Cada año, millones de estadounidenses esperan con entusiasmo la llegada del Black Friday, el evento de compras más grande para los comercios. Si bien el término originalmente hacía referencia al viernes posterior al Día de Acción de Gracias, las dinámicas de ventas modernas han ampliado su alcance.
En años recientes, el Black Friday ha comenzado a fusionarse con eventos como el Cyber Monday, ampliando el período de compras. Esta transformación responde a la creciente influencia del comercio electrónico, que permite a los consumidores acceder a descuentos sin necesidad de acudir a tiendas físicas abarrotadas. Además, iniciativas como el “Small Business Saturday” están cobrando relevancia, impulsando el consumo en pequeñas empresas locales.
En la actualidad, las ofertas no sólo comienzan mucho antes, sino que también varían según la región, las tiendas y las plataformas de comercio electrónico. Entonces, ¿a qué hora inician realmente las ofertas?
Horarios de inicio en tiendas físicas y en línea
El Black Friday comienza oficialmente en la medianoche del viernes en muchas tiendas físicas, aunque esta tradición ha cambiado con el tiempo. Grandes cadenas como Walmart, Target y Best Buy han adelantado sus horarios en años recientes, abriendo incluso desde la tarde del Día de Acción de Gracias (jueves). En contraste, otras empresas optan por mantener horarios tradicionales y abrir a partir de las 6:00 u 8:00 de la mañana del viernes.
Por otro lado, las tiendas en línea como Amazon y los portales de las grandes cadenas suelen anticiparse aún más, lanzando descuentos desde el primer minuto del Día de Acción de Gracias. En muchos casos, estas ofertas incluso empiezan días antes, bajo campañas como “Black Friday Week” o “Early Black Friday Deals”.
Dado que Estados Unidos abarca varios husos horarios, el inicio de las ofertas puede variar significativamente según la ubicación. Por ejemplo, mientras en la costa este las ofertas arrancan a la medianoche del viernes (hora estándar del Este, EST), en la costa oeste esto ocurre tres horas más tarde (hora estándar del Pacífico, PST). Este desfase también se aplica a las compras en línea, especialmente para ofertas con inicio limitado en un horario específico.
El impacto económico del Black Friday en EEUU
El Black Friday no es solo un fenómeno comercial, sino también un motor clave para la economía estadounidense. Año tras año, este evento genera miles de millones de dólares en ventas, consolidándose como uno de los días más rentables del año tanto para tiendas físicas como para plataformas en línea.
Las ventas durante el Black Friday son una parte esencial del calendario comercial. En 2023, por ejemplo, las transacciones superaron los 9.000 millones de dólares en comercio electrónico solamente, según reportes de Adobe Analytics.
Este día marca el inicio de la temporada de compras navideñas, que representa hasta un 20% de los ingresos anuales para muchas empresas minoristas. Además, sectores como la electrónica, la moda y los juguetes suelen liderar las preferencias de los consumidores, reforzando su importancia en la economía.
Consumidores versus comercios
El Black Friday representa un evento estratégico tanto para los consumidores como para los comercios. Mientras los compradores se preparan para encontrar las mejores ofertas, las tiendas implementan tácticas para atraer y retener clientes en un mercado cada vez más competitivo.
Para los consumidores, planificar con antelación es clave para aprovechar al máximo las promociones. La investigación previa sobre precios y descuentos es una práctica común, ya que permite comparar ofertas y determinar qué productos realmente ofrecen un ahorro significativo. Muchos compradores elaboran listas de artículos prioritarios, lo que ayuda a evitar compras impulsivas ya centradas en los productos más deseados.
Además, suscribirse a boletines de las tiendas o activar notificaciones de aplicaciones especializadas se ha convertido en una herramienta eficaz para recibir alertas sobre descuentos exclusivos o anticipados. Con el auge del comercio en línea, una estrategia habitual es aprovechar las ofertas digitales que suelen comenzar antes del viernes, lo que permite evitar multitudes y garantizar la disponibilidad de los productos.
Por otro lado, los comercios despliegan una planificación minuciosa para maximizar sus ventas durante este día. Las campañas publicitarias son fundamentales y comienzan semanas antes del evento, utilizando redes sociales, correos electrónicos y anuncios dirigidos para captar la atención de los consumidores. Muchas tiendas implementan descuentos escalonados, iniciando las promociones con días de antelación para mantener el interés y extender el período de compras.
En términos operativos, las empresas refuerzan su logística y contratan personal adicional tanto en almacenes como en puntos de venta para manejar el incremento del volumen de transacciones. Además, el lanzamiento de promociones exclusivas, como ofertas limitadas por tiempo o cantidad, es una estrategia recurrente que busca generar una sensación de urgencia entre los compradores.