Un niño de 10 años en Wisconsin se encontró frente a un desafío inesperado: un problema de matemáticas que ni él ni su familia podían resolver. Sin otras opciones, decidió recurrir al número de emergencia 911. Aunque sabía que no era el uso convencional de la línea, su pedido fue claro y sincero: “Sé que no debería estar llamando por esto, pero realmente necesito ayuda con mi tarea”.
La curiosa llamada, atendida por Kim Krause, marcó el inicio de una inusual, pero conmovedora interacción entre el niño y el oficial Chase Mason, quien acudió al hogar del pequeño. Este acto no solo resolvió el problema matemático del niño, sino que también se convirtió en un ejemplo de cómo las fuerzas del orden pueden tender puentes con su comunidad más allá de sus deberes habituales.
Más que una simple tarea
Cuando el oficial Chase Mason recibió el reporte de la inusual llamada al 911, decidió actuar pese a admitir que no era un experto en matemáticas. Al llegar a la casa del niño, fue recibido con entusiasmo y se dirigió directamente a la mesa de la cocina, donde la tarea escolar ya estaba lista para su revisión. El problema, relacionado con decimales, fue resuelto gracias a un trabajo conjunto entre el oficial y el pequeño estudiante.
Mason, quien también es padrastro de un niño de edad similar, explicó que este tipo de situaciones permiten a los agentes conectarse de manera más personal con los miembros de la comunidad. “Aunque esto no es algo que hacemos regularmente, ese día simplemente funcionó bien”, comentó a ABC News. Antes de irse, el oficial dejó su tarjeta de contacto y aconsejó al niño que, en el futuro, utilizara la línea no emergente para situaciones similares.
Reacciones y lecciones
El gesto del oficial Mason fue ampliamente aplaudido tanto por sus colegas como por los residentes de Shawano County, quienes vieron en esta respuesta un ejemplo del impacto positivo que puede tener la policía en su comunidad. El departamento del sheriff destacó la importancia de este tipo de interacciones como oportunidades para enseñar y fortalecer la relación entre los agentes y los ciudadanos.
El sheriff George Lenzner elogió a Mason por su dedicación, señalando que este tipo de acciones son fundamentales para construir confianza, especialmente entre los más jóvenes. “No queremos que los niños tengan miedo de la policía. Queremos que sepan que estamos aquí para ayudarlos”, afirmó Lenzner, mediante un comunicado.
La historia también sirvió como recordatorio de que, aunque las líneas de emergencia tienen propósitos específicos, los oficiales frecuentemente trascienden sus responsabilidades para ofrecer apoyo en circunstancias inesperadas.
Una localidad apoyada por sus agentes
La historia del niño que llamó al 911 para pedir ayuda con su tarea de matemáticas no es solo una anécdota divertida; también refleja la capacidad de la policía local de involucrarse en situaciones cotidianas que trascienden lo puramente operativo. En Shawano County, donde los agentes son conocidos por apoyar a los residentes en momentos de necesidad, este tipo de gestos solidarios no son raros.
El sheriff Lenzner enfatizó que los oficiales del condado regularmente se involucran en tareas no tradicionales, como despejar entradas bloqueadas por la nieve o ayudar a instalar buzones. “Los policías están aquí para ayudar a las personas, especialmente a los jóvenes”, declaró. Este compromiso refuerza la idea de que el vínculo entre la policía y la comunidad no debe limitarse a la resolución de emergencias, sino que también puede incluir actos de servicio que demuestran cercanía y humanidad.