Estados Unidos detectó el primer caso de una variante más agresiva de la viruela del mono en California

Un viajero proveniente del Este de África se encuentra aislado tras ser diagnosticado con la cepa clado I

Guardar
California confirma primer caso de variante agresiva de MPOX en EE.UU. UU. (REUTERS/Arlette Bashizi/File Photo)
California confirma primer caso de variante agresiva de MPOX en EE.UU. UU. (REUTERS/Arlette Bashizi/File Photo)

El Departamento de Salud Pública de California confirmó el primer caso en Estados Unidos de una variante más agresiva de MPOX, antes conocida como viruela del mono. Se trata de un individuo del condado de San Mateo que recientemente regresó al país desde el Este de África. Según las autoridades sanitarias, la persona afectada se encuentra aislada en su domicilio, recuperándose, y se inició el rastreo de contactos cercanos para prevenir posibles contagios.

En un comunicado, el Departamento de Salud aseguró que no hay evidencia de que esta cepa esté propagándose dentro de California o en el resto del país. La noticia fue difundida también por NBC News, que informó que las autoridades no ven motivos de preocupación inmediata en este momento.

Una variante más agresiva y su contexto global

El caso registrado en Estados Unidos corresponde al clado I, una cepa más severa de la viruela del mono en comparación con el clado II, responsable del brote global que alcanzó su punto álgido en 2022. Este último infectó a más de 32 mil personas y causó 58 muertes en el país, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDCm por sus siglas en inglés).

Hasta hace poco, el clado I era endémico en África Central y el Este de África, regiones donde ha sido documentado por décadas. Sin embargo, este año se ha detectado en otros ocho países africanos debido a un brote en el Congo, y ha comenzado a aparecer en otras partes del mundo. En agosto, se registró el primer caso fuera de África en Suecia, seguido por Tailandia, Alemania, India y el Reino Unido.

El clado I es conocido por causar una enfermedad más grave, con tasas de mortalidad de hasta un 10% en brotes previos en África. Actualmente, el brote en el Congo presenta una mortalidad del 5%. No obstante, los expertos creen que en países con mejores sistemas de salud, como Estados Unidos, el impacto podría ser menor.

Según los CDC, las infecciones por MPOX generalmente comienzan con un sarpullido que progresa a lesiones cutáneas dolorosas, seguidas de ampollas llenas de líquido que forman costras. También se pueden presentar síntomas similares a la gripe, como: fiebre, dolor muscular, ganglios linfáticos inflamados y fatiga.

Dos de cada tres casos ocurren en jóvenes cuando el virus se propaga fuera de África Central. Expertos sugieren aumento de vigilancia temprana. (UPCH)
Dos de cada tres casos ocurren en jóvenes cuando el virus se propaga fuera de África Central. Expertos sugieren aumento de vigilancia temprana. (UPCH)

Modo de transmisión y brotes anteriores

La transmisión de la viruela símica ocurre a través de contacto directo con personas o animales infectados, así como con objetos contaminados, como ropa o ropa de cama. Durante el brote de clado II en 2022, el virus se propagó principalmente a través del contacto sexual, especialmente entre hombres que tienen sexo con hombres.

En contraste, el clado I se ha transmitido mayormente en entornos domésticos y por contacto con animales infectados. Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, entre enero de 2023 y abril de 2024, dos tercios de los casos sospechosos de esta cepa ocurrieron en niños menores de 15 años.

El profesor Marc Siegel, de la Universidad George Washington, expresó a NBC News que es probable que Estados Unidos registre más casos en las mismas poblaciones que fueron más afectadas en 2022. Sin embargo, destacó que el riesgo para la población general es muy bajo, especialmente debido a las mejores condiciones sanitarias del país.

Medidas de respuesta en Estados Unidos

Los CDC han implementado una vigilancia activa de ambas cepas del virus, incluyendo monitoreo en aguas residuales en aeropuertos y otros puntos estratégicos. Además, han instruido a los médicos a realizar pruebas diagnósticas en pacientes con síntomas sospechosos. El país también dispone de un suministro suficiente de la vacuna de dos dosis Jynneos, desarrollada para proteger contra formas graves de la viruela del mono. Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos, tanto la vacunación como una infección previa ofrecen una protección efectiva contra la cepa más severa, el clado I. Entre mayo de 2022 y enero de 2023, se administraron más de 1.2 millones de dosis de la vacuna Jynneos en Estados Unidos. Sin embargo, solo el 23% de la población en mayor riesgo ha recibido el esquema completo, lo que subraya la necesidad de un enfoque más proactivo en la vacunación.

Variante del MPOX con alta mortalidad llega a EE.UU. UU. desde el este de áfrica (REUTERS/Rebecca Noble)
Variante del MPOX con alta mortalidad llega a EE.UU. UU. desde el este de áfrica (REUTERS/Rebecca Noble)

Preocupación internacional y el rol de la OMS

La propagación del clado I en el Este de África llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS, por sus siglas en inglés) a declarar una emergencia de salud pública mundial en agosto, siendo la segunda alerta de este tipo relacionada con MPOX en dos años. Esta medida busca movilizar recursos y garantizar que los países afectados puedan responder de manera efectiva al brote.

Durante el brote global de 2022, la OMS destacó la importancia de la vigilancia epidemiológica, la educación pública y la colaboración internacional para contener la enfermedad. Estas mismas estrategias son esenciales frente a la amenaza del clado I, especialmente en regiones con sistemas de salud menos robustos.

Importancia de la vigilancia y la vacunación

Los expertos coinciden en que la detección temprana y la vacunación son claves para evitar una expansión significativa del clado I en Estados Unidos. A pesar de que el riesgo general es bajo, la vigilancia continua y un enfoque proactivo en las poblaciones vulnerables podrían mitigar cualquier impacto futuro. Este caso subraya la necesidad de mantener recursos adecuados y efectivos para enfrentar esta variante más agresiva, asegurando que tanto los sistemas de salud como las comunidades estén preparados ante cualquier eventualidad.

Guardar