La madrugada del martes 12 de noviembre, Brandon Durham, un hombre de 43 años residente de Las Vegas, realizó una desesperada llamada de auxilio al 911 desde su casa en la cuadra 6900 de Wine River Drive. Refugiado junto a su hija de 15 años, el ciudadano informó a las autoridades que un intruso había irrumpido en su vivienda.
En un audio difundido por la televisora local KVUU-TV, se puede escuchar cómo imploraba a los despachadores que enviaran ayuda lo antes posible. Pero, lo que comenzó como una petición de auxilio culminó en una inesperada tragedia cuando el oficial Alexander Bookman disparó fatalmente contra Durham al responder al llamado.
En la grabación de la cámara corporal publicada por la Policía Metropolitana de Las Vegas (LVMPD), según The Associated Press (AP), se puede observar cómo el agente Bookman les grita que suelten un cuchillo antes de disparar una bala. Posteriormente, tanto el hombre de 43 años como el intruso caen desplomados antes de que el agente se acerque y dispare cinco balas más mientras está de pie sobre ambos.
El llamado de auxilio que acabó en tragedia
Durham y el intruso se conocían. Éste último fue arrestado y acusado de allanamiento de morada y agresión, según confirmó el sheriff adjunto Dori Koren.
Por otro lado, el asesor general del sindicato que representa a los agentes de policía de la ciudad, David Roger, explicó a través de un comunicado emitido el 23 de noviembre que “si bien la muerte del señor Durham es trágica”, el oficial Bookman no tuvo la culpa de nada, pues únicamente “estaba haciendo su trabajo y no tenía intención de cometer un delito”, afirmando a su vez que “la persona responsable de la muerte del señor Durham se encuentra detenida”.
“El señor Durham no estaba amenazando a nadie. No hay justificación para el uso de fuerza contra él”, declaró Lee Merritt, abogado de derechos civiles que representa a la familia del fallecido, de acuerdo con reportes del periódico local Las Vegas Review-Journal.
Merritt admitió creer que se debe “emitir inmediatamente” una orden de arresto para Bookman y que un gran jurado “debería devolver una acusación por homicidio” en contra del oficial.
Ante esta situación, los seres queridos de la víctima solicitaron que el agente Bookman sea despedido y acusado por el tiroteo.
Koren señaló durante una conferencia de prensa citada por el periódico que únicamente “se publicaron fragmentos” del video grabado por la cámara corporal de Bookman, los cuales “parecen diseñados intencionalmente para oscurecer la información sobre el llamante, siendo la víctima.
Suicidio por fuerza policial
Un elemento clave que salió a la luz durante el caso de Durham fue el testimonio de Alejandra Boudreaux, la intrusa que había ingresado al hogar. Ella confesó haber ingresado a la casa con la intención de provocar un “suicidio por fuerza policial”.
Este fenómeno, en el que una persona busca morir a manos de las autoridades, fue señalado como su motivación al enfrentarse a Durham con un cuchillo en la mano, según reportó Las Vegas Review-Journal.
En el informe de arresto, citado por el medio local, Boudreaux expresó que quería “morir frente a Durham” y que su objetivo era desestabilizarlo emocionalmente al obligarlo a presenciar la escena.
Su confesión detalla que había planeado cuidadosamente el ataque: después de intentar abandonar la ciudad tras un conflicto personal con Durham, regresó a la casa, tomó un cuchillo de la cocina y simuló la intención de apuñalarlo para provocar una respuesta letal de la policía.
La policía más tarde le confirmó al periódico de Las Vegas que Boudreaux admitió obtener los cuchillos para suicidarse frente al dueño del hogar “por medio de la fuerza policial” después de haberlo amenazado.