En un sorprendente anuncio, Rebecca Sneed, esposa de Lyle Menéndez, compartió públicamente su separación tras más de dos décadas de matrimonio. El 22 de noviembre, a través de un comunicado en su página oficial de Facebook, la mujer explicó que aunque ya no están juntos como pareja, mantienen una relación cercana basada en la amistad y el apoyo mutuo. Este anuncio, confirmado por el abogado de los hermanos Menéndez a NBC News, fue recibido con interés por quienes han seguido de cerca la historia de estos hermanos condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989.
Rebecca enfatizó que esta decisión no está relacionada con ningún tipo de escándalo, aclarando: “Lyle y yo hemos estado separados por un tiempo, pero seguimos siendo mejores amigos y familia”. Además, reafirmó su compromiso en la lucha por la libertad de ambos hermanos, asegurando que continuará administrando las redes sociales de suexpareja con su participación y actualizando sobre el progreso del caso.
Cómo empezó el romance en Lyle y Rebecca
La historia de ambos comenzó mucho antes de su matrimonio en 2003, cuando ya se conocían desde hacía una década. En un vínculo poco convencional, la pareja construyó su relación en el contexto de la prisión, donde Lyle cumple una condena a cadena perpetua junto a su hermano Erik por el asesinato de sus padres.
Rebecca, quien trabajaba como periodista cuando se conocieron, decidió dar un giro a su vida profesional tras la boda y se convirtió en abogada, lo que reforzó su capacidad para apoyar a Lyle en su batalla legal. Durante años, ella fue una visitante frecuente en prisión y dedicó su tiempo a sostener su relación en condiciones poco usuales.
En una entrevista de 2017, el hermano mayor de los Menéndez describió su matrimonio como un pilar de estabilidad en un entorno de incertidumbre, resaltando la intimidad emocional que lograron cultivar a pesar de las barreras físicas. “Nuestro matrimonio es una fuente constante de paz y alegría, un contrapeso al ambiente impredecible y estresante de aquí”, compartió.
Aunque Rebecca no especificó cuándo comenzó la separación, su compromiso con Lyle se mantuvo intacto hasta este anuncio reciente, en el que confirmó que seguirá trabajando para lograr la libertad de los condenados.
Lucha legal de los hermanos Menéndez
Lyle y Erik llevan más de tres décadas tras las rejas por el asesinato de sus padres, Kitty y José Menéndez, ocurrido en 1989. Sin embargo, su caso sigue siendo objeto de debates legales y mediáticos, especialmente por las alegaciones de abuso sexual y físico que ambos aseguran haber sufrido a manos de su padre. Estas acusaciones se han convertido en un eje central en la narrativa de su defensa, argumentando que los asesinatos fueron un acto de desesperación más que un crimen premeditado.
En los últimos años, el caso ganó impulso con la presentación de nuevas pruebas y testimonios, lo que llevó a los hermanos a interponer una moción para una resentencia. Este recurso busca que se reexamine su condena a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Entre las pruebas más recientes, destaca una petición de habeas corpus que incluye evidencia destinada a corroborar sus denuncias de abuso, con la esperanza de que un juez pueda abrir las puertas para su eventual liberación.
El contexto político también juega un papel clave en su lucha legal. Recientemente, el fiscal saliente del condado de Los Ángeles, George Gascón, mostró su apoyo al caso de los Menéndez al enviar una carta de clemencia al gobernador de California, Gavin Newsom. Sin embargo, tras perder su reelección, la responsabilidad de evaluar el caso pasará al funcionario electo, Nathan Hochman, quien aún no ha declarado públicamente su postura al respecto.
Rebecca Sneed, una defensora de los hermanos Menéndez
A lo largo de su matrimonio, Rebecca Sneed asumió un rol central en la lucha por la libertad de su esposo y su cuñado, Erik. Desde el inicio de su relación, la mujer mostró un compromiso inquebrantable al trabajar incansablemente para mantener la atención pública y legal sobre el caso, incluso mientras enfrentaba los desafíos de una vida compartida con alguien encarcelado de por vida.
Tras convertirse en abogada, Rebecca no solo continuó visitando regularmente a Lyle en prisión, sino que también se involucró activamente en la estrategia legal de los hermanos. Su experiencia en derecho y comunicación le permitió manejar de manera eficaz las redes sociales y las iniciativas públicas dirigidas a exponer las supuestas irregularidades en el juicio de 1996, donde ambos fueron condenados a cadena perpetua sin libertad condicional. En sus propias palabras: “Nunca dejaré de luchar por ellos”.
Además de su defensa legal, Rebecca ha sido una voz constante que mantiene informados a los seguidores de los Menéndez a través de publicaciones en las redes sociales. En ellas, comparte actualizaciones sobre el progreso del caso y anima a la comunidad a apoyar los esfuerzos para reexaminar su condena.