Los republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que ostentan la mayoría en el hemiciclo, reiteraron este miércoles que buscarán prohibir que la legisladora demócrata Sarah McBride, la primera persona transgénero elegida en el Congreso, utilice el baño de mujeres una vez que asuma el puesto.
McBride fue elegida en las elecciones de este mes para representar a su estado, Delaware, en el Congreso, convirtiéndose así en la primera representante de la comunidad LGBTQ+ allí, gracias a una campaña sin precedentes en todo el país. Al obtener oficialmente un escaño, la demócrata aseguró que su victoria era “un testimonio para los delawareanos” y una prueba de que “en este estado de vecinos, juzgamos a los candidatos en función de sus ideas y no de sus identidades”.
Sin embargo, el bando republicano, que hizo de los debates sobre la identidad de género un punto central de la campaña de Donald Trump, adelantó que impulsaría una iniciativa para prohibirle el ingreso al baño de mujeres.
Así, este lunes, la representante de Carolina del Sur, Nancy Mace, introdujo una resolución que impide a los empleados de la Cámara “utilizar instalaciones para un solo sexo que no sean las correspondientes a su sexo biológico”. “Me voy a interponer absolutamente, al 100 por ciento, en el camino de cualquier hombre que quiera estar en un baño de mujeres o en nuestros vestuarios”, agregó sobre el proyecto que, de prosperar, se incluiría en los cambios a implementar en el reglamento interno del próximo ciclo.
Enseguida, el presidente de los republicanos, Mike Johnson, aseguró que acompañaría la propuesta ya que “no vamos a tener hombres en los baños de mujeres”.
“He sido coherente al respecto con todas las personas con las que he hablado de esto. Es una cuestión que el Congreso nunca ha tenido que abordar antes y vamos a hacerlo de forma deliberada, con el consenso de los miembros al respecto”, apuntó.
Desde el bando demócrata repudiaron la postura adoptada por la oposición y bromearon al asegurar que el anuncio da cuenta de un “buen comienzo” de su ciclo en la Cámara. “¿De qué están hablando, en el día uno... de dónde un miembro de los 435 va? ¿De dónde va a usar el baño? ¿Ese es su objetivo?”, cuestionó Katherine Clark, la número dos de los azules en el bloque.
Por su parte, McBride lamentó la postura de la oposición y sostuvo de que se trata de un intento de “intimidación” hacia sus miembros y de “distracción” de sus responsabilidades.
“Este es un intento descarado de los extremistas de extrema derecha para distraer del hecho de que no tienen soluciones reales a lo que los estadounidenses se enfrentan. Deberíamos centrarnos en reducir el coste de la vivienda, la atención sanitaria y el cuidado infantil... no en fabricar guerras culturales”, sentenció.
El debate sobre el uso de baños por parte de personas transgénero, según se alineen con su identidad de género, lleva meses en Estados Unidos, con campañas en favor y en contra en todo el país. De momento, al menos 11 estados tienen leyes que prohíben a las niñas transgénero acceder a baños de mujeres en escuelas públicas y otras sedes gubernamentales.
(Con información de AP)