Un caso de gripe aviar detectado en un adolescente en Columbia Británica, Canadá, ha encendido alarmas entre científicos debido a una posible mutación en el virus H5N1 que podría hacerlo más transmisible entre humanos, según datos preliminares. El joven, hospitalizado desde el 8 de noviembre en el Hospital de Niños de Columbia Británica, permanece en estado crítico con síndrome de dificultad respiratoria aguda, una condición que puede ser fatal.
La secuenciación inicial del virus indica una posible mutación en un gen asociado con una mayor susceptibilidad humana, lo que sugiere que el H5N1 podría evolucionar hacia un virus más humano que aviar. Sin embargo, los expertos advierten que aún no está claro si este cambio representa un mayor peligro.
Angela Rasmussen, viróloga de la Organización de Vacunas y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Saskatchewan, explicó al diario británico The Guardian que “no es solo un factor lo que confiere la capacidad de infectar a humanos de manera más efectiva. Esto es una señal de advertencia”.
Propagación y vigilancia
El H5N1 detectado en Canadá es una variante identificada recientemente en aves en Columbia Británica y el noroeste de Estados Unidos. Aunque anteriormente infectó a 11 trabajadores en Washington, ninguno de esos casos presentó la mutación hallada en el adolescente canadiense. Richard Webby, virólogo del Hospital de Investigación Infantil St. Jude, subrayó la necesidad de monitoreo riguroso: “Debemos seguir esto tan de cerca como podamos. Cualquier advertencia previa nos dará ventaja”.
Hasta ahora, no se han detectado casos adicionales entre los contactos del adolescente, incluidos familiares, amigos y trabajadores de salud. Bonnie Henry, oficial provincial de salud de Columbia Británica, aseguró que las pruebas en personas expuestas al joven han resultado negativas y que se espera más información en los próximos días, señaló CNN.
El adolescente no tuvo contacto directo con aves infectadas, pero sí convivió con varias mascotas, incluidas perros, gatos y reptiles. Rasmussen sugirió que uno de estos animales podría haber estado en contacto con un ave o animal muerto, transmitiendo así el virus.
Vigilancia internacional
Mientras Canadá ha intensificado la vigilancia, expertos critican la falta de monitoreo en Estados Unidos. Rasmussen calificó como “impactante” que no se realicen pruebas exhaustivas en granjas infectadas: “Esto aumenta el riesgo de transmisión no detectada y, eventualmente, de propagación más amplia del virus”, dijo al diario británico.
Aunque los científicos esperan que la mutación no se transmita a otras personas, advierten que su aparición pone de relieve la necesidad de una vigilancia continua y medidas de control más estrictas. “Esto subraya la urgencia de actuar contra este virus antes de que evolucione aún más”, concluyó Webby.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que este virus representa un riesgo bajo para humanos debido a la falta de evidencia de transmisión entre personas; sin embargo, los funcionarios en Canadá han mostrado una profunda preocupación debido a la gravedad del caso.
El caso del joven canadiense
Según confirmó la agencia Reuters, el adolescente comenzó a presentar síntomas el 2 de noviembre, cuando experimentó fiebre, conjuntivitis y tos. A pesar de haber sido enviado de regreso a casa tras esta primera consulta, sus síntomas evolucionaron de forma repentina y agresiva en cuestión de días.
Para el momento en que ingresó nuevamente al hospital, el paciente ya presentaba una grave insuficiencia respiratoria, según detalló la Dra. Henry en una conferencia de prensa. Según la profesional en salud, la rapidez en la progresión de la enfermedad en personas jóvenes y previamente sanas subraya la naturaleza potencialmente peligrosa del H5N1.
Fue hospitalizado el 8 de noviembre, momento en que sus síntomas habían progresado rápidamente, derivando en un síndrome de dificultad respiratoria aguda. Aunque los detalles sobre el género y edad exacta del paciente no han sido divulgados, se informó que se encuentra bajo tratamiento intensivo en el Hospital Infantil de Vancouver.