Un diagnóstico de demencia y controversias legales marcan la vida de Wendy Williams tras su retiro de la televisión

Wendy Williams, una de las presentadoras más icónicas de la televisión estadounidense, enfrenta un deterioro significativo en su salud debido a un diagnóstico de demencia frontotemporal (FTD) y afasia progresiva primaria, condiciones neurodegenerativas que afectan su capacidad cognitiva y del habla. Su tutora legal, Sabrina Morrissey, informó en un documento judicial presentado el 12 de noviembre que Williams, de 60 años, ha sido declarada “cognitivamente incapacitada y permanentemente discapacitada”.

Williams fue diagnosticada oficialmente en 2023 con estas enfermedades progresivas, las mismas que afectan al actor Bruce Willis. Según los especialistas, estas condiciones carecen de cura y empeoran con el tiempo, causando serias dificultades para comunicarse, tomar decisiones y llevar a cabo actividades cotidianas.

Desde mayo de 2022, la exconductora se encuentra bajo una tutela ordenada por el tribunal, tras una solicitud presentada por su banco, Wells Fargo, que argumentó que Williams era incapaz de manejar sus finanzas de manera independiente. Morrissey fue designada por la corte para supervisar tanto la salud como los asuntos financieros de la presentadora, en un intento por protegerla de posibles abusos o decisiones perjudiciales.

La tutela de Williams ha generado tensiones con su familia. Según su hermana, Wanda Finnie, los parientes más cercanos no han recibido información completa sobre su estado desde 2021, cuando Williams pasó un tiempo en Florida con ellos. Finnie señaló en una entrevista con la revista People que la familia tiene contacto limitado con la presentadora y solo pueden hablar con ella cuando ella realiza llamadas, ya que Morrissey tiene acceso exclusivo e irrestricto.

“¿Cómo pasó de ser esa tía o hermana saludable y querida a esta persona que entra y sale del hospital?”, se preguntó Finnie, quien también criticó el sistema de tutela al que está sometida Williams, describiéndolo como “deficiente”.

Además de su diagnóstico de FTD y afasia, Williams ha lidiado con una serie de problemas de salud a lo largo de los años, entre ellos la enfermedad de Graves, una condición autoinmune que afecta la tiroides, y linfedema, que causa hinchazón crónica en las extremidades. Estos problemas de salud se han combinado con un historial de adicciones al alcohol y las drogas, lo que ha complicado aún más su situación médica y personal.

En febrero de 2023, el equipo médico de Williams emitió un comunicado confirmando que sus condiciones de salud habían presentado “obstáculos significativos” en su vida diaria, aunque señalaron que todavía podía realizar algunas actividades básicas por sí misma. Asimismo, aseguraron que estaba recibiendo los cuidados necesarios para proteger su bienestar.

En medio de este contexto, Morrissey ha iniciado una batalla legal contra Lifetime, A&E Television Networks y otros productores responsables del documental “Where Is Wendy Williams?” (“¿Dónde está Wendy Williams?”), que fue lanzado en febrero de 2024. Según la demanda, el material fue producido y publicado sin el consentimiento válido de Williams, aprovechándose de su estado vulnerable.

El documental explora la vida de Williams después de su retiro abrupto de la televisión y su entrada bajo tutela, mostrando imágenes y entrevistas que Morrissey calificó como “humillantes y explotadoras”. Según la tutora, las compañías involucradas obtuvieron beneficios millonarios mientras que Williams solo recibió un pago de 82,000 dólares, una cifra que consideró insignificante frente al uso de material altamente personal y sensible.

La demanda señala que los productores “manipularon deliberadamente a Williams para obtener reacciones emocionales fuertes” y grabaron episodios en los que se le mostraba en un estado de confusión debido a su enfermedad. Morrissey busca que las ganancias del documental sean redirigidas para financiar el cuidado médico y la supervisión de Williams a largo plazo.

Por su parte, los productores del documental han negado las acusaciones y presentado contrademandas contra Morrissey. Según su defensa, el proyecto contó con el consentimiento de Williams antes de su diagnóstico oficial de demencia. Afirmaron también que familiares cercanos de la presentadora, incluido su mánager Will Selby, vieron el documental antes de su estreno y no presentaron objeciones.

Lifetime argumentó además que detener la emisión del documental habría constituido una violación a la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que protege la libertad de expresión. En declaraciones públicas, la compañía destacó que el proyecto tiene un enfoque “honesto y sin filtros” sobre la vida de Williams, incluido su proceso bajo tutela, citó USA Today.

Wendy Williams construyó una carrera destacada en los medios, especialmente como anfitriona de su exitoso programa de entrevistas, “The Wendy Williams Show”, que se transmitió desde 2008 hasta 2022. Conocida por su estilo directo y su habilidad para convertir temas de actualidad en conversaciones entretenidas, Williams se convirtió en un referente en el género de los talk shows.

Sin embargo, su retiro abrupto en 2021 y los problemas de salud posteriores han generado especulaciones sobre su legado y la ética de la explotación mediática de figuras públicas en situaciones vulnerables. Los documentos presentados en el tribunal destacan que necesitará cuidados médicos significativos y supervisión durante el resto de su vida, algo que representa un desafío tanto emocional como financiero.

A pesar de las dificultades, Williams ha mantenido un tono agradecido en los comunicados que ha emitido a través de su equipo, destacando la importancia de la privacidad y la paz en esta etapa de su vida. “Espero que otros con FTD puedan beneficiarse de mi historia”, dijo en una declaración a comienzos de este año, citada por el New York Post.