En un movimiento que podría cambiar las dinámicas de las industrias del entretenimiento y los videojuegos, Sony está en negociaciones avanzadas para adquirir Kadokawa, un conglomerado japonés conocido tanto por su producción de anime y manga como por su rol en el desarrollo de videojuegos de gran impacto. Según un informe de Reuters, las conversaciones entre ambas compañías están en curso, y de concretarse el acuerdo, la adquisición podría anunciarse en las próximas semanas.
La empresa japonesa, que comenzó como una editorial en 1945, evolucionó para abarcar múltiples sectores del entretenimiento, incluyendo videojuegos, anime y eventos. Su impacto en el mercado es notorio, con propiedades como Re: Zero y Delicious in Dungeon, además de su participación controladora en FromSoftware, desarrollador del exitoso videojuego Elden Ring. Este último ha vendido más de 25 millones de copias y consolidado su lugar como uno de los títulos más influyentes de la última década.
Sony, por su parte, no es un extraño en el mundo de Kadokawa, ya que posee un 2% de participación en la compañía y ha mantenido una relación de colaboración con FromSoftware desde los años 90.
Sony y FromSoftware: Una relación legendaria
La posible adquisición de Kadokawa por parte de Sony podría marcar un capítulo crucial en la relación de décadas entre la compañía japonesa y FromSoftware, uno de los estudios de videojuegos más respetados del mundo. Desde los años 90, Sony mantuvo una conexión con los desarrolladores, siendo la consola original PlayStation uno de los primeros hogares de sus títulos.
El vínculo se fortaleció con juegos emblemáticos como Demon’s Souls (2009), desarrollado exclusivamente para PlayStation 3, un título que sentó las bases del género “soulslike” y dio inicio a una revolución en el diseño de videojuegos. Esta colaboración continuó con Bloodborne (2015), otra exclusiva de Sony, que consolidó la reputación del estudio por su estilo narrativo profundo, mecánicas desafiantes y mundos meticulosamente diseñados.
En un contexto donde los gigantes del entretenimiento tecnológico como Microsoft están invirtiendo agresivamente en adquisiciones (como la reciente compra de Activision Blizzard), el control de FromSoftware por parte de Sony podría ser un movimiento visionario, destacó Forbes. Sin embargo, algunos analistas expresan preocupación sobre el futuro creativo del estudio, considerando la reestructuración previa de Japan Studio, una de las divisiones de videojuegos de Sony.
Riesgos y beneficios de la adquisición de Kadokawa
Uno de los principales beneficios sería la consolidación de Sony como un líder indiscutible en el mercado global de entretenimiento. Kadokawa aporta una rica biblioteca de anime, manga y videojuegos, que complementaría perfectamente los activos actuales de Sony, como Crunchyroll, Aniplex, y su plataforma de videojuegos PlayStation.
Esto podría posicionar a Sony para competir aún más agresivamente con gigantes como Netflix, que ha incrementado su inversión en anime, y Microsoft, que sigue ampliando su alcance en los videojuegos.
Sin embargo, esta operación también trae consigo desafíos significativos. Uno de los mayores riesgos radica en la gestión creativa de FromSoftware. Tras la reciente reestructuración de Japan Studio, algunos temen que Sony pueda imponer políticas corporativas que limiten la independencia creativa del estudio, afectando su capacidad para innovar y mantener su identidad distintiva en la industria.
Además, Kadokawa no está exenta de problemas internos. En los últimos años, la compañía enfrentó un ciberataque que interrumpió sus operaciones y sufrió un golpe reputacional cuando Tsuguhiko Kadokawa, hijo del fundador, fue implicado en un caso de sobornos relacionados con los Juegos Olímpicos de Tokio. Estos incidentes podrían complicar la integración y afectar la percepción pública de la fusión.
Por último, el elevado coste de la adquisición—con Kadokawa valorada en 2.700 millones de dólares—podría suponer un riesgo financiero para Sony si los beneficios proyectados no se materializan o si encuentran resistencia regulatoria, especialmente considerando las tensiones actuales en el mercado global de fusiones tecnológicas.