Las entregas de iPhones de AT&T a través de FedEx se han convertido en el objetivo de una ola de robos en Estados Unidos perpetrados por grupos delictivos organizados. Este fenómeno, que las autoridades describen como un “esquema sofisticado”, utiliza tecnología de rastreo y tácticas avanzadas para interceptar los paquetes antes de que lleguen a manos de los destinatarios, lo que representa una creciente amenaza tanto para los consumidores como para las empresas de mensajería.
Según un boletín policial al que tuvo acceso ABC News, los delincuentes acceden a información de rastreo y ubicaciones de entrega a través de redes celulares, permitiéndoles identificar cuándo y dónde serán entregados los paquetes. Esto ha generado una escalada de incidentes en los que los ladrones sustraen los teléfonos directamente de los repartidores o de las puertas de las casas.
“Los encuentros violentos con estos grupos están aumentando, ya que los criminales utilizan diversas tácticas, técnicas y procedimientos para hacerse con los dispositivos”, alerta el informe. En muchos casos, los ladrones van disfrazados de repartidores o trabajadores de construcción, utilizando elementos como chalecos de Amazon, bolsas de DoorDash o ropa de contratistas para evitar levantar sospechas.
Cifras y puntos críticos
Las autoridades han identificado un incremento significativo en los robos de este tipo en varias ciudades del país. En Virginia del Norte, al menos 77 incidentes han sido reportados en lo que va del año, destacando a esta región como un punto crítico del fenómeno. En tanto, el Departamento de Policía de Nueva York está investigando 55 casos similares.
En Chicago, los robos de paquetes se han documentado con mayor frecuencia en vecindarios como Auburn Gresham. Cámaras de seguridad captaron recientemente a una pareja que parece estar involucrada en múltiples robos de este tipo. Según imágenes obtenidas por el afiliado local de ABC, WLS, la pareja ha sido vista en tres robos distintos.
En uno de los videos, una mujer se acerca bailando a la puerta de una casa, toma un paquete y corre hacia un automóvil estacionado al otro lado de la calle. En otro caso, un hombre recoge varios paquetes antes de regresar a un vehículo gris que parece ser el mismo utilizado en los incidentes anteriores.
Las víctimas, frustradas por la falta de respuestas inmediatas, han presentado denuncias ante la policía local. “Se ven siempre iguales: con un cigarrillo en la boca, actuando como si no les importara nada. Parecen un dúo tipo Bonnie y Clyde”, dijo una de las víctimas a WLS.
Además de las pérdidas materiales, el aumento en estos incidentes también ha generado preocupación por la seguridad de los repartidores y consumidores. El boletín policial advierte que los ladrones, al estar bien informados sobre los horarios y ubicaciones de las entregas, suelen operar con rapidez y precisión, aprovechando cualquier momento de distracción. En algunos casos, han llegado a amenazar con armas a los repartidores o a los propietarios que intentan confrontarlos.
Según los informes, estos ladrones suelen actuar pocos minutos después de que los paquetes son entregados, lo que les permite sustraerlos rápidamente antes de que los destinatarios los recojan. Además, se sospecha que algunos miembros de estas redes delictivas pueden estar trabajando en complicidad con empleados de empresas de logística o telecomunicaciones, quienes podrían proporcionarles acceso a información de rastreo o datos sensibles de las entregas.
Respuestas de las empresas involucradas
Frente a esta situación, AT&T y FedEx han asegurado que están trabajando estrechamente con las fuerzas del orden para abordar el problema.
En un comunicado, AT&T declaró: “Colaboramos con agencias de seguridad y compañías de mensajería para proteger nuestras entregas contra estos criminales sofisticados”. Por su parte, FedEx afirmó: “Contamos con programas rigurosos de seguridad y regularmente recordamos a nuestros equipos la importancia de proteger tanto los paquetes como su propia seguridad personal”.
Sin embargo, consumidores y expertos en seguridad advierten que la magnitud del problema requiere medidas más robustas, incluidas mejoras en los sistemas de rastreo, el uso de tecnologías de bloqueo para dispositivos robados y una mayor vigilancia en las rutas de entrega.
La policía recomienda a los consumidores estar atentos a las notificaciones de entrega y recoger sus paquetes lo antes posible. Además, sugieren instalar cámaras de seguridad en las puertas y evitar dejar los paquetes sin supervisión durante períodos prolongados.