Hearthside Food Solutions, un destacado fabricante de alimentos por contrato en Estados Unidos que trabaja para marcas como LuckyCharms y Cheetos, solicitó protección por bancarrota bajo el Capítulo 11, con el objetivo de reducir su deuda de $1.900 millones y reestructurar sus operaciones, según informó Reuters. La medida llega tras investigaciones relacionadas con el empleo de menores en sus fábricas y una serie de denuncias por trabajo infantil que impactaron significativamente a la compañía.
La empresa, conocida por producir barras de granola, cereales y snacks para marcas reconocidas, enfrentó un intenso escrutinio luego de que un informe publicado por The New York Times en febrero de 2023 revelara que niños migrantes trabajaban en condiciones inseguras en sus instalaciones. Entre las labores reportadas se incluían la producción de barras Chewy y el empaquetado de cereales Lucky Charms y snacks como Cheetos.
La empresa solicitó también la aprobación de un financiamiento de deudor en posesión (DIP, por sus siglas en inglés) por $300 millones, de los cuales $150 millones provendrán de nuevos fondos aportados por sus prestamistas actuales. Este financiamiento garantizará la liquidez necesaria para mantener las operaciones hasta la salida del proceso de bancarrota.
Acusaciones de explotación infantil
Las acusaciones de explotación infantil contra Hearthside Food Solutions surgieron a raíz de un reportaje publicado en febrero de 2023 por The New York Times, que destapó una serie de prácticas laborales irregulares en varias de sus fábricas. Según la investigación, niños migrantes trabajaban en condiciones precarias y peligrosas en plantas donde se fabricaban productos populares como Chewy granola bars y se empaquetaban cereales Lucky Charms y snacks Cheetos. Estos menores, muchos de los cuales eran indocumentados, fueron reclutados a través de agencias de empleo externas que aparentemente no cumplían con las normativas laborales estadounidenses.
El artículo detalló testimonios de menores que habían sido contratados para realizar trabajos en líneas de producción, manipulando maquinaria pesada y expuestos a condiciones inseguras, como la falta de equipo de protección adecuado. Además, algunos de estos niños dormían en condiciones insalubres en alojamientos improvisados, sin supervisión adecuada, lo que violaba las leyes laborales y de protección infantil de Estados Unidos.
Hearthside negó las acusaciones de explotación infantil y aseguró que no era consciente de que se estuviera empleando a menores de edad en sus fábricas. La compañía explicó que las agencias de contratación externas fueron las que reclutaron a los trabajadores, sin informar a Hearthside sobre la presencia de menores. Sin embargo, tras la publicación del reportaje, la empresa decidió cortar lazos con estas agencias y revisar sus prácticas de contratación, asegurando que reforzarían sus políticas laborales para evitar situaciones similares en el futuro.
El reportaje desencadenó investigaciones por parte de varias agencias gubernamentales, incluidas el Departamento de Trabajo de EE.UU. y la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), que examinaron las condiciones de trabajo en las plantas de Hearthside. No obstante, la empresa subrayó que las investigaciones no resultaron en sanciones económicas ni en la imposición de multas por parte de las autoridades.
A pesar de esto, las acusaciones tuvieron consecuencias graves para Hearthside: aumentaron las presiones de los medios de comunicación, los clientes de la empresa comenzaron a revisar sus relaciones comerciales y las autoridades intensificaron el escrutinio sobre las condiciones laborales dentro de la industria alimentaria. En respuesta, Hearthside se comprometió a mejorar sus prácticas y adoptó nuevas políticas para asegurar que sus proveedores y agencias de empleo cumplieran con las leyes laborales, prohibiendo expresamente la contratación de menores de edad.
Proceso de reestructuración tras la declaración de bancarrota
Hearthside presentó su solicitud en el Tribunal de Bancarrota del Distrito Sur de Texas, como parte de un Acuerdo Global de Apoyo a la Reestructuración (RSA, por sus siglas en inglés). Este plan permitirá a la empresa eliminar $1.900 millones de deuda, asegurar $200 millones en nuevo capital y obtener un préstamo de $150 millones para financiar sus operaciones durante el proceso de bancarrota.
La compañía cuenta con el respaldo de sus prestamistas principales, incluidos los tenedores de deuda preferente y subordinada, así como sus accionistas, lo que asegura un amplio apoyo para el plan de reestructuración.
“Hemos tomado medidas decisivas para dejar atrás los desafíos del pasado y estamos motivados por las mejoras logradas en nuestra cultura organizacional y nuestra capacidad para entregar productos de alta calidad”, expresó Darlene Nicosia, directora ejecutiva de Hearthside.
A pesar de la declaración de bancarrota, Hearthside continuará operando de manera habitual durante el proceso del Capítulo 11. La compañía espera completar la reestructuración y salir de la bancarrota para el primer trimestre de 2025, posicionándose para un crecimiento sostenido y una mejora en su estructura de capital, según información de Business Wire.
Con sede en Downers Grove, Illinois, Hearthside emplea a más de 12 mil trabajadores en 28 instalaciones distribuidas por Estados Unidos. Sus operaciones incluyen la producción de alimentos horneados, barras nutricionales y servicios de empaque para algunas de las marcas más importantes de la industria alimentaria.
Hearthside presentó una serie de mociones iniciales en el tribunal, conocidas como “Mociones del Primer Día”, para garantizar una transición sin interrupciones hacia el proceso de reestructuración. Estas incluyen la continuidad del pago de salarios y beneficios a los empleados, el mantenimiento de programas para clientes y el cumplimiento de obligaciones con proveedores.