Dylan McCay y Emily Roberts, una joven pareja de Arkansas, protagonizaron una historia de generosidad que ha conmovido a miles. Ambos utilizaron los 12.000 dólares destinados a su boda para salvar la vida de un Goldendoodle de 10 meses, que fue atropellado y abandonado cerca de Conway, Arkansas. La decisión no solo dio una segunda oportunidad a la perrita, ahora llamada Maple, sino que también movilizó a una comunidad entera para apoyar su causa.
La noche de Halloween, McCay vio una publicación en Facebook que informaba sobre un perro herido al borde de Acklin Road. Sin pensarlo dos veces, condujo hasta el lugar y encontró al animal en condiciones críticas. De acuerdo con CBS News, Maple tenía fracturas expuestas en ambas patas traseras y estaba cubierta de lodo.
A pesar del dolor, mostró un carácter dulce desde el principio. “Encendí mis luces de emergencia, salí del coche y ella intentó acercarse a mí”, recordó McCay. “Puso su cabeza sobre mi regazo mientras trataba de llamar a hospitales de emergencia. Solo quería ser amada”, se lee en un comunicado emitido por el Centro de Salud Animal del Estado de Mississippi.
Bajo una intensa lluvia, McCay y Roberts llevaron a Maple al Hospital Veterinario Greenbrier, donde el Dr. Eric Schrand, graduado en Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Mississippi (MSU), evaluó la gravedad de sus lesiones. Tras determinar que Maple necesitaba una cirugía avanzada para salvar sus patas, Schrand recomendó trasladarla al Centro de Salud Animal de la MSU, a más de 880 kilómetros de distancia.
Un viaje de esperanza y sacrificio
La pareja no dudó en actuar. “Intentamos con varios hospitales locales, pero muchos estaban cerrados o no tenían las capacidades necesarias para realizar la cirugía”, explicó Roberts. “Sentimos que esto era algo que debía hacerse bien para su calidad de vida”. Con Maple sufriendo en el asiento trasero, condujeron hasta la universidad en Starkville, Mississippi, sacrificando su fondo de boda para cubrir los costos médicos.
El equipo veterinario de la MSU, liderado por el Dr. Michael Jaffe, jefe de cirugía de animales pequeños, y el residente Dr. Weston Beamon, tomó el caso de Maple como un desafío especial. Las fracturas abiertas presentaban un alto riesgo de infección, y las primeras evaluaciones sugerían que sería necesario amputar ambas patas traseras. Sin embargo, los especialistas decidieron intentar salvarlas.
La cirugía, que duró cinco horas, fue un esfuerzo conjunto que involucró a más de 30 profesionales, incluidos estudiantes, radiólogos, anestesistas, técnicos y fisioterapeutas. “Reconstruimos sus patas con cinco tornillos, dos pines y una placa ósea en cada pierna”, explicó Jaffe. “Maple es una perrita fuerte. Estaba caminando en ambas patas apenas dos días después de la operación”.
La recuperación de Maple y el apoyo masivo
La noticia del sacrificio de McCay y Roberts para salvar a Maple generó una ola de solidaridad. La pareja creó una campaña en GoFundMe para cubrir los costos médicos, que ascendieron a casi 15.000 dólares. En menos de un mes, recibieron más de 46.000 dólares en donaciones de casi mil personas. “Es increíble ver cómo la gente se preocupa tanto por Maple como nosotros”, dijo Roberts.
Durante su estancia en la MSU, el personal mantuvo un contacto constante con la pareja. “Nos enviaban fotos y videos, y compartían incluso los pequeños detalles sobre su progreso”, comentó Roberts, citó People.
El proceso de recuperación de Maple no ha estado exento de desafíos. Actualmente, está fortaleciendo sus músculos y adaptándose a su nueva vida con sus propietarios. McCay describió su progreso en una actualización de GoFundMe: “Está aprendiendo a caminar de nuevo y ha hecho grandes avances. Es tan juguetona y alegre que a veces tenemos que detenerla para evitar que se lastime”.
Una nueva vida para Maple y nuevos planes para la pareja
Tras el éxito de la cirugía, McCay y Roberts decidieron adoptar oficialmente a Maple. Aunque su boda ha sido pospuesta, planean casarse en la primavera de 2026. “Esta experiencia nos ha mostrado lo importante que es seguir nuestro instinto y actuar con amor”, expresó McCay.
Los veterinarios de la MSU, por su parte, destacaron la dedicación de la pareja como un factor clave en el éxito de Maple. “Casos como este no solo dependen de nuestras habilidades, sino también del compromiso de los dueños”, afirmó Beamon. “El nivel de cuidado que podemos ofrecer aquí es único gracias a la colaboración de tantos especialistas”.
Roberts y McCay reflexionaron sobre lo aprendido durante este proceso. “Hemos visto lo mejor de las personas gracias a Maple”, dijo Roberts. “Esta experiencia nos ha unido como pareja y nos ha enseñado a valorar la compasión y el apoyo de los demás”. Maple, ahora segura y feliz en su nuevo hogar, es un recordatorio vivo del impacto que pueden tener los actos de bondad.