Un jurado en Miami acusó a David Knezevich por el secuestro y posterior asesinato de su esposa, Ana Knezevich, de quien se perdió el rastro en Madrid en febrero de este año. La sentencia hace parte de un caso que capturó la atención internacional y que podría condenarlo a la pena de muerte si es declarado culpable, un resultado posible pero sujeto a la decisión del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Knezevich fue detenido inicialmente en mayo bajo cargos de secuestro, y la acusación de asesinato se presentó meses después, sustentada en un extenso conjunto de pruebas circunstanciales que incluyeron manipulación de cámaras de seguridad, mensajes falsos enviados desde el teléfono de Ana, y modificaciones sospechosas en un vehículo alquilado.
De acuerdo con CBS News, Ana Knezevich fue vista por última vez el 2 de febrero en su apartamento en Madrid, donde había decidido pasar una temporada para alejarse de su esposo en medio de un complicado proceso de divorcio. La pareja, que llevaba casada 13 años, compartía una empresa de tecnología y poseía varios bienes en el condado de Broward, Florida.
Al parecer, la disputa legal en curso por la distribución de bienes millonarios y las acusaciones mutuas llevó a Ana, de origen colombiano, a trasladarse temporalmente a Madrid en diciembre de 2023. Según familiares de Ana, esta decisión fue una medida para distanciarse de David mientras finalizaban el divorcio. Fueron precisamente las tensiones entre ambos las que activaron las sospechas de su familia, quienes rápidamente alertaron a las autoridades tras su repentina desaparición.
El 3 de mayo, David Knezevich fue detenido en el aeropuerto de Miami bajo cargos iniciales de secuestro en conexión con la desaparición de su esposa. Según las autoridades, las acciones de David —incluyendo el uso de un mensaje falso enviado desde el teléfono de Ana— generaron una confusión que retrasó el inicio de las investigaciones en Madrid.
La acusación de secuestro se fundamentó en una serie de evidencias que, aunque circunstanciales, sugieren un plan premeditado: David había sido visto en Madrid días antes de la desaparición de Ana, y cámaras de seguridad lo captaron en el edificio de su esposa el mismo día en que ella desapareció.
Pruebas circunstanciales y actos de encubrimiento
A medida que las investigaciones avanzaban, se revelaron pruebas circunstanciales que apuntaban a un posible encubrimiento por parte de David Knezevich. La fiscalía presentó videos de seguridad que muestran a David comprando materiales como pintura en aerosol y cinta adhesiva en una ferretería de Madrid el mismo día de la desaparición de Ana.
También se documentó que Knezevich utilizó estos materiales para deshabilitar cámaras de seguridad en el edificio de la mujer. Otro elemento fue el uso de un vehículo alquilado en Serbia, al cual se agregaron vidrios polarizados y placas robadas de otro coche, modificaciones que habrían sido un intento de ocultar sus movimientos entre Serbia, España y otros países.
Además, las autoridades descubrieron que Knezevich solicitó a una mujer que tradujera un mensaje en español colombiano para simular una nota de despedida de Ana. Dicho mensaje, que decía que ella había conocido a alguien en Madrid y se iría unos días, fue enviado a los amigos de Ana desde su propio teléfono, generando confusión y retrasando el inicio de la búsqueda policial en España.
Defensa y controversias legales
Los abogados defensores de Knezevich han cuestionado la evidencia presentada por la fiscalía, señalando que el caso carece de pruebas físicas concluyentes, como rastros de sangre o señales de violencia en el apartamento de Ana en Madrid.
Además, han argumentado que la jurisdicción del caso debería estar en España y no en Miami, dado que allí habría ocurrido el presunto crimen. La defensa ha puesto especial énfasis en que los fiscales no han proporcionado pruebas directas de que Ana fue asesinada, apelando a que las acusaciones se basan en inferencias, recogió el Miami Herald.
El caso de David Knezevich ha requerido una extensa colaboración internacional entre el FBI, la Policía Nacional de España y otros cuerpos de seguridad en países como Italia y Serbia. Desde agosto, investigadores del FBI se unieron a la búsqueda en áreas rurales cerca de Vicenza, en Italia, donde una señal de GPS del coche alquilado por David indicó que se desvió en su camino de regreso a Serbia. Sin embargo, hasta el momento no se ha encontrado ningún rastro de Ana, ni en esta región ni en las áreas circundantes.