Condenaron a una influencer de Texas por complot de asesinato contra su exnovio y una rival de negocios

Ashley Grayson, una empresaria digital, fue declarada culpable de intentar contratar a una pareja para asesinar a tres personas en un caso que sacudió a Dallas

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Las pruebas incluían videollamadas y un pago de 10.000 dólares en efectivo. (Instagram/@itsashley_graysona/Instagram)
Las pruebas incluían videollamadas y un pago de 10.000 dólares en efectivo. (Instagram/@itsashley_graysona/Instagram)

El caso de Ashley Grayson, una influencer de Texas, dejó en evidencia cómo los conflictos nacidos en el ámbito digital pueden escalar hasta convertirse en crímenes graves en el mundo real. La mujer, de 35 años, utilizó su éxito en redes sociales y su negocio de cursos en línea para construir una imagen de empresaria próspera. Sin embargo, detrás de esta fachada, planeaba un complot para asesinar a tres personas, entre ellas su exnovio, una crítica en redes sociales y una rival comercial.

Según People, el plan salió a la luz en septiembre de 2022, cuando Grayson contactó a una pareja de Memphis para discutir una oferta inusual: pagarles al menos 20.000 dólares por cada asesinato. Las personas, que inicialmente fingieron aceptar el trato, proporcionaron pruebas grabadas que confirmaban los detalles del plan, incluida una solicitud urgente para eliminar a una de las víctimas en menos de una semana.

Evidencias clave del complot

La caída de Grayson comenzó cuando la pareja de Memphis, a la que ella había contratado para ejecutar los asesinatos, decidió grabar una videollamada en la que la influencer ofrecía un pago adicional de 5.000 dólares si una de las víctimas era eliminada en el plazo de una semana. Estas grabaciones, entregadas posteriormente a las autoridades, se convirtieron en una prueba crucial para demostrar su intención de cometer los crímenes.

Además, la pareja ideó un engaño para simular que habían intentado cumplir con el encargo de Grayson. Utilizando imágenes de luces policiales de un incidente no relacionado, hicieron creer a la influencer que el plan había fracasado debido a la intervención de las autoridades. Para respaldar su historia, solicitaron un pago parcial por su supuesta participación, recibiendo 10.000 dólares en efectivo tras reunirse con la influencer y su esposo en Dallas.

Una sentencia máxima

El caso de Grayson llegó a los tribunales federales en julio de 2023, cuando un gran jurado del Distrito Oeste de Tennessee emitió una acusación formal por “Uso de una instalación interestatal en la comisión de un asesinato por encargo”. Esta acusación incluyó también a su esposo, Joshua Grayson, aunque él fue posteriormente absuelto de cualquier implicación en la conspiración.

El juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Thomas L. Parker, consideró la evidencia presentada por los fiscales, que incluía grabaciones de la videollamada, testimonios de la pareja contratada y el registro del pago en efectivo de 10.000 dólares.

Grayson ofreció hasta 20.000 dólares por asesinato, según grabaciones.
(Instagram/@itsashley_graysona/Instagram)
Grayson ofreció hasta 20.000 dólares por asesinato, según grabaciones. (Instagram/@itsashley_graysona/Instagram)

El 31 de octubre de 2024, el juez Parker sentenció a Grayson a la pena máxima de 120 meses de prisión federal (10 años), sin posibilidad de libertad condicional debido a la naturaleza del delito y a que fue procesado en el sistema federal. Esta sentencia buscó reflejar la gravedad de un crimen que, aunque no llegó a ejecutarse, dejó profundas secuelas emocionales en las víctimas señaladas.

El fiscal federal interino, Reagan Fondren, declaró tras el fallo: “Este es un crimen del siglo XXI, donde rivalidades en línea y disputas triviales se trasladaron al mundo real con consecuencias potencialmente mortales”.

Una influencer y su caída

Antes de ser condenada, Ashley Grayson era conocida por su éxito como empresaria digital y creadora de contenido en redes sociales. Desde su hogar en Dallas había construido una imagen de “coach de negocios” y filántropa, utilizando su plataforma para ofrecer cursos sobre cómo monetizar habilidades personales. Su capacidad para proyectar una marca rentable y atractiva en línea le permitió consolidarse como una figura influyente dentro de su nicho.

La mujer se presentaba como una emprendedora de ocho cifras y autora bestseller, atrayendo a miles de seguidores que buscaban replicar su modelo de éxito. Sin embargo, esta imagen pública contrasta radicalmente con las acciones que la llevaron a prisión.

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