Dos personas murieron en el norte de California durante el fin de semana luego de que un río atmosférico descargara lluvias torrenciales, que provocaron el desbordamiento de ríos y arroyos y crearon condiciones peligrosas en las carreteras. Este fenómeno climático extremo también afectó a los estados de Washington y Oregón, y se intensificó en un ciclón bomba frente a la costa canadiense.
De acuerdo con ABC News, las muertes ocurrieron en el condado de Sonoma, a unos 100 kilómetros al norte de San Francisco, que recibió más de 50 centímetros de lluvia en sólo tres días, triplicando su promedio normal para el mes de noviembre. Según las autoridades locales, las intensas lluvias saturaron los suelos, haciendo que los ríos y arroyos se desbordaran rápidamente.
El primer fallecido, un hombre de aproximadamente 60 años, fue encontrado el sábado 23 de noviembre en el pueblo de Guerneville. Según la Oficina del Sheriff del Condado de Sonoma, el hombre quedó atrapado en su automóvil, que se sumergió en agua de hasta dos metros de profundidad mientras intentaba cruzar una carretera inundada cerca del Russian River.
Un transeúnte vio el vehículo flotando en el agua alrededor de las 11:30 a.m. hora local y alertó al 911. Equipos de rescate, incluidos bomberos de Guerneville y Monte Rio, acudieron al lugar rápidamente. “Los equipos lograron recuperar al ocupante del vehículo, pero, a pesar del rápido trabajo de los primeros auxilios, el hombre fue declarado muerto en la escena”, indicó la oficina del sheriff en un comunicado citado por FOX News.
No se ha revelado la identidad del hombre, ya que las autoridades están a la espera de que se realice una autopsia para determinar la causa exacta de la muerte. Tampoco está claro cuánto tiempo permaneció sumergido el vehículo antes de que los equipos de rescate llegaran al lugar.
La segunda víctima fue encontrada el mismo sábado en Santa Rosa, la ciudad más grande del condado. Según el Departamento de Policía de Santa Rosa, un excursionista que recorría el sendero Piner Creek Trail alrededor de las 8:40 a.m. avistó un cuerpo en el arroyo desbordado y llamó al 911. Las autoridades creen que el hombre murió ahogado, pero la causa exacta de su muerte será determinada tras la autopsia.
Lluvias extremas en el norte de California
Santa Rosa registró 31.7 centímetros de lluvia en tres días, un evento catalogado como de mil años, lo que significa que la probabilidad de que ocurra en un año dado es extremadamente baja. Las fuertes lluvias elevaron el nivel del arroyo Piner Creek hasta seis metros, según relató el residente local Allan Johnson al medio KGO. “Camino por esta zona regularmente y nunca había visto el agua tan alta”, comentó.
Mientras las lluvias disminuyeron el domingo, los riesgos de inundaciones persistieron. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió un aviso de inundación que permaneció vigente hasta el lunes por la tarde, advirtiendo sobre posibles desbordamientos en arroyos y áreas bajas en el condado de Sonoma. En su comunicado, el NWS subrayó la importancia de evitar conducir en carreteras inundadas: “Gire y no se ahogue al encontrarse con carreteras inundadas. La mayoría de las muertes por inundaciones ocurren en vehículos”.
El río atmosférico, una corriente de aire húmedo que transporta grandes cantidades de vapor de agua desde los trópicos, golpeó primero el noroeste del Pacífico, afectando a Washington y Oregón antes de dirigirse al norte de California.
En el estado de Washington, las fuertes lluvias y vientos también cobraron vidas. Dos personas murieron el martes debido a la caída de árboles. Según The Associated Press, en Bellevue, un suburbio de Seattle, una mujer murió trágicamente cuando un árbol impactó su casa mientras se encontraba en la ducha, informaron los bomberos locales.
El sistema de tormenta que generó estas condiciones extremas se intensificó rápidamente frente a la costa del noroeste, convirtiéndose en un ciclón bomba cerca de la isla de Vancouver, en Canadá. Este fenómeno ocurre cuando la presión atmosférica en el centro de una tormenta baja al menos 24 milibares en 24 horas, lo que aumenta significativamente su intensidad. En Vancouver Island, las ráfagas de viento alcanzaron los 162 kilómetros por hora, causando daños generalizados y cortes de energía en la región.