Este popular medicamento contra el asma podría relacionarse con efectos secundarios en la salud mental y suicidios

Científicos han identificado que el principio activo del medicamento se acumula en regiones clave del cerebro, afectando funciones como el estado de ánimo, control de los impulsos y el sueño

El fármaco podría estar ligado a efectos secundarios graves y suicidios. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En 1998, el medicamento Singulair fue lanzado al mercado como una solución innovadora para el asma, promocionándose como una opción segura y eficaz que ofrecía un alivio cómodo en forma de píldora, en lugar de los tradicionales inhaladores.

Sin embargo, más de dos décadas después, investigaciones recientes del gobierno de Estados Unidos han comenzado a poner en duda su perfil de seguridad. Según un estudio científico revisado por la agencia de noticias Reuters, el principio activo del medicamento, montelukast, podría estar vinculado con problemas de salud mental graves, incluidas tendencias suicidas. Este hallazgo se suma a un creciente debate sobre los efectos secundarios de un fármaco que sigue siendo recetado a millones de personas, incluidos niños, cada año.

Los científicos explicaron a la agencia de noticias que el montelukast se une significativamente a varios receptores cerebrales involucrados en funciones críticas como el estado de ánimo, el control de los impulsos, el sueño y la cognición. Dicho vínculo químico podría ser la clave para explicar los episodios reportados, que van desde insomnio severo hasta pensamientos suicidas.

¿Es seguro tomar Singulair?

(REUTERS/Brian Snyder/File Photo)

A pesar de su uso masivo y las garantías de su fabricante, que lo describió cuando salió al mercado como un medicamento con efectos secundarios tan benignos al compararlo con “una pastilla de azúcar”, el medicamento ahora enfrenta un escrutinio más profundo.

Reuters reveló detalles preocupantes sobre cómo actúa el montelukast en el cerebro. Este medicamento cuenta con una notable capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica y acumularse en regiones clave del sistema nervioso central.

Si bien, la investigación no detalla a profundidad si este mecanismo es capaz de conducir de manera directa a efectos adversos en pacientes individuales o quienes están en riesgo Julia Marschallinger, científica del Instituto de Medicina Regenerativa Molecular de Austria, aseguró que “definitivamente está haciendo algo preocupante.

En 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) emitió una advertencia de “recuadro negro”, la categoría más grave para medicamentos, sobre el uso del montelukast. Esta alerta se incluyó en la etiqueta del fármaco debido a los posibles riesgos de efectos neuropsiquiátricos graves, como pensamientos y comportamientos suicidas.

La FDA, según Reuters, contabilizó un total de 82 suicidios relacionados con este medicamento y sus versiones genéricas, los cuales fueron notificados a su base de datos de eventos adversos desde su salida en 1998. La agencia de noticias asegura que, por lo menos, 31 de ellos involucraban a personas de 19 años o menos.

Ante las crecientes preocupaciones sobre los riesgos del principio activo, se han adoptado ciertas posturas. Merck & Co, la compañía que desarrolló originalmente el medicamento bajo la marca Singulair, no ha ofrecido comentarios directos a Reuters sobre las recientes investigaciones.

Con posibles efectos secundarios graves

La filial Organon declaró confiar en lo que se detalla en el etiquetado. (REUTERS/Chip East/File Photo)

Su filial, Organon, actualmente encargada de comercializar el fármaco, afirmó en un comunicado que confía en el perfil de seguridad del montelukast, destacando que la etiqueta del producto incluye información adecuada sobre los beneficios, riesgos y posibles reacciones adversa.

“La etiqueta del producto contiene información adecuada sobre los beneficios, riesgos y reacciones adversas notificadas de Singulair”, afirmaron los miembros de la compañía, de acuerdo con Reuters.

Una de las personas que tomaban el medicamento era el hijo de 22 años de Robert England. Él se suicidó en 2017, menos de dos semanas después de iniciar su tratamiento con montelukast.

El padre relató durante una entrevista con la agencia de noticias que su hijo tenía problemas para dormir antes de quitarse la vida y que antes de tomar el medicamento él estaba sano y sin ningún tipo de problema que afectara su salud.

“Tomó esa medicación durante unos días, literalmente sólo unos días. Cambió por completo la trayectoria de nuestras vidas”, afirmó England.