía la sudadera, el buen samaritano agarró los brazos del hombre, quien emitía gemidos de angustia mientras se encontraba suspendido y mirando hacia el vacío. En cuestión de segundos, lograron arrastrarlo de vuelta a la superficie del puente, poniéndolo finalmente a salvo, tal y como reportó Fox News.
Durante el rescate, se escucha al oficial Reyes hablándole al hombre con calma, instándolo a cooperar: “Oiga señor, venga”, mientras que el corredor, preocupado por la situación, le preguntaba: “¿Está bien, amigo? ¿Está bien?”. Este momento de colaboración espontánea entre el agente de policía y el ciudadano evitó lo que pudo haber sido una tragedia.
Tras el dramático rescate, un equipo médico llegó al lugar para evaluar al hombre, quien, a pesar del peligroso incidente, no presentó lesiones. Según las declaraciones proporcionadas por el Departamento de Policía de la Ciudad de Oklahoma y citadas por Fox News, el hombre aseguró que no tenía intención de hacerse daño. Explicó que había decidido descansar sobre la barandilla debido al buen clima y que, mientras permanecía allí recostado, se quedó dormido sin percatarse del peligro que corría.
Una acción heroica
Además, el hombre confirmó a la policía que no es una persona sin hogar, una aclaración que ayudó a despejar posibles especulaciones sobre su situación. Tras asegurarse de que estaba físicamente bien y fuera de peligro, el oficial Reyes se encargó de trasladarlo de regreso con su familia. Este gesto subraya no solo el compromiso del agente con su labor policial, sino también su interés por el bienestar del ciudadano que acababa de salvar.
El rescate realizado por el oficial Reyes no pasó desapercibido para las autoridades ni para los medios locales. El sargento Gary Knight, del Departamento de Policía de la Ciudad de Oklahoma, destacó la valentía y el profesionalismo del oficial, calificando su actuación como un ejemplo de heroísmo en acción. “Es una acción verdaderamente heroica ver a un oficial entrar en acción y salvar la vida de alguien con la ayuda de un ciudadano”, afirmó Knight en declaraciones a News9.
El incidente también puso en evidencia la importancia de la colaboración entre los ciudadanos y las fuerzas del orden. El sargento resaltó cómo la intervención del buen samaritano fue crucial para garantizar el éxito del rescate, demostrando que la cooperación en situaciones de emergencia puede marcar una gran diferencia.
Otro detalle que llamó la atención fue la descripción del entorno donde ocurrió el incidente. Según Knight, la barandilla donde el hombre se encontraba tiene apenas 30 centímetros (un pie) de ancho y delimita un puente con una caída considerable de entre 9 y 12 metros hasta el agua. Este contexto evidencia el alto nivel de riesgo del rescate, donde cualquier error podría haber resultado fatal.